El Vaticano reclama que el derecho a la información llegue a todos los pueblos

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La posibilidad que ofrecen las nuevas tecnologías al ejercicio del derecho a la información apunta a que se realicen esfuerzos concretos «para construir una sociedad digital más inclusiva que reduzca la difundida «info-pobreza»», pide la Santa Sede a la ONU.

Intervención del arzobispo Celestino Migliore ante la ONU

NUEVA YORK, martes, 18 octubre 2005 (ZENIT.org).-

De la importancia del «derecho a la información» «en la vida de todas las sociedades democráticas e instituciones» habló el jueves el arzobispo Celestino Migliore en las Naciones Unidas, al intervenir en el curso de la IV Comisión de la 60ª sesión de la Asamblea General sobre el punto 33: «Cuestiones relativas a la información».

Y es que «el ejercicio de la libertad de comunicación no debe depender de riqueza, educación o poder político»: «el derecho a comunicarse es el derecho de todos», subrayó el prelado.

De hecho «la libertad de expresión y el derecho a la información se incrementan y desarrollan en las sociedades» cuando no están comprometidos los principios éticos de la comunicación, tales como «la preeminencia de la verdad y el bien del individuo, el respeto de la dignidad humana y la promoción del bien común», reconoció.

Es aquí donde las nuevas tecnologías revelan «un importante papel en el progreso de los pobres», pues «el acceso a la riqueza que representan las comunicaciones ciertamente beneficiaría a los desfavorecidos», no sólo como receptores de información, «sino también como actores, capaces de promover sus propios puntos de vista ante quienes toman las decisiones en el mundo», subrayó el arzobispo Migliore.

No dudó el prelado en citar la experiencia de la Santa Sede con el establecimiento de una «iniciativa única a nivel continental»: la «Red Informática de la Iglesia en América Latina» (RIIAL), «que promueve la adopción de tecnologías y programas digitales en educación en los medios, especialmente en regiones pobres».

«El éxito de este proyecto ha atraído la atención del Observatorio de la Comunicación Cultural y Audiovisual en el Mediterráneo y en el Mundo (OCCAM) y de otras organizaciones internacionales», constató.

Vistas las posibilidades de las nuevas tecnologías en la comunicación, el prelado mostró interés porque la segunda fase de la Cumbre Mundial de la ONU sobre Sociedad de la Información (WSIS) –que próximamente se celebrará en Túnez— lleve «a más esfuerzos concretos para construir una sociedad digital más inclusiva que reduzca la difundida «info-pobreza»», creándose una nueva dinámica más allá de la «lógica política y comercial» frecuente en este terreno.

«La Sociedad de la Información debería estar dotada de la aptitud, capacidad y técnicas para generar y conquistar nuevo conocimiento y para acceder, absorber y usar eficazmente información, datos y conocimiento con el apoyo de la tecnología de la información y comunicación», considera la delegación vaticana.

De todas formas, la facilidad de acceso a la información de todo tipo hace necesario «proteger a los más vulnerables», por ejemplo «niños y jóvenes», «especialmente a la vista del incremento del contenido de violencia, intolerancia y pornografía», recalcó la Santa Sede.

Lo que habría que preguntarse principalmente ante el «progreso de la tecnología» es si éste lleva al crecimiento de las personas en «dignidad, responsabilidad y apertura a los demás», apuntó.

Igualmente el arzobispo Migliore resaltó la «necesidad fundamental de desarrollar una capacidad para discernir la información recibida, dada la enorme cantidad de información disponible», un proceso que «puede prosperar sólo donde hay una jerarquía de valores reconocida».