Crimen de Estado o privado: No matarás

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Utilicemos la no violencia activa contra todo crímen, sea de Estado o privado. NO MATARÁS.

Con frecuencia leemos en la prensa, especialmente en la norteamericana o en la china, las condenas y ejecuciones de muerte. Es decir, verdaderos crímenes de Estado. En las páginas de esta revista van informaciones de guerras y guerrillas, estatales o privadas, de cualquier manera crímenes de Estado o privado. Hace 30 años el Cardenal Koenieng dijo: «Toda guerra es un asesinato entre hermanos». Luego toda guerra es un crímen, no una violencia.
Hoy en el mundo hay 40 guerras. Si los pueblos están formados por los oprimidos de la sociedad, y creemos que es verdad que lo están, nunca un colectivo de oprimidos tiene motivos de guerra contra otro colectivo. Las guerras han sido, desde la antigüedad, realidades que hacían los poderosos. Son ellos los que las meten entre nosotros y nos hacen combatir para beneficio de ellos.

Francisco de Asís, Gandhi, Luther King, etc., han sido los grandes testigos de la paz; su actitud en la vida nos plantea un salto cualitativo de carácter cultural: pasar de la violencia a la no violencia activa. Y no lo entenderemos. Hay 40 guerras. Pero además nos organizamos en Estados y toda pena de muerte es un crímen de Estado. El mandato es claro: NO MATARÁS. Pero los hombres lo retorcemos y hasta a veces nos creemos que tenemos razón. Franco, en 1936, en Valladolid, parece que lanzó un catecismo cuyo 5º mandamiento decía: MATAR CON JUSTICIA.

Nunca se puede matar con justicia. El mandato está claro: NO MATARÁS. Miles de chinos y norteamericanos están condenados a muerte y muchos de ellos son ejecutados cada día. Cada ajusticiado es un crimen de Estado. Utilicemos la no violencia activa contra todo crímen, sea de Estado o privado. NO MATARÁS.