En condiciones de esclavitud, cientos de trabajadores chinos en México

1985

Las difíciles condiciones de trabajo que enfrentan las trabajadoras de maquiladoras en el país no son peores que las padecidas por los migrantes chinos explotados en Guanajuato. Maquiladora les prohíbe relacionarse con mexicanos y les escatima atención médica . Viajan al país con la ilusión de obtener jugosos salarios, denuncia el FAT

En condiciones de esclavitud, cientos de trabajadores chinos en México


 La Jornada


 Las difíciles condiciones de trabajo que enfrentan las trabajadoras de maquiladoras en el país no son peores que las padecidas por los migrantes chinos explotados en Guanajuato. Maquiladora les prohíbe relacionarse con mexicanos y les escatima atención médica . Viajan al país con la ilusión de obtener jugosos salarios, denuncia el FAT


 CAROLINA GOMEZ MENA


En las maquiladoras de Guanajuato «no sólo los trabajadores mexicanos son víctimas de bajos sueldos y malos tratos, pues los empleados de nacionalidad china que laboran en esas plantas padecen mayores abusos», denunció Antonio Velázquez Loza, secretario general de la Federación de Sindicatos de Guanajuato, organismo afiliada al Frente Auténtico del Trabajo (FAT).  


En entrevista con este diario, el dirigente precisó que los trabajadores chinos viven prácticamente en «esclavitud». Sus padecimientos comienzan al llegar a México, pues son engañados en su país con la promesa de que aquí obtendrían grandes ingresos, pero luego son obligados a trabajar largas jornadas por un salario ínfimo. También les impiden salir de las empresas y tener contacto con los trabajadores mexicanos. Les escatiman también la atención médica y les retienen sus papeles migratorios (visas de trabajo).


«Hay un caso específico, el de la maquiladora KBL de México SA de CV, de capital chino-estadunidense y que se dedica a la maquila de playeras, suéteres y blusas. Allí laboran alrededor de 300 personas de origen chino. Los contratan en su país como técnicos y les prometen un buen sueldo, pero llegan aquí y cambian el contrato, los tienen encerrado, tanto a las mujeres como a los hombre y les proporcionan habitaciones que carecen de sanitarios.»


Asimismo, abundó Velázquez, la alimentación que reciben es pésima, los obligan a trabajar de seis de la mañana a nueve o 10 de la noche, con una hora de descanso, y apenas ganan el equivalente a dos salarios mínimos, pero ellos sólo reciben el equivalente a 50 dólares mensuales para sus gastos, el resto dicen que lo depositan en cuentas para sus familias«.


Aunado a ello, «les impiden aprender español o dialogar con obreros mexicanos o entablar relaciones de noviazgo. No los dejan salir a pasear ni ir al médico, y tampoco los tienen inscritos en el Instituto Mexicano del Seguro Social.


Comparada con la situación que enfrentan los asiáticos, la de los trabajadores nacionales es casi privilegiada, pero sigue el común denominador de las maquiladoras, cuyo establecimiento en dicho estado se «promovió desde que el presidente Vicente Fox era gobernador y aseguraba que generarían el empleo necesario, y que ahora sigue apoyando el gobernador Juan Carlos Romero Hicks», lamentó Velázquez.


En KBL de México, filial de KBL Company International, «empresa operada por tres hermanos, el más importante, es William Ko, trabajan casi mil doscientas personas, y de ellas casi mil son mujeres».


En esa empresa los mexicanos «apenas reciben el salario mínimo de la zona, que es de 45.86 pesos diarios, y de ese dinero deben pagar su transporte a la maquiladora y la comida que les venden en el comedor de la planta. Cumplen jornadas fuertes, tanto en horas como intensivas en producción».


La federación que encabeza Velázquez proporciona a algunos de los afectados asesoría legal, y una organización no gubernamental da apoyo a los extranjeros cuando «escapan» de la maquiladora y son trasladados a la estación migratoria de Iztapalapa.


«Muchos de ellos no soportan la situación y se escapan. Estamos denunciando a este tipo de empresas que existen en Guanajuato. Hemos entablado demandas individuales en favor de chinos y mexicanos.»