El abogado por los derechos humanos, Zhang Xuezhong –ex profesor de Derecho en la Universidad de Shanghái, luego despedido – difunde una carta abierta a los delegados de la Asamblea Nacional del Pueblo, que ha sido censurada por el régimen. Para Zhang, los delegados no representan a nadie, ya que nadie los eligió; la Constitución china “es una pseudo-Constitución”. El gobierno “para el pueblo” en realidad es un monstruo que devora la riqueza de la sociedad. La “Democracia” no es un mero ideal “occidental”, como dice Xi Jinping.
La Asamblea Nacional del Pueblo (ANP), el parlamento chino, hoy dio inicio a su labor. Los casi 3.000 delegados provienen de todos los rincones del país, pero ellos han sido cooptados por el Partido Comunista Chino y no fueron electos por la población. Hace dos años, ellos modificaron la Constitución, permitiendo que Xi Jinping asumiera la presidencia en forma vitalicia. Hace dos semanas, el 10 de mayo, un abogado por los derechos humanos, Zhang Xuezhong, de 44 años, oriundo de Shanghai, difundió una carta abierta dirigida a los delegados de la ANP, en la que dice con claridad y precisión propia de un constitucionalista, que ellos “no representan a nadie”; que la Constitución china es una pseudo-constitución: que el sistema de gobierno existente en China es “pre-moderno” y que necesita poner al día si no quiere colapsar.
El resultado: Zhang fue llevado por la policía e interrogado durante un día entero, y su carta publicada en WeChat fue censurada. Sin embargo, la revista “China Change” logró difundirla en chino.
Zhang, profesor de Leyes en la China East University, fue despedido en el 2013 por haber difundido documentos que prueban la censura practicada por el Partido sobre el cuerpo académico. Su lúcido análisis muestra que la “democracia” y el “poder del pueblo” no son mitos occidentales – como predica el Partido – sino que anidan en el corazón de los chinos, aún a costas de sufrimientos. En esta primera parte, presentamos algunos fragmentos de la carta abierta, que se refieren a la ANP y a la estructura de gobierno impuesta en China.
Estimados delegados:
¡Salud!
Mi nombre es Zhang Xuezhong, y soy un ciudadano chino común y corriente que vive en Shanghái. Cuando ustedes participen en la tercera sesión de la XIII Asamblea Nacional del Pueblo (ANP), que comienza el 22 de mayo, la epidemia de coronavirus quizás no habrá pasado todavía…
De todos modos, la admiración por su profesionalismo personal no significa que yo reconozca su legitimidad como representantes del pueblo chino. Y esto es por estas dos razones: no considero que sean legítimos representantes del pueblo chino, y tampoco pienso que la ANP sea un legítimo cuerpo representativo…
Estimados Delegados, como ustedes no son verdaderos representantes del pueblo, la presente “constitución” tampoco es una verdadera constitución. Ésta no es la ley fundamental usada por el pueblo chino para crear y regular el poder del gobierno, sino un manual de operaciones usado por el partido gobernante para plasmar y operar su propio poder…
Es imposible modernizar el sistema político y el gobierno social de una nación mediante una pseudo-Constitución. Una nación políticamente moderna es aquella en la que se garantizan los derechos de los ciudadanos de un modo fehaciente. Pero en nuestro país, la gente no solo se ve privada de su derecho a participar en política; ellos (ni siquiera) pueden elegir libremente a los representantes de gobierno en todos los niveles, a la gente se la priva de una efectiva protección, tanto en sus derechos a la propiedad como en aquellos personales.
Por ejemplo: un área residencial privada, completamente legal, es transformada en una construcción ilegal de un momento a otro, para que así “deba ser” demolida por la fuerza, solo porque el gobierno ha emanado un nuevo documento en materia urbanística. Las autoridades públicas pueden usar el pretexto de combatir las actividades delictivas para secuestrar arbitrariamente las propiedades de empresas legales. En algunas partes, el gobierno remueve con una fuerza brutal hasta las tumbas de sus antepasados y arranca las cruces de los techos de las iglesias que fueron construidas en el marco de la ley.
Otro ejemplo: desde que el sistema de peticiones fue legalizado, presentar peticiones debiera ser un derecho del ciudadano. Sin embargo, la situación actual es que los gobiernos locales suelen diseminar personas (“interceptores”) para restringir la libertad personal de quien presenta peticiones. En el pasado reciente, ha crecido más y más el número de personas enjuiciadas, detenidas y condenadas por haber hecho declaraciones en Internet…
En países normales, a expensas del gobierno, se da prioridad a la asistencia social para aquellas personas en dificultades financieras; por el contrario, en nuestro país, se da prioridad a aquellos que están en el poder. En muchos lugares [de China], los salarios de los empleados estatales son varias veces superiores a los de los empleados privados, y ellos [los primeros] habitualmente gozan de mayores y generosos beneficios. La pensión que los empleados estatales reciben es muy superior a la que recibe un pensionado de una empresa privada.
Ni qué hablar de la espeluznante corrupción y del derroche [presente] en todos los niveles del gobierno. Toda la burocracia y los empleados estatales ya no son más los “servidores del público”, sino monstruos que devoran la riqueza de la sociedad sin ningún límite…
En nuestro país, un gobierno que grita todo el día que se dedica a “gobernar para el pueblo”, en realidad no lo hace en absoluto. ¿Y por qué es esto? Porque es difícil, para todos los niveles de autoridad, entregar toda la riqueza que ha caído en sus manos. A modo de comparación, es más fácil ignorar las necesidades y los reclamos de la población, ya que los representantes de gobierno en todos los niveles no fueron elegidos por la gente y por tanto no necesitan recibir autoridad de ella…
El gobierno social chino aún sigue en un estado de atraso. La corrupción difusa de los representantes de gobierno; la difusa falta de justicia; el difuso deterioro del ambiente; los reiterados incidentes sobre la seguridad de los alimentos, los medicamentos, las vacunas; la rápida suba de precios en relación a los salarios de las personas; el déficit y la pérdida de la confianza en la seguridad social; además, es cada vez más difícil operar en el comercio y a los habitantes de las ciudades y de las áreas rurales les resulta cada vez más difícil hallar un empleo, inclusive a los graduados universitarios. Todo esto ha debilitado seriamente la sensación de felicidad y de seguridad de los ciudadanos y ha vuelto a todos ansiosos y confundidos de cara al futuro…
Fuente Asia News