En Almería, con los inmigrantes empobrecidos: «Ni banderas ni fronteras»

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Gentes de toda raza, lengua y nación se dieron cita en Almería en los actos convocados en solidaridad con los inmigrantes empobrecidos.

Cientos de personas venidas de diversos lugares de Andalucía, de toda España y del mundo entero formaron una impresionante manifestación de fraternidad universal reunidos en los actos organizados por el Movimiento Cultural Cristiano y por Camino Juvenil Solidario.

Se denunció a las empresas transnacionales que robando las materias primas y energéticas del tercer mundo, provoca guerras y hambre que obligan a sus habitantes a emigrar. Toda persona tiene derecho a emigrar y a no tener que emigrar.

En el mundo más de 100.000 personas mueren de hambre cada día, más de 400 millones de niños son esclavizados y existen 1.600 millones de personas en paro.

Las migraciones son planificadas por los poderosos. Informes de la propia U.E. afirman que necesitamos 52 millones de inmigrantes hasta el año 2060 en Europa, para mantener nuestras pensiones y nuestro nivel económico. Por ello, se promueven políticas migratorias, tratando a los inmigrantes no como personas sino como mera fuerza laboral.

Las pateras, los cayucos, las balsas de plástico… siguen saliendo del continente africano para alcanzar nuestras costas. La jornada coincidía con la llegada de una patera con veintisiete  inmigrantes hasta estas costas almerienses. En la travesía más de 20.000 personas han perdido su vida. ¡Cuántos hombres, mujeres y niños encuentran su tumba sin nombre en el fondo del mar o en las arenas del desierto!

La aplicación de leyes migratorias que atentan contra los derechos humanos, como la Directiva Europea del Retorno, aprobada con el beneplácito del gobierno español, está provocando graves consecuencias para los inmigrantes: retención en Centros de Internamiento (cárceles sin derechos) por el único motivo de carecer de documentación administrativa, el endurecimiento del FRONTEX -y en consecuencia el asesinato de personas para que no lleguen a las costas europeas-, dejar a millones de inmigrantes sin derechos (8 millones sin documentación en Europa)…

Para la Iglesia nadie es extranjero nos recordaba el obispo almeriense D. Adolfo González Montes en la misa dando la  bienvenida a todos los inmigrantes que llenaban la Catedral: africanos, iberoamericanos, de los países del Este… señalando el deber de acogida y la fraternidad de todo ser humano, señalando así mismo que toda persona tiene derecho a un trabajo con el que sustentar a su familia dignamente.

Los cánticos del coro africano y la ofrenda de tierra senegalesa fueron momentos muy emotivos. Durante la marcha, los iberoamericanos portaron el estandarte de la Virgen de Guadalupe, patrona de los inmigrantes.

Ser voz de los que no tienen voz era el objetivo de los actos denunciando las condiciones de explotación y aplastamiento a las que se somete a los inmigrantes,  los inmigrantes son personas, no mercancías denunciaba una de las pancartas. Los coros de Ghana y Mali, nos hicieron presente su tierra.  Una mujer africana decía ante al micrófono ¡Es hora ya!… es el momento de poner soluciones reales… África no necesita asistencialismo, sino justicia.

Colaboraba en los actos el Partido SAIn (Solidaridad y Autogestión Internacionalista) así como otros grupos y asociaciones: La Asociación de Senegaleses Católicos, la Asociación Católica de Senegaleses, la “Casa África” de Roquetas de Mar, Mercedarias de la Caridad de San Isidro, Religiosas Adoratrices, Carmelitas de la Caridad Vedrunas, Asociación “Shema Adonai” y la Asociación Hispanoamericana Prismha.

Con esculturas humanas representaron “El Museo Viviente de la Inmigración”, que distribuidas por las calles céntricas de la ciudad, expresaban la realidad de aplastamiento que sufren los empobrecidos: explotación, hambre, muerte en las aguas, los muros y barreras que ponemos en la Unión Europea…

Se distribuyeron puestos de información y publicaciones solidarias sobre los problemas de la inmigración, el hambre, la esclavitud infantil que difundían revistas y libros en las calles.

En la marcha solidaria por el paseo marítimo con presencia de cientos de personas, venidos de todos los lugares de España y del extranjero. Sobresalió la presencia de inmigrantes africanos de Senegal, Ghana, Mali, Guinea,  entre los más numerosos.

Al finalizar la marcha tuvo lugar una Vigilia de solidaridad, en la que hubo cantos de coros de Ghana y Mali, proyección audio-visual, cantos solidarios y de esperanza.  Se dio lectura  a testimonios vitales de realidades de inmigración  que expresaban la necesidad de justicia con los empobrecidos.

Terminaba el día haciendo una llamada final a la lucha por la justicia, como el mejor legado que podemos entregar a nuestros hijos.

La jornada se ha enmarcado en la campaña permanente promovida desde hace 25 años por el Movimiento Cultural Cristiano “Campaña por la Justicia en las relaciones Norte-Sur” en la que se denuncian las causas del Hambre, el Paro y la Esclavitud Infantil.