Elecciones en Ruanda: Kagame puede perpetuarse en el poder

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Ruanda celebra hoy elecciones tras una desigual campaña entre el presidente, Paul Kagame, que ha dispuesto de todos los recursos del Estado, y su hipotético rival, Frank Habineza, obligado a hipotecar su vivienda para afrontar los gastos de la carrera electoral.

Las principales avenidas, los espacios públicos y los edificios más emblemáticos de Kigali lucen carteles y banderas del partido del Frente Patriótico de Ruanda (FPR), liderado por Kagame, uno de los cabecillas de la milicia tutsi que logró poner fin al genocidio en 1994, en el que murieron cerca de un millón de personas.

El presidente, que aspira a un tercer mandato tras impulsar una reforma de un artículo de la Constitución que le impedía ser reelegido, ha protagonizado multitudinarios mítines y ha inundado los medios de comunicación de propaganda.

Ha sido «un espectáculo de un solo hombre», admiten algunos observadores internacionales.

Ha sido «un espectáculo de un solo hombre», admiten algunos observadores internacionales.

En contraste con toda esta parafernalia desplegada por el presidente, a quien las organizaciones internacionales acusan constantemente de no respetar los derechos humanos, su único rival, el líder del Partido Verde Democrático de Ruanda, tuvo que hipotecar su vivienda para financiar una modesta campaña.

«Es verdad, tuve que hacerlo», admitió Habineza a Efe. «Mi partido está en quiebra y las empresas que me habían prometido su apoyo se echaron atrás por temor a posteriores represalias del Gobierno».

El líder de la única oposición real que ha tenido Kagame en casi dos décadas de Gobierno pidió una reforma legislativa para buscar financiación fuera de su país, pero la reclamación fue desestimada.

Su campaña, ni tampoco las elecciones, han levantado un gran entusiasmo entre una población, consciente de que solo hay una opción para los próximos siete años.

El propio Kagame lleva proclamando su victoria en las elecciones desde 2015, cuando el 98% de la ciudadanía le avaló para modificar la Constitución y eliminar la barrera de dos mandatos presidenciales.

«Puedes elegir no escuchar la verdad, pero no puedes negar lo que tus ojos te muestran. Pretender ignorar la voluntad expresada por el pueblo durante el referéndum no sería democracia», dijo entonces el líder ruandés, una consigna que ha repetido hasta hoy.

En sus primeras elecciones, en 2003, Kagame obtuvo el 90% de los votos, mientras que las de 2010, que ya se celebraron sin oposición genuina, logró el 93%.

Expertos locales aseguran que la causa de estos abultados resultados son la paz y prosperidad que les proporciona su Gobierno, y también el temor a que vuelvan las tensiones étnicas que acabaron en la tragedia de 1994.

«Kagame ha mantenido una postura muy firme en contra de la ideología que provocó el genocidio y ha sido determinante para la paz en esta región de África», asegura, Charles Muligande Sengabo, de la Universidad de Relaciones Internacionales.

En contraposición, organizaciones como Amnistía Internacional creen que este casi unánime apoyo responde al «clima de terror» generado mediante años de represión.

Según Human Right Watch, desde abril de 2016, las fuerzas de seguridad de Ruanda han asesinado al menos a 37 personas detenidas por delitos menores, como robos de fruta o animales de corral, a modo de «advertencia» pública.

Fuente. EFE