La Encuesta de Condiciones de Vida publicada esta semana por el INE constata que el porcentaje de población en riesgo de pobreza y exclusión en España alcanza ya el 22,2% en 2014 (con datos de ingresos de 2013). Siempre hemos de tener en cuenta los criterios con que estas estadísticas están hechas, no obstante marcan una tendencia.
La situación es especialmente crítica en el caso de los menores: más de un tercio (35,4%) de los menores de 16 años que residen en España se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión, una tasa que se ha incrementado un 3,5% en 2014 y que acumula tres años al alza.
Siguiendo los criterios de Eurostat, el umbral de riesgo de pobreza se fija en el 60% de la mediana de los ingresos por unidad de consumo de las personas, por supuesto nada que ver con la miseria de los países empobrecidos, aunque si marca una tendencia clara de mayor precariedad, desigualdad y exclusión en países como el nuestro.
La mediana es el valor que, ordenando a todos los individuos de menor a mayor ingreso, deja una mitad de los mismos por debajo de dicho valor y a la otra mitad por encima. Al tratarse de una medida relativa, su valor depende del nivel de renta y de cómo se distribuya la renta entre la población. Por tanto, el umbral de la pobreza aumenta o disminuye en la medida en que lo haga la mediana de los ingresos (al disminuir los ingresos de la población también disminuye el umbral de riesgo de pobreza).
En 2014, el umbral del riesgo de pobreza se situó (según estos criterios) en España en 7.961 euros (ingresos netos al año) para los hogares unipersonales y en 16.719 euros anuales en hogares compuestos por dos adultos y dos menores de 14 años.
En el momento de realización de la encuesta (primavera de 2014), el 16,1% de los hogares españoles manifestó tener «mucha dificultad» para llegar a fin de mes; además, el 42,2% de los hogares no tenía capacidad para afrontar gastos imprevistos, y el 45% no se podía permitir ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año; por último, el 10,2% de los hogares acumulaba retrasos en los pagos relacionados con la vivienda principal: hipoteca o alquiler, recibos de gas, electricidad o agua, comunidad, etc.).
Andalucía (24,3%), Murcia (22,7%) y Galicia (20,8%) fueron en 2014 las comunidades autónomas en las que un mayor porcentaje de familias dicen llegar a fin de mes con «mucha dificultad». Entre los datos destacamos como ejemplo que el 68% de los hogares de Canarias no tenían capacidad para afrontar gastos imprevistos…
Por contra, País Vasco y Navarra aparecen en la parte baja de casi todos los rankings, ya que obtienen los menores porcentajes en varios de los indicadores de pobreza de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE.
Fuente: La Vanguardia / INE