Según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), desde que comenzó la pandemia, la región ha perdido más de 26 millones de puestos de trabajo. Los datos reflejan la profunda recesión.
El Observatorio Laboral Covid-19 del BID refleja la pérdida de casi el 7,7% del empleo formal en la región, equivalentes 3,4 millones de puestos de trabajo, de acuerdo con los registros administrativos disponibles para ocho países: Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, México, República Dominicana y Uruguay.
“Los datos nos demuestran que, en países como Chile, Colombia, México o Uruguay, la gran mayoría de los empleos perdidos estaba en el sector servicios, donde hay un componente alto de interacción social, y principalmente pertenecían a trabajadores informales o a trabajadores formales de bajos ingresos”, explica Oliver Azuara, economista senior de la División de Mercados Laborales del BID.
Lo anterior no es más que una radiografía de la pandemia y sus efectos sociales que se han traducido en el desplome del consumo de los hogares y, por ende, en la viabilidad de las empresas.
Esta realidad no es exclusiva de América Latina. De hecho, el director de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, dijo que la crisis ha puesto al mundo del trabajo de rodillas y ha incrementado la desigualdad e inequidad en jóvenes, mujeres, trabajadores temporales, ocasionales y Pymes.
La coyuntura puso en jaque los mercados laborales a lo ancho y largo del mundo. Pero Latinoamérica podría llevarse la peor parte, al tener las mayores tasas de informalidad y desocupación pre-pandemia. “En una región donde la desigualdad es un problema grave y generalizado, que el impacto negativo en el empleo haya recaído en los más vulnerables es un aspecto de máxima preocupación”, añadió Azuara.
Duro golpe
Brasil, México y Colombia encabezan el listado de peores incrementos, según el BID. Estos países han perdido 10,3 millones; 7 millones y 3,6 millones de puestos de trabajo respectivamente
El caso brasileño es, por cifras, el que más preocupa. Recuperar puestos de trabajo o crear nuevos implica generar garantías para atraer nuevas inversiones. En este punto, la inestabilidad política y la poca mitigación de la pandemia podrían pasarle una factura mayor al presidente Jair Bolsonaro.
De hecho, el más reciente indicador de incertidumbre de la Fundación Getulio Vargas batió un récord histórico. En efecto, la falta de certeza puede terminar de poner en jaque la economía brasileña y, por ende, ampliar el desempleo.
Como si eso fuera poco, el gigante sudamericano tiene solo seis programas para mitigar la crisis del empleo. Entre estos se cuentan contribuciones a seguridad social y transferencias monetarias.
Hacia el norte, México no se salva del tsunami de empresas quebradas y empleos perdidos.
Las cifras del BID señalan que México es uno de los que más programas de apoyo al empleo ha lanzado. Además de los de Brasil, Amlo ha decretado beneficios directos a empresas, seguros o fondos de desempleo e incluso subsidios a salarios. Pero allí, como en Brasil, la incertidumbre política podría jugar en contra a la hora de crear nuevos puestos de trabajo.
Esto parece ser diferente en Colombia. El país trabaja en programas que permitan aumentar las inversiones y, por ende, los puestos de trabajo. Paralelamente, ha creado subsidios a la nómina y a la prima. Sin embargo, expertos señalan que estos alivios llegaron tarde y muchos cerraron sus empresas antes de saber que los recibirían.
La crisis de la pandemia dejará una huella en el mercado laboral que tomará varios años corregir. Lograrlo dependerá de que aparezca pronto una vacuna, pero también de que los gobiernos generen las condiciones necesarias.
En julio, desempleo en Colombia fue de 20,2%
El desempleo en Colombia volvió a aumentar en julio, al tiempo que más personas se suman a la lista de quienes buscan trabajo activamente. En ese mes la tasa de desocupación fue de 20,2%, es decir, 9,5 puntos porcentuales más que en el mismo mes del año anterior. A pesar de este incremento, un indicador positivo fue que la pérdida de puestos de trabajo fue menor al que se venía registrando desde abril, cuando el país tocó fondo.
Nota: No se muestran datos de países con graves situaciones que ya no aparecen en las estadísticas. Venezuela, Haití…