La OCDE y el FMI, que siguen recetando a España que profundice aún más en la moderación salarial, deberán actualizar la estadística laboral de un país en el que las rentas de trabajo son las que más ingresos aportan al Estado.
Un tercio de los asalariados (34%), 5,7 millones, son seiscientoseuristas. Se trata de la nueva generación salarial que ha dejado atrás al mileurismo de antes de la crisis. Cobran el equivalente al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), unos 9.034 euros al año, es decir, una media de 645 euros al mes en 14 pagas.
Estas cifras, publicadas el jueves pasado por la Agencia Tributaria a partir de los datos proporcionados por los empleadores en la Declaración Anual de Retenciones e Ingresos a Cuenta sobre Rendimientos del Trabajo (Modelo 190) en 2013, dan una idea de la precarización laboral.
Este salario no es el que abona una sola empresa, sino que corresponde al acumulado de las percepciones anuales que, en algunos casos, supera las 1,6 de media por persona.
En este colectivo se encuentran los trabajadores más jóvenes, donde se concentra más la rotación laboral. Pero, el seiscientoseurismo se extiende también por todos los tramos de edad, incluso en los más elevados.
Así, aquí está el 86% de los jóvenes de menos de 18 años que tienen empleo (33.681 personas) y el 74,7% (1.107.104) de los que figuran con una edad de entre 18 y 25 años. A ellos, se suma el 38% (1.646.016) de los que se encuentran en el tramo de 26 a 35 años, y el 28,7% (1.427.204) de los que tienen entre 36 y 45 años. También aparece uno de cada cuatro asalariados (956.603) de entre 44 y 55 años, y el 26% (493.780) de los que tienen entre 56 a 65 años. Y, curiosamente, también se encuentra el 63,7% (87.652 personas) del total de los trabajadores que han decidido prolongar su vida laboral después de cumplir los 65 años que, ante la posibilidad de una pensión exigua, siguen trabajando.
Autor: Francisco Núñez ( * Extracto)