El endeudamiento de los consumidores estadounidenses llegó a un nuevo récord: 4 billones de dólares, el mayor nivel en la historia del país.
Un adulto promedio tiene más de 4.000 dólares USA en deuda solo en tarjetas de crédito, algo que ha complicado la vida de las familias más vulnerables, que no tienen cómo enfrentar sus compromisos financieros.
«Esto ha sido como el valle de la muerte», dice Dean Ledbetter, un militar veterano que asegura que las deudas le arruinaron su salud y lo dejaron en la bancarrota.
Comenzó usando tarjetas de crédito y cuando vio que no podía pagarlas, pidió más créditos a prestamistas (con gigantescas tasas de interés) y dinero a sus amigos.
En EE.UU. 32 estados permiten cualquier forma de préstamo fuera de la banca tradicional, que suele ser la forma más cara de endeudarse.
Es así como la gente termina atrapada en tres grandes deudas que van asfixiando poco a poco a los deudores: créditos de consumo, crédito automotriz y crédito estudiantil.
Desde el lado de los prestamistas, Mary Jackson, directora ejecutiva de la asociación de prestamistas Online Lenders Alliance, defiende los términos en los que operan los créditos entregados a personas con alto riesgo de impago. «La tasa de incumplimiento es de alrededor del 25%. Eso aumenta los costos de la industria porque la gente no está en condiciones de cumplir con sus obligaciones»
Pobreza rural en la economía más rica del mundo
A nivel nacional, si muchas personas no pueden amortizar sus deudas, las cosas se pueden complicar, como ocurrió en la Gran Crisis financiera de 2008, cuando muchas familias no fueron capaces de pagar sus hipotecas.
Muchos economistas argumentan que la deuda de los consumidores no es una amenaza inminente para la economía del país. Menos aún cuando las tasas de interés están en niveles históricamente bajos.
Pero algunos expertos, como el profesor de la Universidad de Harvard, Kenneth Rogoff, reconocen que una «estanflación» crónica (estancamiento económico, más inflación) dificulta la situación de las personas con bajos ingresos.
«Creo que hay zonas del país, especialmente fuera de las zonas urbanas, donde hay menos trabajo y el valor de las viviendas ha caído. Son zonas más deprimidas donde la deuda de los consumidores es un problema».
«La movilidad es menor que la que había hace 30 o 40 años».
La crisis de la deuda estudiantil
¿En qué sectores están creciendo más rápido las deudas de los consumidores?
«Créditos de consumo, préstamos automotrices y más dramáticamente, las deudas educacionales», apunta Rogoff.
«La deuda estudiantil afecta a personas que aún están buscando trabajo«.
El economista explica que hace unos 15 años se modificaron las leyes dejando a los estudiantes en una situación «injusta».
Con 24 años, Melissa Haggerty dice que a pesar de tener un trabajo de clase media bien remunerado, no ha podido pagar su deuda estudiantil, que tiene un 11% de interés anual.
«Es difícil pensar en el futuro cuando tienes esa deuda tan devastadora».
«No sé si alguna vez podré pagar ese crédito. Es muy difícil mirar más allá de este mes. Tengo un salario respetable, pero los bancos me piden que les pague más de lo que gano».
«Hay tasas de interés que pueden llegar hasta el 1.000%»
Martha Wunderli representa a una organización sin fines de lucro AAA Fair Credit Foundation, que intenta ayudar a los deudores en Utah.
«El costo de la vivienda representa la mitad o más de la mitad del salario promedio de una persona y los sueldos no siguen la misma tendencia de la economía».
Fuente BBC