El año de la comunidad

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La vida del cristiano siempre ha de ser vida de comunidad, so pena de no ser vida cristiana, actualizando el amor que caracteriza la Comunidad Suprema, formada por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Si decimos que 1963 ha de ser el AÑO DE LA COMUNIDAD no es porque los otros años lo sean menos, sino porque vamos a dedicar una atención preferente a este aspecto tan fundamental de nuestra vida religiosa.

Con los mejores augurios para el año que empieza, para todos vosotros, hermanos que formáis, que debemos formar, la comunidad de las familias obreras, vamos, pues, a poner un cuidado especial al sentido de comunidad, que ha de conducirnos a SER UNO, como son UNO el Padre y el Hijo.

Nosotros, especialmente, los obreros, ¡cómo necesitamos de manera vital la comunidad, si es que queremos continuar existiendo como clase y no queremos perecer en las inmundicias del individualismo, del egoísmo ladrón a que está abocado el mundo, por estar alejado de Jesús!

Puedes adquirirlo en papel en tu Casa de Cultura y Solidaridad más cercana.

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