EEUU habla español

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El censo de julio de 2003 registraba una población de hispanos en EEUU cercana a los 40 millones. Muchos de los hispanos de EEUU desconocen las nociones más rudimentarias de los que supuso la aportación cultural de España al suroeste de EEUU, la importante contribución de España a la Guerra de Independencia de EEUU, e ignoran que gran parte de los elementos de la cultura material -cultivo de tierras, ganadería, técnicas de equitación, arquitectura y alimentación- que algunos consideran típicamente «americanas» proceden de España….

EEUU HABLA ESPAÑOL.

Por Eduardo Garriges
(asesor para Asuntos Hispánicos del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación)

La Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso ha aprobado recientemente una proposición no de ley en la que se pide al Gobierno que apoye un plan para promocionar el uso de la lengua española, incentivar los intereses económicos y culturales hispanos y promover las difusión de contenidos de todo tipo en español en Estados Unidos y Canadá. Dicha propuesta del Grupo Parlamentario Socialista obtuvo el apoyo del Grupo Parlamentario Popular y de Izquierda Unida, absteniéndose en la votación de la misma CIU, ERC y PNV.

En la exposición de motivos de dicha proposición, presentada en la Comisión por el diputado Juan Moscoso del Prado, se indica que la rápida expansión del español tanto en EEUU como en Canadá merecería una mayor atención de la que se ha prestado hasta el momento en nuestro país. Y se mantiene que el español, después del inglés, es el idioma más hablado, el más escuchado por la radio y la televisión, destacando el fenómeno de que, aunque la integración de los inmigrantes en EEUU puede suponer un peligro para el mantenimiento de la lengua en las nuevas generaciones, «los hispanos desean cada vez con más fuerza que sus hijos hablen también su idioma porque contemplan en el creciente interés de los angloparlantes por el español un aliciente para ello, probablemente debido a las oportunidades económicas y de trabajo bilingüe que genera».
También en su parte expositiva, la proposición realiza una llamada de atención sobre el peligro de que, si España no reacciona con eficacia y rapidez ante e desafío que constituye la expansión del español en EEUU, podríamos convertirnos en espectadores del fenómeno, susceptible de generar importantes posibilidades económicas, por lo que insiste en la necesidad de promocionar la difusión de contenidos de todo tipo en español, como prioridad política absoluta.

En consecuencia, se insta al Gobierno a promover un plan de acción que incentive la creación de estructuras de apoyo a los intereses económicos y culturales hispanos en EEUU y Canadá. El valor de esta propuesta, que, aunque parta del mismo grupo político al que pertenece el Gobierno, es independiente de la actuación del Ejecutivo en ese ámbito, puede suponer un acicate eficaz para definir y desarrollar un plan de acción que, si se excluyen algunas iniciativas escasas e intermitentes, constituye quizá la gran asignatura pendiente de nuestra proyección cultural exterior.
La diplomacia española es, sin duda, consciente de la necesidad de reforzar las relaciones con el mundo hispano de EEUU, como demuestran los contactos mantenidos por el titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, durante su reciente viaje a Washington, con líderes de la comunidad hispana, pero falta aún un plan definido de actuación en este campo. Es preciso puntualizar que, cuando hablamos de la población hispana de EEUU, estamos realizando una generalización consciente: existen múltiples variantes con respecto al origen étnico, el asentamiento geográfico, el nivel económico, la tendencia política e incluso las raíces culturales que, al igual que la lengua, no son homogéneas.

A pesar de esta diversidad, existe un denominador común suficiente -tanto en la lengua como en la afinidad cultural- como para que, tan sólo en los anuncios de televisión en lengua española, cada uno de los principales partidos políticos haya gastado en la pasada campaña presidencial 13 millones de dólares, cifra que indica la importancia creciente del electorado hispano en el futuro político de los Estados Unidos.

El censo de julio de 2003 registraba una población de hispanos en EEUU cercana a los 40 millones, lo que supone un incremento de un 13% de población (superando con creces la media de 3% de aumento de población nacional y el 4% de la población afroamericana). Estas cifras convierten a la población hispana en el 14% de la población total, que, por su juventud, representa un 25% de la población activa. Paralelamente a este aumento de población, se ha producido un incremento del poder adquisitivo y económico de este grupo, que, para 2004, estaría cercano a la cifra de 700.000 millones de dólares y, según una proyección verosímil para 2010, esta cifra alcanzaría un billón de dólares.

El nuevo gabinete del presidente Bush tiene a dos hispanos en cargos de alta responsabilidad, el fiscal general, Alberto Gonzales, que visitó España recientemente, y el secretario de Comercio, Carlos Gutiérrez. Y por primera vez el Senado incluye a dos senadores hispanos, Mel Martínez (republicano) y Ken Salazar (demócrata).

Durante su comparecencia ante el Senado para la aprobación del cargo de fiscal general, el senador demócrata Ken Salazar votó a favor del señor Gonzales, a pesar de pertenecer a diferente partido, debido a que el señor Salazar consideraba que los miembros de la comunidad hispana debían apoyarse entre sí. Otro dato significativo es que -por primera vez en la historia de esa institución- el senador Mel Martínez leyó parte de su discurso de investidura ante el Senado en español.

Durante mucho tiempo, como señala la profesora María Jesús Criado en un análisis recientemente publicado por el Real Instituto Elcano, «las relaciones entre España y la población de origen latino residente en EEUU se han caracterizado, en general, por el desconocimiento y la falta de interés mutuo». Muchos de los hispanos de EEUU desconocen las nociones más rudimentarias de los que supuso la aportación cultural de España al suroeste de EEUU, la importante contribución de España a la Guerra de Independencia de EEUU, e ignoran que gran parte de los elementos de la cultura material -cultivo de tierras, ganadería, técnicas de equitación, arquitectura y alimentación- que algunos consideran típicamente «americanas» proceden de España.

Pero, como consecuencia de algunas actuaciones procedentes tanto del sector público como del privado, parte de ese desconocimiento mutuo está empezando a desaparecer. En una carta dirigida al presidente de la Fundación Consejo España-EEUU, un grupo de líderes hispanos planteaba reforzar los vínculos lingüísticos, culturales y económicos con España, proponiendo varias iniciativas que incluían la petición de aumentar el número de institutos Cervantes en EEUU (hasta el momento, sólo tres centros), la modificación de los textos escolares para que reflejen la aportación de España y de la comunidad hispana en la historia de EEUU, y la propuesta de lograr una mayor cooperación ente los medios de comunicación, de publicidad y de cine de la comunidad hispana y de los españoles.

Resulta esencial que los propios hispanos de EEUU se den cuenta de que, a diferencia de lo se enseña tradicionalmente en las escuelas y las universidades de EEUU, la transmisión de la civilización europea en ese país no fue sólo desde el Este hacia el Oeste sino que, a partir de la conquista de México por España, la cultura occidental ascendió por la cuenca del Río Grande de sur a norte, extendiéndose hacia el Este y hacia el Oeste con la colonización tardía de California.

La proposición no de ley recientemente aprobada con el respaldo de los tres partidos mayoritarios (PSOE, PP, IU) constituye un ejemplo de cómo el poder legislativo debe actuar como elemento impulsor de medidas que, por su interés, cuentan ya con el apoyo de amplios sectores universitarios, de fundaciones y de empresas.