El Plan-E es un engaño

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A finales del 2008 se aprobó la creación del Fondo Estatal de Inversión Local con el fin de dinamizar la economía y el empleo ante la situación de crisis existente. Para ello se dotaron créditos extraordinarios por 8.000 millones de euros a financiar con Deuda Pública

Según la ley, este fondo se distribuiría atendiendo al criterio objetivo de la población registrada en los padrones municipales e iría dirigido directamente a los municipios para crear o renovar infraestructuras productivas y de utilidad social. De esta manera se beneficiarían las pequeñas empresas del municipio obligadas a contratar parados (cuyo seguimiento corresponde al ayuntamiento según la ley).


En definitiva, un intento por reducir el desempleo en un corto plazo de tiempo –dado que las obras han de estar acabadas a finales de marzo del 2010- ante la crisis que nuestros políticos y sus asesores preveían pasajera, al contrario que todos los expertos y centros de estudios del extranjero-. El esquema del Plan-E es el siguiente: los ayuntamientos adjudican obras a empresas ð las empresas contratan desempleados ð los «desempleados temporales» gastan el dinero recibido  ð la economía se mueve y se reactiva.


A nivel técnico, un detalle importante a resaltar es la forma de costear el proyecto: el 70% a fecha de adjudicación de la obra y el 30% restante, cuando esté terminada.


Los 27.701 proyectos ya financiados a cargo del Plan E representan cerca del 90% de la totalidad de las obras aprobadas por el Gobierno al cumplir con los requisitos, y que ascienden a 30.772. Hasta el momento, la Hacienda Pública ha liberado 4.804 millones de euros a 7.493 municipios, lo que representa que ya se ha gastado el 70% de lo presupuestado. La mayor parte de ese 30% restante ya ha sido licitado y se irá liberando según avancen las obras.


A todo esto, han pasado ya unos cuantos meses y podemos preguntarnos ¿ha servido el Plan E para combatir la crisis? ¿Va a crear empleo digno y estable en nuestro país? … Mirando a nuestro alrededor, entre el caos de tantas aceras levantadas, es evidente que NO.


Se ha demostrado que el Plan-E tiene una orientación enormemente propagandística de «lavado de cara» del Gobierno del PSOE. Lo demuestra la disposición adicional séptima de la Ley que obliga a destacar la fuente de financiación de todos los proyectos y obras «en lugar visible«. Y que mejor manera, que inundar nuestro país de cartelones informativos cuyo coste supone el despilfarro de ¡46 millones de euros! Se han producido paradojas como las de núcleos de población en la que costaba más el cartel que la obra realizada, como ha sido el caso de varios pequeños municipios sorianos con proyectos en torno a los 2.000 €, de los que 1.500 euros corresponden al cartel, colocación y desmontaje posterior.


Por otro lado, muchos de los proyectos presentados deprisa y corriendo para poder optar a los fondos, no son más que actuaciones inconexas que ni son respuesta a problemas sociales ni contribuyen a generar riqueza alguna: resiembra de campos de fútbol, un órgano de piedra en Alicante por 150.000 euros,  gimnasios y aulas de musculación o pistas de skateboard… Los centros lúdicos también se llevan una parte importante de fondos. Sin embargo, infraestructuras productivas de primer orden no se acometen, como la ampliación del Puerto de Gijón –que no encuentra 251 millones de euros para acabarse en el plazo previsto-, mientras que 50 millones del Plan-E sirven a proyectos deportivos relacionados con el Sporting de Gijón. El Plan-E, sirve al «Panem et Circenses» en primer lugar, en vez de a crear empleos dignos. Ni siquiera las inversiones que se están llevando a cabo con dicho plan van a servir en la mayoría de los casos para fomentar la instalación o creación de empresas.


Y por supuesto, ni que decir tiene, las numerosas corruptelas que se están destapando al respecto. En algunos ayuntamientos se crearon las empresas adjudicatarias tres días antes de obtener la concesión. Otros ayuntamientos, como el de Oviedo, 81 operarios se quedaron sin contratar de los 205 previstos en la adjudicación. En Elche, el 50 % del presupuesto fue para 11 proyectos que desarrollaba una única empresa…Además, las propias condiciones que se exigen a los proyectos fomentan dichas corruptelas: proyectos menores de 5 millones de euros independientemente de la necesidad; exclusión de obras prioritarias (porque se supone que ya estarían licitadas); ejecución inferior a un año; ausencia del control de gasto…


El Gobierno asegura que el Fondo ha permitido la creación de 384.214 empleos: los famosos «brotes verdes». Examinando los contratos realizados en mayo, más del 90 % son temporales, por lo que podemos afirmar la ineficacia de este «Plan Espanto». Pan para hoy, hambre para mañana. Y ya podemos ir aventurando las consecuencias para el año que viene. En cuanto se acaben las obras, las cifras del paro volverán a aumentar. Sólo que habrá una diferencia: sobre las costillas de los más empobrecidos y parados recaerá el pago de este Plan-E. Cada empleo temporal generado por este plan cuesta unos 37.000 euros que habrá que reembolsar a las arcas públicas ¿con una subida de impuestos? Por no hablar de las dificultades que pueden surgir para acabar ciertas obras, al tener que adelantar la última parte del 30% los ayuntamientos, que no recuperarán hasta terminar la obra. Si estos no pueden acceder a crédito de entidades financieras, podemos adelantar la debacle del fin del Plan, con trabajadores y empresas impagadas, y con obras sin acabar.


Y, por último, otro engaño del gobierno ha sido que mientras impulsa este Plan-E, ha paralizado la promoción de obras de infraestructuras públicas del Ministerio de Fomento, reducidas en el primer semestre del 2009 a casi el 60%, lo que significa que la obra pública total en España ha caído un 6’4% respecto al mismo período del 2008.


El plan-E, es peonada para los pobres y beneficios para las grandes empresas y constructoras. ¡El Plan-E es un Engaño!