Beatificación de la familia Ulma: Testimonio frente al totalitarismo

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La Iglesia católica beatificó este domingo en Polonia a una familia polaca asesinada por los ocupantes alemanes nazis por ayudar a judíos durante la Segunda Guerra Mundial, un hito en la historia eclesial por ser la primera vez en que se beatifica a una familia entera. El 24 de marzo de 1944, el matrimonio Ulma, formado por Jozef, de 44 años, y Wiktoria, de 31, embarazada de siete meses, y sus seis hijos de edades entre 7 años y 18 meses, fueron muertos a tiros por policía alemana y policía colaboracionista polaca.

Albergaban en su granja de Markowa, una aldea del sudeste del país, a ocho judíos, que fueron también asesinados.

Unas 30.000 personas, entre ellas un millar de sacerdotes, participaron este domingo en la ceremonia de beatificación al aire libre en Markowa, a la que asistieron también el presidente de Polonia, Andrzej Duda, el rabino jefe de Polonia, Michael Schudrich, y una delegación de Israel.

La familia Ulma fue delatada por un policía polaco. En la madrugada de los crímenes, los niños Stanislawa, Barbara, Wladyslav, Franciszek, Antoni y Maria fueron los últimos en ser asesinados. Los primeros en caer acribillados fueron los ocho judíos que desde hacía año y medio vivían escondidos en el desván de la granja: el septuagenario Saul Goldman con sus hijos Baruch, Mechel, Joachim y Moses, along with Golda Grünfeld y su hermana Lea Didner con la hija pequeña de esta, Reszla, de 5 años, según el Instituto de Memoria Nacional (IPN), que ha documentado meticulosamente la historia de la masacre.

En 1995, el memorial israelí Yad Vashem de Jerusalén reconoció a los Ulma como Justos de las Naciones, por haber dado por salvar a judíos durante el Holocausto. Desde el 2018, Polonia dedica el 24 de marzo –fecha del crimen- a recordar a los polacos que ayudaron a salvar judíos durante la ocupación nazi.

Los Ulma no eran los únicos vecinos católicos que en Markowa tenían a judíos escondidos. Tras la masacre, algunos de ellos mataron a sus indefensos huéspedes y abandonaron sus cadáveres en los campos (constan 24 judíos asesinados después de esa fecha), mientras otros se mantuvieron firmes y siguieron protegiendo a quienes escondían en sus casas (así sobrevivieron 21 judíos en la zona).

El bebé recibió un bautismo de sangre.

El Dicasterio de la Causa de los Santos emitió un comunicado a través de las redes sociales en el que explicó, sobre la beatificación de la familia Ulma, que dado que Wittoria Ulma, embarazada de su séptimo hijo, dio a luz en medio del martirio, el bebé pasa a ser también considerado mártir.

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