La Unión Europea, EEUU y Canadá, esquivan las prohibiciones sobre venta de armas a países responsables de violar los derechos humanos. Se aferran a la norma que dice que no se pueden vender armas enteras, pero sí por piezas.
Si hay vacíos, aprovecharlos. Es la política que siguen gobiernos y empresas de armamento de la Unión Europea (UE), EEUU y Canadá, que esquivan las prohibiciones sobre venta de armas a países responsables de violar los derechos humanos leyendo la letra pequeña de las normas vigentes.Las empresas de armamento de la UE, por ejemplo, se las arreglan para saltarse el embargo sobre la venta de armas a China, de la misma manera que las compañías norteamericanas logran hacer papel mojado de la promesa de EEUU y Canadá de no vender helicópteros de combate al régimen comunista. Todas se aferran a la norma que dice que no se pueden vender armas enteras, pero sí por piezas. Sucede otro tanto con la subcontratación. El código de conducta de la UE sobre exportación de armas impide la venta desde los países de origen, pero no desde terceros. El informe denuncia que la empresa austriaca de armas Glock está tratando de establecer una planta en Brasil para poder enviarlas desde allí.
Nuevo informe de la campaña Armas bajo Control
El informe revela la existencia de empresas estadounidenses, de la UE y canadienses entre aquellas que eluden las normativas sobre armas vendiendo piezas y componentes y subcontratando la fabricación de armas en el extranjero.
La globalización del sector de armamento ha aprovechado las importantes lagunas de todas las normativas actuales sobre exportación de armas, permitiendo la venta a autores de abusos contra los derechos humanos y a países sometidos a embargos de armas, según expone un nuevo informe de la campaña Armas bajo Control.
El informe, titulado Armas sin fronteras. Por qué el comercio globalizado requiere controles legales, se presenta hoy, 2 de octubre, cuando las Naciones Unidas inician su periodo anual de sesiones sobre control de armas, y en vísperas de una votación histórica en la ONU para empezar a trabajar en torno a un Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas.
El informe revela la existencia de empresas estadounidenses, de la UE y canadienses entre aquellas que eluden las normativas sobre armas vendiendo piezas y componentes y subcontratando la fabricación de armas en el extranjero. También detalla cómo se están montando armas, incluidos helicópteros de ataque y carros de combate, con piezas y componentes extranjeros, fabricándolas bajo licencia en países como China, Egipto, India, Israel y Turquía.
El informe muestra también cómo estas armas y otras similares han terminado en destinos como Colombia, Sudán y Uzbekistán, donde, según los informes, han sido utilizadas para matar y desplazar a civiles. Esto pone de manifiesto la necesidad urgente de establecer unas normas mundiales que regulen este sector cada vez más globalizado.
«El informe revela un sinfín de lagunas y vidas destrozadas. Las empresas de armamento son globales, pero las normas sobre armas no lo son, y el resultado es que se está armando a regímenes abusivos. Europa y Norteamérica se están convirtiendo rápidamente en el IKEA del sector de armamento, suministrando piezas para que quienes cometen abusos contra los derechos humanos las monten en casa, pero dejando a un lado la moral. Ya es hora de un Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas», ha declarado Jeremy Hobbs, director de Oxfam Internacional.
El informe expone dos importante lagunas que permiten que las empresas de armamento eludan legalmente las normativas sobre armas, incluidos los embargos.
No puedes venderlas enteras, pero sí puedes venderlas en piezas individuales
La Unión Europea mantiene un embargo de armas contra China. Estados y Canadá se niegan a vender a China helicópteros de ataque. Sin embargo, el nuevo helicóptero de ataque chino Z-10 no volaría sin las piezas y la tecnología de una empresa británico-italiana (AugustaWestland), una empresa canadiense (Pratt & Whitney Canada), una empresa estadounidense (Lord Corporation) y una empresa franco-alemana (Eurocopter). China ha vendido anteriormente helicópteros de ataque a varios países, entre ellos Sudán, que se encuentra bajo un embargo total de armas de la UE y un embargo parcial de la ONU.
El helicóptero Apache, utilizado por Israel en la reciente crisis de Líbano, se compone de más de 6.000 piezas fabricadas en países de todo el mundo, incluidos Reino Unido, Países Bajos e Irlanda. Según el Código de Conducta de la UE, estos países deben negarse a exportar helicópteros de ataque directamente a Israel.
No puedes venderlas desde aquí, pero sí desde allí
En mayo de 2005, las fuerzas de seguridad uzbekas abrieron fuego contra manifestantes, matando a centenares de personas. El ejército uzbeko utilizó durante la masacre Land Rovers militares, compuestos en un 70 por ciento por piezas británicas. Las piezas de Land Rover se enviaron como «kit» de montaje a Turquía, donde se ensamblaron y se convirtieron en vehículos militares que, a continuación, fueron suministrados al gobierno uzbeko. El gobierno británico no tiene ningún control sobre este negocio, ya que los vehículos no se montaron y se convirtieron en vehículos militares en Reino Unido.
«Los fabricantes de armas de la UE no tienen que sacrificar sus beneficios en aras de unos principios: pueden limitarse a subcontratar», ha declarado Rebecca Peters, directora de la Red Internacional de Acción contra las Armas Ligeras. «Por ejemplo, la empresa austriaca de armas Glock está tratando de establecer una planta de fabricación en Brasil. Si el proyecto sigue adelante, Glock podrá eludir el Código de Conducta de la Unión Europea en materia de exportación de armas enviando las armas desde su fábrica brasileña».
El informe muestra también que la tecnología que revoluciona el sector de armamento es a menudo la misma que se utiliza en los artículos domésticos, y frecuentemente no está regulada. Por ejemplo, los procesadores de señal digital utilizados en los últimos reproductores de DVD pueden encontrarse también en los sistemas de determinación de blanco de los sistemas de guía de misiles de aviones de combate, pero cuando la tecnología se vende para utilizarse en aviones militares no está regulada.
«Las leyes sobre comercio de armas están tan desfasadas que las ventas de cascos militares están más reguladas que los componentes que, al montarse, crean armas mortales. Lo que el mundo necesita es un Tratado Internacional sobre el Comercio de Armas que sea efectivo y que detenga el flujo de armas hacia quienes cometen abusos contra los derechos humanos», ha manifestado Irene Khan, secretaria general de Amnistía Internacional.
Datos y cifras
Para cuando finalice este año, se calcula que el gasto militar habrá alcanzado la cifra sin precedentes de 1.058,9 miles de millones de dólares estadounidenses, aproximadamente quince veces el gasto internacional en ayuda humanitaria. Es una cifra superior al récord alcanzado durante la Guerra Fría, en 1987/88, de 1.034 miles de millones de dólares al precio actual.
En 2005, Estados Unidos, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania juntos sumaron aproximadamente un 82 por ciento de todas las transferencias de armas.
Brasil, India, Israel, Singapur, Sudáfrica y Corea del Sur tienen actualmente empresas de armas situadas entre las 100 primeras del mundo.
Amnistia Internacional