El tráfico de los niños futbolistas

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Era un jugador prometedor de 12 años. Milo se apodó CL01, como Cristiano Ronaldo (CR7), ídolo de miles de niños como él. Su abuelo lo ve patear el balón desde un banco en Valparaíso, la tercera ciudad más grande de Chile. Un intermediario encuentra a su nieto rápido» y quiere negociar un precio, como si fuera una mercancía: 100.000 pesos…

Su interlocutor promete enviarlo a un equipo europeo y le da la mano para cerrar el trato.

Compra uno «Jóvenes talentos»

“Este tráfico lamentablemente es muy actual y global” lamenta Juan Pablo Meneses, el autor chileno del libro, quien ha multiplicado los viajes y encuentros para documentar este aspecto considerado por muchos glamoroso» de trabajo infantil. En Sudamérica, de donde provienen la mayoría de los profesionales de los campeonatos europeos, o en África, el tráfico está empeorando porque todos ganan”, menos la mayoría de los niños. Todos los clubes han soñado con desenterrar “el nuevo Messi”. Por esta fantasía, nos encontramos que entonces era posible comprar un joven talento de 10 o 12 años por unos pocos cientos de euros” descubrió en la investigación el periodista, quien pregunta sobre esta práctica generalizada y la califica con la palabra esclavitud».

La trata está empeorando porque todos ganan…

La Federación Internacional (FIFA) ha intentado regular los traslados de menores; esto solo ha alentado a los clubes a abrir escuelas de fútbol en el lugar para “adelantarse” el más prometedor. Solo queda sortear la legislación para llevar la esperanza en cuestión a España, Inglaterra o Francia, por ejemplo, buscando trabajo para uno de los padres. Hay familias con vídeos esperando ofertas.

Lo que más consternó al investigador fue haberse topado con “muy pocas personas que se escandalicen ante la idea de comprar o vender una vida humana”. Lo asegura en su libro: periodistas deportivos han dejado entrever que con gusto participarían en la compra de un niño que fuera hábil con el balón.

Una controvertida investigación

Según narra el escritor Juan Pablo Meneses, el ejemplo del astro argentino convirtió a los menores de edad en objetos de deseo para los agentes y los clubes que se dieron cuenta de que el Barcelona compró barato y podía vender sumamente caro.

Justamente el club catalán fue sancionado debido a que hubo irregularidades en el fichaje de varios menores de edad. El conjunto blaugrana fue castigado con la prohibición de contratar jugadores durante dos mercados de fichajes, además de una multa de 370 mil euros. Aunque esto sucedió durante el 2014, otros clubes se han inmiscuido en problemas similares: Atlético de Madrid y Real Madrid también fueron sancionados por fichar a chicos menores a los 18 años. El hecho de que este tipo de casos se repliquen no hace sino mostrarnos cómo el mercado infantil de futbol está creciendo de manera considerable.

Lamentablemente, este tráfico es muy actual y global.

África y Latinoamérica

Existen casos en los que escuelas de dudosa procedencia fichan a jóvenes africanos y les prometen que serán llevados a Europa, donde un equipo está interesado en sus habilidades. Las familias de estos chicos llegan a vender sus casas con tal de lograr pagar el viaje y la comisión de quién les prometió un gran futuro. Desgraciadamente por cada caso de éxito se suman muchos en los que la historia no era verdad: al llegar al club para su audiencia, nadie los conoce.

Terminan viviendo en el abandono o de manera ilegal en un país que se encuentra a kilómetros de sus hogares. Este fenómeno es de magnitudes tales que hay una organización que se dedica a dar apoyo en este tipo de casos: Culture Foot Solidaire. Ésta reveló que, en el 2014, cerca de 7 mil chicos, solamente en Francia, viven en condiciones de desamparo debido a que no encontraron acomodo en ninguna escuela de futbol. La película “Diamantes Negros” es un vivo retrato de lo que tiene que atravesar estos chicos.