El apagón venezolano: cuando se cortocircuita a un pueblo

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Un campo de concentración, de guerra y hambre, llamado Venezuela, está sin luz.

El jueves pasado se produjo un apagón que llegó a afectar prácticamente a todo el país y que para las 5 de la tarde de este lunes llegó a sumar 90 horas continuas sin flujo eléctrico en Maracaibo, la segunda ciudad más grande, así como en otras importantes urbes del centro occidente del país. La situación de precariedad en el suministro de energía se prolonga. Más de 25 muertos directamente en los hospitales que se sepa, sin contar los saqueos y revueltas en las calles y comercios.

Al apagón que ya cumple varios días se suma la falta de agua potable, consecuencia directa de la falta de energía, también en el bombeo de agua en edificios altos de Caracas… Desesperados por la falta de líquido, residentes de Caracas acuden a todas las fuentes disponibles de este líquido para calmar la sed, aguas contaminadas en su mayoría.

Sabotaje o penosa realidad

Paradójicamente, Venezuela posee, además del petróleo, grandes recursos hídricos, de los que obtiene gran parte de su energía gracias principalmente al Guri.

Según el gobierno de Nicolás Maduro, fue causado por un «sabotaje» en laprincipal hidroeléctrica del país, la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, conocida como el Guri. Pero expertos del sector apuntan a un incendio «en el corredor» de la principal línea de transmisión del servicio del Guri.

Paradójicamente, Venezuela posee, además del petróleo, grandes recursos hídricos, de los que obtiene gran parte de su energía gracias principalmente al Guri.

Esa central, ubicada sobre el río Caroní -en el sur del país- y construida entre 1963 y 1969, llegó a ser la planta de ese tipo más grande del mundo tras una segunda etapa de construcción, que concluyó en 1986.

En Venezuela hay entre 16.000 y 17.000 megavatios instalados de energía hidroeléctrica y una cifra similar de fuente termoeléctrica, para un total aproximado de unos 34.800 megavatios.

«El drama de este país es que hoy, con la crisis que nos ocupa, solo tenemos disponibles entre 12.000 y 13.000 megavatios» ha afirmado a BBC un experto en energía venezolano.

De esa capacidad, que era la disponible antes del apagón del jueves, el sistema del bajo Caroní representaba 11.100 megavatios, con lo que en torno al 85% del consumo del país dependía de fuentes hidroeléctricas.

Winston Cabas, presidente de la Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica, Mecánica y profesiones afines del Colegio de Ingenieros de Venezuela,  indica que la energía generada por fuentes hidroeléctricas en el sur de Venezuela es transmitida hacia el resto del país a través de una de las pocas redes existentes en el mundo capaz de operar a un nivel de extra alta tensión: tres líneas de 765 kilovoltios, que recorren unos 2.300 kilómetros.

En términos de generación termoeléctrica, Venezuela cuenta con unas 20 centrales, incluyendo Planta Centro, la más grande de América Latina.

Expertos en el tema eléctrico en Venezuela, apuntan más bien a una crisis causada por una suma de circunstancias.

Cabas, por ejemplo, señala que el jueves se produjo un incendio en la subestación Malena -cerca del Guri, en el sur del país-, como consecuencia de la falta de mantenimiento en el corte de la vegetación que hace que se sobrecalienten dos de las tres líneas de 765 kilovoltios, dejándolas fuera de servicio y ocasionando la sobrecarga de la tercera línea que también dejó de operar.

Estas fallas habrían activado el sistema de protección de la central de Guri, paralizando sus máquinas, y también una salida de sincronización de la represa de Caruachi.

«Ante este incidente se cae el sistema hidroeléctrico del bajo Caroní, sacando casi 6.000 megavatios del sistema y solo queda operando la central hidroeléctrica de Macagua, que produce unos 1.150 megavatios y solamente sirve para atender a ciudades del oriente del país. Así pasamos a depender del sistema termoeléctrico», señala Cabas.

El experto indica, no obstante, que las centrales termoeléctricas solamente representan unos 2.500 megavatios disponibles.

¿Cómo es posible esto si la capacidad instalada en este tipo de energía se ubica entre 16.000 y 17.000 megavatios y cuando Venezuela invirtió durante la última décadas varios miles de millones de dólares en su desarrollo?

«La crisis de las plantas termoeléctricas es multifactorial: falta de recursos humanos, de mantenimiento, de inversión, de combustible y la corrupción», responde el experto.

Fuente: BCC, CNN

Redacción