El doctor Biscet y su defensa del derecho a la vida

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‘Cuando pienso en la libertad pienso en ti esposo mío que cumples la honrosa misión de permanecer preso en una cárcel de máxima seguridad porque un día dijiste que la pena de muerte y el aborto son crímenes contra la humanidad, porque no soportaste la violencia inmerecida contra los seres humanos y decidiste predicar y practicar con tu ejemplo la no violencia.’ Carta de Elsa Morejón a su esposo, Oscar Elías Biscet encarcelado en Cuba

Oscar Elías Biscet es un médico cubano actualmente encarcelado por el gobierno de ese país en calidad de prisionero político. Nació en una familia humilde en La Habana, Cuba, el 20 de julio de 1961. En 1985 se graduó en medicina, en la especialidad de medicina interna. En el año 1986 protagonizó su primera protesta a causa de largas horas sin paga que los médicos cubanos debían ofrecer; en consecuencia fue suspendido profesionalmente del Hospital Nacional por el período de un año. Al año siguiente comenzó la práctica y enseñanza de la medicina en el Hospital Materno Infantil Hijas de Galicia, en La Habana.

A finales de la década de 1980, da comienzo a sus actividades cívicas manifestándose en contra de los abusos cometidos por el gobierno de su país. En 1994 se le abre un expediente por “peligrosidad». En 1997, crea la Fundación Lawton por los Derechos Humanos con la finalidad de promover pacíficamente la defensa de los derechos humanos, tomando como base el Derecho a la Vida, y que desarrolla su actividad a través de la desobediencia civil no violenta. Durante los más de 10 años que ejerció como médico en los hospitales cubanos, Biscet empezó a preocuparse cada vez más por las prácticas abortivas del gobierno. En 1998, cuando trabajaba en un hospital en La Habana, realizó un estudió sobre la utilización de un fármaco llamado Rivanol, que provocaba el aborto en casos de embarazo avanzado. La droga se utilizaba con frecuencia, especialmente en niñas de apenas 12 años, que, forzadas a dejar sus casas y padres para ir a trabajar a zonas rurales, a menudo se «metían en problemas».

El estudio concluyó que el Rivanol se usaba muchas veces en partos de fetos que nacían vivos. Biscet escribía horrorizado lo que sucedía: «se cortaba el cordón umbilical y que se dejaban a las criaturas sangrar hasta la muerte o se envolvían en papel para asfixiarlos». Y que esto era una práctica común en muchos hospitales de la isla. El trabajo denunciaba también que esta práctica se realizaba sin previa información a la paciente de esta posibilidad. Este estudio fue traducido al inglés y enviado a la Convención Sobre los Derechos del Niño, en Ginebra, Suiza.

La respuesta de las autoridades no se hizo esperar. En febrero de 1998, el Dr. Biscet fue oficialmente expulsado del Sistema Nacional de Salud y desde entonces no se le ha permitido practicar su profesión de médico en su país. Su esposa Elsa Morejón, enfermera de profesión, se encuentra también desempleada debido a las actividades pro derechos humanos de su esposo y ha tenido que depender de la caridad de sus amistades para subsistir.

Biscet, declarado prisionero de conciencia por Amnistía Internacional desde 1999, es un cristiano devoto, seguidor del las filosofías de Gandhi y Martin Luther King.  Ha sido maltratado física y psicológicamente, sufriendo palizas, amenazas, humillaciones, chantajes, intimidaciones, interrogatorios y encarcelamientos en celdas junto a individuos desquiciados mentales y criminales comunes.

Después de haber cumplido sus 3 años en prisión, a fines del 2002, el Dr. Biscet fue puesto en libertad y se le permitió regresar a su casa. Pero, apenas un mes después, cuando se preparaba para reunirse con una delegación de activistas de derechos humanos de Matanzas, la policía secreta lo detuvo junto a muchos de los delegados. Después de varios meses en prisión, ya en 2003, el Dr. Biscet fue nuevamente acusado de actividades peligrosas para la seguridad del Estado. (Ley 88 llamada La Ley Mordaza). En esta ocasión fue sentenciado a 25 años de prisión.  En varias ocasiones, la Seguridad de Estado ha intentado someter al Dr. Biscet a exámenes psiquiátricos en Mazorra (el hospital psiquiátrico de La Habana) y lo ha presionado para que salga de Cuba, a lo que el Dr. Biscet a respondido con que él nunca abandonará su país.

Numerosas organizaciones internacionales de derechos humanos le consideran un preso de conciencia, detenido únicamente por el ejercicio pacífico de sus libertades fundamentales y solicitan su inmediata e incondicional liberación. Fue nominado candidato al premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2009.

La vida de Oscar Elías es todo un testimonio de Amor y de Solidaridad defendiendo la vida hasta sus últimas consecuencias. Todo un ejemplo de sacrificio y entrega por amor.

Testimonio del doctor Biscet desde la celda 123

Mi querida esposa Elsita: Hoy en víspera de mi cumpleaños cuarenta y ocho, te escribo estas esquelas, si en mis Testimonios, (…) encuentras en ellos algún beneficio para la humanidad, publícalos.(…)

Cuando me preguntas que como estoy y te digo que Resistiendo es porque el medio donde me encuentro es un medio demasiado agresivo para un hombre civilizado que está en la cárcel por defender estas magníficas ideas de amor: la promoción de los Derechos Humanos y la defensa de la vida.

Por eso doy gracias a Dios todos los días al levantarme porque en esta oscura soledad se que él está conmigo. Continuo la lectura de los Salmos, las oraciones y ayuno todas las semanas veinte cuatro horas todos los viernes desde que estoy en prisión, más se hace necesario que los cubanos dentro y fuera de Cuba se unan en comunión con el Dios bíblico en sus atributos divinos, el principal atributo otorgado por él a los humanos es la libertad porque estamos hechos a su imagen y semejanza, el rechaza las ideas injustas.

Te exhorto que ese día 20 de julio día de mi cumpleaños comiences la recogida de firmas en Cuba y en la Comunidad Internacional para lograr que el Gobierno de Cuba ratifique y ponga en práctica los Pactos Internacionales de Derechos Humanos en nuestro país, sin Derechos Humanos no alcanzaremos la dignidad y la libertad de los cubanos, la vida se Vive con dignidad y cuando falta esta cualidad debemos buscarla. (…)

A pesar de que fui criado ateo con una fuerte influencia de la escuela pública, todas son así en Cuba. Cuando comencé en la escuela de medicina pude ver y estudiar las células y sus estructuras, al principio el estudio de sus membranas quedé maravillado y empecé a comprender la vida; ante la plenitud de esta magnífica obra microscópica solo pensé ¡hay un Dios! Dos años mas tarde tuve por primera vez una Biblia en mis manos, no la entendía, mas me gustaba leerla.(…) les envío un fuerte abrazo a todos los que siguen iluminados en busca de la verdad.

Aunque nunca celebre el día de mi cumpleaños (…) Hoy siento que el mejor regalo de cumpleaños en el lugar que me encuentro son las bendiciones de Dios al traer solidaridad a los oprimidos. Fiax la Luz Deo.

Tu esposo que te ama. Dr. Oscar Elías Biscet. 15 de Julio del 2009