Lo venimos diciendo. No son tres problemas distintos, es el mismo. Pero lo dice también alguien que ha sido presidente de gobierno en Brasil, Lula.
En su opinión la cifra que ha sido invertida para rescatar el sistema financiero mundial desde el comienzo de la crisis financiera en 2008, así como al costo de la guerra de Iraq, es extremadamente superior a la destinada para acabar con la explotación de los menores.
Por eso, sentenciaba Lula, la erradicación de esa forma de explotación no es un problema de falta de recursos sino más bien de falta de voluntad política y de gobernantes y responsables incapaces de hacer frente a ese desafío