El IMPERIALISMO DEMOGRÁFICO: El CONTROL de la presión revolucionaria del TERCER MUNDO

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Una reflexión para el DIA MUNDIAL DE LA POBLACION. El mundo tiene recursos suficientes para garantizar el bienestar a todos sus habitantes. El problema radica en la justa distribución de la riqueza y cuando esto se combate se hace necesario un chivo expiatorio: la población. Robert McNamara, que fue ministro de Defensa de Estados Unidos, miembro de la Trilateral, responsable en gran parte de la guerra de Vietnam, después durante largo tiempo presidente del Banco Mundial, sostenía que era más útil invertir un dólar en control de la natalidad que diez dólares en ayuda al desarrollo, es un claro exponente de esa política antinatalista . Defendió que la explosión demográfica era el mayor obstáculo para el progreso de Iberoamérica y dijo que el Banco Mundial otorgaría prioridad en sus préstamos a los países que aplicaran planes de control de la natalidad…

Por Francisco sandalio
Solidaridad.net

El mundo tiene recursos suficientes para garantizar el bienestar a todos sus habitantes. El problema radica en la justa distribución de la riqueza y cuando esto se combate se hace necesario un chivo expiatorio: la población.

UN ANTECEDENTE HISTÓRICO

Tenemos un antecedente histórico del control de natalidad que parece escrito hoy. El gran escritor y periodista inglés, convertido al catolicisnmo, Gilbert K. Chesterton, escribió ya contra esta falacia del control de la natalidad en los años 20:

«La historia real del mundo está llena de casos extraños, de ideas que han dado una voltereta y se han contradicho a si mismas de forma completa. El ejemplo más reciente es la noción extraordinaria de que lo que se llama control de la natalidad es una reforma social que avanza junto a otras reformas sociales favorecidas por gente progresista.
La hitoria empezó con Godwin, el amigo de Shelley, y el fundador de tantas reformas sociales que se llaman revolucionarias. Los viejos oligarcas estaban dispuestos a usar cualuqier herramienta contra los nuevos demócratas; y un día tuvieron la suerte funesta de una herramienta llamada Malthus. Es claro y manifiesto que Malthus escribió una respuestas a Godwin. Si Godwin intentaba mostrar que era posible que la humanidad fuera más feliz y más humana, Malthus intentaba mostrar que no había posibilidad de conseguir que la Humanidad fuera más feliz y más humana. El argumento que utilizó era este: si se ayuda al hombre que se muere de hambre para ser más o menos libre o mediana mente próspero, se casará tendrá un número determinado de hijos y no habrá alimentos para todos. La conclusión, por supuesto: dejar que se muriese de hambre.. Reafirmó la cuestíónsobre el aumento de hijos con una curiosa fórmula matemática sobre la progresión geométrica , que cualquier ser humano puede ver claramente que es inaplicable a los seres vivientes.
Pero lo que importa aquí es que Malthus quería que su argumento fuera un argumento contra la reforma social. Nuncá pensó en utilizarlo de otra manera.: lo usó como un argumento en contra de la antigua costumbre de la caridad humana. Advirtió a la gente contra cualquier arranque de generosidad al dar limosna. Su teoría se echaba siempre como un jarro de agua fría sobre cualquier propuesta de dar propiedad al hombre pobre o un estado mejor en la vida. Tal es la noble historia del nacimiento del control de la natalidad.
La única diferencia es ésta: que los capitalistas de antaño eran más sinceros y más científicos, mientras que los modernos capitalistas son más hipócritas y más nebulosos: mezclan su idea vieja, sencilla y brutal ( la de prohibir que los pobres tengan hijos) con un montón de ideales sociales abandonados y enfermizos, y con promesas que son totalmemte incompatibles con ella. Pero, a fin de cuentas, es un hombre práctico, y cuando llega al terreno práctico será tan brutal como sus antepasados. Nunca dicen que sufrimos debido a una previsión demasiada generosa de banqueros o que los financieros cosmopolitas no deben tener familias numerosas. No dicen que la elegante muchedumbre de Ascot necesita ser disminuida, o que es deseable diezmar la gente que cena en el hotel Ritz o en el Savoy. Los controladores de la natalidad no tienen el más mínimo deseo de controlar esa jungla. Es demasiado peligroso tocarla. Tiene tigres. Nunca hablan de un peligro procedente de las clases acomodadas. Lo que desean controlar es el populacho, y así lo reconoce en la práctica. Siempre insiste en que un obrero no tiene derecho a tener tantos niños, o que una barriada pobre es peligrosa porque produce tantos y tantos niños. La pregunta que le aterra es: ¿Por qué el obrero no tiene un salario mejor? ¿Por qué la familia del barrio pobre no tiene una casa mejor? Su manera de evitarlas no es sugerir una casa más grande, sino una familia más pequeña. El arrendatario o el patrón dicen a su manera, tan tierna y generosa: La verdad es que no puedes esperar que yo me quede sin mis dineros. Pero voy a hacer un sacrificio. Me quedaré sin tus hijos.
Me divierte reflexionar en esa batalla que se avecina, y recordar que cuanto más control de natalidad practiquen mis adversarios, tantos menos serán ese día para luchar contra nosotros.»

LA MANIPULACIÓN DE LA CONCIENCIA y EL IMPERIALISMO DEMOGRÁFICO

Actualmente la palabra «población» se vincula a términos como explosión, en referencias a hordas de analfabetos del Tercer Mundo dispuestos a invadirnos, o evoca la presión de masas de inmigrantes. Ello contribuye a arraigar en la mentalidad popular de los países desarrollados una amenaza invisible para la humanidad que hay que controlar.

Conforme se fue difundiendo el tema, se harían eco de él importantes industrias, incluso militares, que ya usaban terminos como explosión demográfica y otros igualmente apocalípticos.

Los métodos anticonceptivos competían con el NAPALM y la metralla para detener el crecimiento en Iberoamérica y Sureste Asiático. Ya Eisenhower pronosticó que, se el número de habitantes seguía multiplicándose, se agudizaría notablemente el peligro de una revolución. La frase de Lyndon Yohnson se hizo célebre:

«Cinco dólares invertidos contra el crecimientote la población son más eficaces que cien dólares invertidos en el crecimiento económico.»

Robert McNamara, que fue ministro de Defensa de Estados Unidos, miembro de la Trilateral, responsable en gran parte de la guerra de Vietnam, después durante largo tiempo presidente del Banco Mundial, sostenía que era más útil invertir un dólar en control de la natalidad que diez dólares en ayuda al desarrollo, es un claro exponente de esa política antinatalista . Defendió que la explosión demográfica era el mayor obstáculo para el progreso de Iberoamérica y dijo que el Banco Mundial otorgaría prioridad en sus préstamos a los países que aplicaran planes de control de la natalidad. En una conferencia en 1977 afirmaba:

«Los gobiernos debe mejorar el acceso a los medios de control de la fecundidad tanto cualitativamente como cuantitativamente, es decir, deben proporcionar mas y mejores servicios a un mayor número de personas. En la práctica esto exige:
Proporcionar una amplia selección de anticonceptivos actuales: píldoras, preservativos y dipositivos intrauterinos, así como la esterilización y, donde la sociedad así lo desee, el aborto provocado…»

EL INFORME GLOBAL 2000

La Comisión Trilateral, como manifestación última del actual capitalismo imperialista de las grandes transnacionales, ha intensificado esta línea de actuación. Todos los hilos que manejan se mueven en este sentido. Ya bajo el control del trilateralista Carter, el Departamento de Estado formuló un estudio –el «Global 2000» – en el que analizaba y defendía un plan para evitar la existencia de 2.000 millones de personas posibles para el 2000.

Reducir la presión demográfica de los empobrecidos, hacerla retroceder, para hacer desaparecer el principal riesgo revolucionario, es hoy esencial objetivo del neocapitalismo. Es uno de los propósitos de la acción trilateralista. El informe Rockefeller habla del peligro que supone para sus planes la abundante demografía del Tercer Mundo, y, como causa principal del peligro, la Iglesia Católica que educa a los pueblos, les da cultura, les hace pensar y les anuncia la inalienable dignidad de los hombres… El principal promotor de la campaña proaborto en el mundo, bajo nombre de Federación Internacional de Paternidad Planificada «FIPP», es David Rockefeller. Utilizan métodos como la esterilización masiva como denuncia las Pastoral Familiar ecuatoriana (Vida Nueva pa.35, nº1754). A. Pérez Esquivel denuncia que:

«Una cosa es la paternidad responsable, que nace de un profundo respeto a la vida, otra cosa son los planes que, en nombre del problema demográfico, son utilizados para la esterilización. Así, bajo el pretexto de reducir los nacimientos se lleva al genocidio a muchos pueblos pobres.»

En Timor Oriental la mujer es objeto de una campaña de esterilización: cuando llega a la edad de procrear, se le obliga a aceptar la inyección de un anticonceptivo que, seis meses después, la torna estéril.

Así en Asia y el Pacífico ya hay al menos 152 millones de mujeres esterizadas. En Panamá y Puerto Rico se calcula que el 80% de las mujeres en edad fértil podrían ser esterilizadas en los próximos años, en Brasil 7 millones de mujeres han sido esterilizadas, el 44% de la población femenina en edad fértil . Para unchos países y mujeres la «ayuda» es un verdadera presión para imponer este control de la población.

Hace más de veinte años ya decía A. Peccei, del Club de Roma:» …cada individuo tendría responsabilidades para con la sociedad. No puede pocrear con exceso, no puede cargar a la sociedad con su progenie más allá de ciertos límites fijados por la ley…El derecho a procrear ya no será en esa sociedad un deercho intrínseco, como muchos parecen considerarlo hoy en día.» El club de Roma del que fue presidente Diez Hochtleiner, hombre clave en el grupo PRISA, promueve esta filosofía y el mismo ha calificado a este Club selecto «la Conciencia de la Humanidad».

El ex ministro brasileño de sanidad, Alceni Guerra, denunció que entre 20 y 25 millones de mujeres brasileñas en edad fértil han sido esterilizadas. En los últimos cinco años la esterilización ha crecido en un 400% respecto a los datos oficiales de 1.986.

En total, el 16% de las mujeres en edad fértil han sido esterilizadas sin contar, en la mayoría de los casos, con su voluntad o con una información deficiente.

Los delegados de Haití en el Foro de la Haya, celebrado en febrero de 1999, denunciaron que según las fuentes del FNUAP (Fondo de Población de la ONU), sólo el 21% de las haitianas tienen acceso al agua potable, mientras que el 88% de ellas tienen acceso a los anticonceptivos. En Uganda , sólo el 34% tiene acceso al agua potable, pero el 82% tiene acceso a los anticonceptivos.

Se puede afirmar que uno de los problemas principales de Africa es la malaria. En ciertas regiones de este continente, casi toda la población padece de esta debilitante enfermedad que mata a 5.000 personas diariamente. Sin embargo el presupuesto público a nivel mundial para combatir la malaria en 1996 fue de sólo de 82 $ millones, al mismo tiempo que un solo programa del Banco Mundial les prestó 796 $ para el control demográfico.

La política es clara: esterilización a cambio de ayudas según decidió la sección regional del Banco Interamericano de Desarrollo celebrada en Estocolmo en año de 1999. Se prometen 6.200 millones de dólares en ayudas y condonación de la deuda a cambio de estas prácticas de reducción demográfica.

Cada año se producen millones de muertes por abortos provocados. Estos abortos representan un negocio para la multinacionales de los cosméticos (como denuncia M.Litchfield-S.Kentish en su libro, «Niños para quemar», paulinas, 1976) que compran los cuerpos muertos de los fetos y los transforman en cremas cutáneas.

La estrategia de la Comisión Trilateral podría resumirse en:
El control de la presiones de liberación y cambio en los países del Tercer Mundo, lo que pasa por la eliminación de la presión demográfica y la desviación de la presión revolucinaria.

Eliminar la presión demográfica y la desviación de la presión revolucionaria, pasa
por crear una cultura contra la vida, que se manifiesta: tanto en la vertiente bélica – aumento del consumo de armamento supermoderno y la necesaria participación en la OTAN- como en la vertiente demográfica- inserción del control de los nacimientos al máximo, aborto libre, fomento de las relaciones sexuales infecundas (homosexuales), destrucción de poblaciones enteras, destrucción de los grupos humanos políticos, esterilización masiva.

La pobreza mata cada año, en el mundo, más gente que toda la segunda guerra mundial. Pero desde el punto del poder, el exterminio no viene mal, al fin y al cabo, si en algo ayuda a regular la población del Tercer Mundo que esta creciendo, asegura el escritor Eduardo Galeano. Este mismo escritor pregunta: ¿Excedentes de población en Brasil, donde hay 17 habitantes por Kilómetro cuadrado, o en Colombia, donde hay 29 ?Holanda tiene 400 habitantes por Kilómetro Cuadrado y ningún holandés e muere de hambre; pero en Brasil y en Colombia un puñado de voraces se queda con todo.

El profesor José Luís Rubio experto en temas iberoamericanos manifestaba en Marzo de 1983 en la revista, «Carta entre amigos», del Movimiento Cultural Cristiano: Aparte de la política neomaltushiana general del imperialismo, los Estados Unidos muestran una preocupación especial ante el desafío demográfico que se les presenta al sur de sus fronteras, especialmente en México.

Recientemente, el ex director de la CIA, Wiliam Colby,señaló que el mayor peligro para los EE UU no proviene de la Unión soviética sino de la población mexicana – y en general «hispana»- que avanza al sur del país, y que alcanza los 50 millones al final del siglo, dominando varios Estados.

Por su parte el también norteamericano Arthur F. Corwin, escribe:
(Para el año 2050, la población hispana, habrá pasado de los 31 millones actuales a 89 millones, constituirán el 24% de la población norteamericana.)

El profesor J. L. Rubio llegaba a la conclusión de que el peligro mexicano es, pues, algo que está cuidadosamente examinado por el imperialismo. Y ese peligro es esencialmente demográfico. Ya se ha hablado de un «Plan Paddock» para reducir la población mexicana. Paddock es un funcionario de la multinacional «United Brang», heredera de la tristemente famosa United Fruit».

El peligro que se levanta ante la política trilateralista en los países empobrecidos viene determinado por la presión demográfica, y por las condiciones de injusticia. En este contexto hay que situar las palabras del ex presidente Carter, trilateralista, cuando dice:
«La mayor amenaza a la paz proviene en la actualidad de un mundo en el que 1/3 parte es rica y 2/3 partes están hambrientas».

Frente a este peligro, la filosofía del nuevo modelo de dominación se sintetiza en una frase lapidaria y esclarecedora: » Ni los pueblos deben hacer revoluciones, ni las mujeres deben parir. En eso se resume y sintetiza la filosofía del imperialismo.» La frase la pronunció, en su discurso ante el Congreso Cultural de la Habana, Fidel Castro.

LA LÓGICA IMPERIALISTA SIMILAR A LA LOGICA DE LA ALEMANIA NAZI

La lógica imperialista es siempre la misma. En el libro «La Alemania nazi», (Alianza Editorial, 1972, pag. 243), E. Colotti recoge el discurso de Hitler sobre los territorios sometidos a su poder , que dice así:

«He leído recientemente en la prosa de un señor doctor que convenía evitar la venta y el uso de los productos anticonceptivos en los territorios ocupados. Si algún imbécil intentara poner en práctica este proyecto, no dudaría en aporrearlo. Dada la proliferación de los indígenas, hemos de considerar como una bendición que las mujeres y las muchachas practiquen el aborto en gran escala. Se trata, por lo tanto, no sólo de autorizar sino incluir de estimular el comercio de los productos anticonceptivos. ¡Qué los judíos se encarguen de hacer prosperar este comercio!
Existe realmente el peligro de que, bajo nuestra dominación, esta población indígena crezca con ritmo acelerado. Ciertamente es inevitable que, gracias a nosotros, sus condiciones de vida sean mejores y más seguras. Por ello debemos tomar las disposiciones necesarias para evitar que en tales regiones crezca la población no alemana. En estas condiciones será una locura querer crear servicios sanitarios según el modelo alemán para uso de los indígenas».

Es evidente que, desde hace mucho tiempo, la reducción del peligro demográfico en el Tercer Mundo es una constante de la acción imperialista. Sería enormemente ilustrativo hacer un análisis pormenorizado de los mecanismos a través de los cuales se ha insertado en la mentalidad de gran parte de la izquierda de los países como España, las mismas ideas del imperialismo, hasta considerarlas como expresión y distintivo, como exigencia incluso, del talante «progresista». Aquí también ha jugado la dominación internacional con la izquierda, haciéndola creer que el progreso es sinónimo de anti-natalismo y de generalización del aborto. Así los sindicatos dejan de luchar, perdiendo todo objetivo de transformación completa del sistema, para centrarse en reivindicaciones salariales. Y para ocupar el primer puesto de una izquierda progresista, están los socialdemócratas, los brazos de la Internacional Socialista, con Willy Brandt y hoy Felipe Gónzalez a la cabeza.

Sin duda el aborto en España tiene su destinatario en México y desde allí a todos los países del Sur. ¡Buen servicio de los llamados «socialistas» españoles a la dominación imperialista en el continente hermano!

¿POR QUE EXISTE EL CONTROL DEMOGRÁFICO?, EL INFORME KISSINGER

En 1974, el Departamento de Estado de los Estados Unidos preparó el Informe Kissinger, un documento secreto, desclasificado en 1980, que afirma que el crecimiento demográfico de los «países menos desarrollados» (PMD) pone en peligro la economía y la seguridad nacional de los Estados Unidos.
El documento propone como «solución» los programas de control demográfico en dichos países. Las siguientes citas muestran estas intenciones (el énfasis es nuestro):

1. «La economía de los Estados Unidos exigirá grandes cantidades de minerales del extranjero, especialmente de los PMD. Esto hace que Estados Unidos tenga un gran interés en la estabilidad política, social y económica de los países suministrantes. Donde quiera que una disminución de las presiones demográficas…pueda aumentar las posibilidades de dicha estabilidad, la política demográfica se hace relevante para los suministros de recursos y para los intereses económicos de los Estados Unidos»

2. «Existe también el peligro de que algunos líderes de los PMD vean las presiones de los países desarrollados a favor de la planificación familiar [anticonceptivos y abortivos], como una forma de imperialismo económico y racial».

3. «Los Estados Unidos pueden ayudar a minimizar las acusaciones de tener un movimiento imperialista… afirmando repetidamente…el derecho del individuo a determinar libre y responsablemente el número y el espaciamiento de sus hijos…y el desarrollo fundamental, social y económico, de los países pobres»

4. «Los programas obligatorios pueden hacer falta y debemos considerar esas posibilidades ahora» .

No sorprende, por tanto, que Henry Kissinger , declarara que el problema argentino se solucionaba reduciendo la población un tercio. Se hasabido por un documento desclasificado recientemente ( La Razón 8-12-2001), que el Ex presidente de EE.UU. Gerald Ford y su secretario de Estado, Henry Kissinger, dieron en 1975 su apoyo al dictador Indonesio Suharto para que invadiera Timor Oriental. La invasión supuso un auténtico baño de sangre de al menos 200.000 personas.

La Sra. Magaly Llaguno, Coordinadora del Consejo Latinoamericano por la Vida y la Familia de Vida Humana Internacional, ha expresado:
«Los latinoamericanos se sienten ofendidos ante la imposición — por parte del gobierno de los Estados Unidos y de otros «países desarrollados»– de programas que ellos consideran inmorales y una violación de sus valores familiares. Las consecuencias de las políticas demográficas de los Estados Unidos han sido catastróficas para la familia. Se trata del holocausto más grande de la historia: entre 40 y 60 millones de abortos al año en el mundo, sin contar los cientos de millones más causados por los anticonceptivos abortivos. Si a este genocidio le añadimos el daño físico y psicológico a la mujer, la destrucción de la inocencia infantil a través de programas inmorales de «educación» sexual, así como la destrucción del matrimonio y la familia, nos daremos cuenta de que este imperialismo demográfico no tiene paralelos en la historia».

SER VOZ DE LOS QUE NO TIENEN VOZ

Quisiera acabar con las palabras de la Comisión Episcopal de Pastoral Social Española, pronunciadas en la conmemoración del 50 Aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos. Palabras que tristemente no han tenido eco en nuestra sociedad enriquecida ni en sus medios de comunicación:

«Los cristianos debemos ser la voz de los pobres y aguijón para nuestra sociedad instalada y obcecada en falsas seguridades… Hacer ver como nuestra libertad burguesa y nuestro consumo superfluo están en relación y son causa de la opresión y miseria de otros pueblos pobres. Ofrecer con nuestra conducta un ejemplo de amor y solidaridad eficaz… Debemos ir más allá en nuestras acciones sociales y caritativas… Hemos de ser conscientes de que hay causas estructurales que mantienen la injusticia y causan el empobrecimiento. Debemos combatir políticamente esas causas, los «mecanismos perversos» y «las estructuras de pecado» que estando en la raíz de la injusticia, matan a personas y pueblos».