El basurero de Caicara en Venezuela: Cuando la miseria alimenta la muerte

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Ahora, en la Venezuela actual, es más rentable ir al basurero y vender plásticos que trabajar por un sueldo de 45 bolívares (2 dólares USA) mensuales.

Los basureros son en los países empobrecidos el refugio de miles de descartados y hambrientos. La miseria lleva a cientos de familias en Venezuela a vivir sumergidos en la «economía de los basureros» que suministra plásticos, vidrios o metales que los niños y padres pueden revender en el mercadeo informal. Pero también son fuente de alimento, alimentos en condiciones inimaginables para los que vivimos en los países enriquecidos, y que provocan no pocas muertes y enfermedades a las familias.

Hace un mes saltaba la noticia en Venezuela: Un niño de 12 años murió tras ingerir comida envenenada en un basurero de Caicara de Maturín, en el estado de Monagas, un hecho que conmocionó a los ciudadanos de esta región de Venezuela.

Hace un mes saltaba la noticia en Venezuela:

Un niño de 12 años murió tras ingerir comida envenenada en un basurero de Caicara de Maturín, en el estado de Monagas, un hecho que conmocionó a los ciudadanos de esta región de Venezuela. Este fallecimiento es solo una muestra del sufrimiento de un pueblo, sometido al hambre, a la miseria y a la violencia, con un éxodo 7,1 millones de venezolanos repartidos por el mundo (28 millones es la población total)

«La mayoría vive del basurero»

Yolanda Pérez, vicepresidenta de la Fundación Cuidarte, una organización que se dedica a ayudar a los niños en situación de calle en Venezuela, asegura que la pobreza extrema en el país ha incrementado «enormemente» en los últimos cuatro años, cuando se creó la fundación. (Fuente BBC Mundo)

«La pobreza extrema, especialmente en el sector Las Delicias de Caicara de Maturín, es impresionante. Primera vez que vengo y me he dado cuenta, hablando con la gente, que hay una calle completa donde la mayoría vive del basurero«, le dice a BBC Mundo.

«Las familias van al basurero para recoger plásticos o vidrios, luego un camión pasa por el sector para recolectar el material. El camión se va y luego regresa a los quince días o al mes para pagarles a la gente lo que le debe. Los recolectores no reciben el dinero al instante».

El informe «Panorama regional de la seguridad alimentaria y nutricional de América Latina 2022» publicado por la ONU el año pasado señala que al menos 6,5 millones de personas padecen hambre en Venezuela.

Según la misma fuente, el 4,1 % de los niños menores de 5 años en el país presenta desnutrición aguda. (HAMBRE)

Entre 2013 y 2021, la economía venezolana se contrajo en más de un 75% y al menos 7 millones de personas emigraron a otros países, una cifra que representa un cuarto de la población total de la nación petrolera.

«Antes había pobreza, pero yo nunca en mi vida vi gente comiendo del basurero«, comenta una vecina anciana que prefiere mantenerse en el anonimato.

«La gente se ayudaba con la agricultura y con un trabajo se podía medio vivir. Ahora, en la Venezuela actual, es más rentable ir al basurero y vender plásticos que trabajar por un sueldo de 45 bolívares (US$2) mensuales», añade.

Rudy cuenta que hace poco trató de buscar un trabajo en la alcaldía, pero que no aceptó al darse cuenta de que ganaría más recogiendo en el vertedero que los US$2 que le ofrecían como sueldo.

Si bien la economía venezolana creció durante el último año, la mejora no ha llegado en los sectores más pobres de la sociedad, según economistas, algunos de los cuales predecían que el crecimiento que se vio en 2022 no era sostenible y las últimas cifras les han dado la razón.

Según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), la actividad económica del país sudamericano se contrajo un 8,3 % en el primer trimestre de este año en relación al mismo período de 2022.