En Galicia 'se restringe la libertad para expresarse en castellano o para recibir la enseñanza en esta lengua'

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La presidenta de Galicia Bilingüe –Gloria Lago-, en esta entrevista concedida a la Revista Autogestión, nos recuerda que vuelven los tiempos en los que algunos han de actuar desde la «clandestinidad», aunque no cometan más delito que el de querer expresar su opinión o utilizar una lengua que no es la políticamente correcta.
Esta asociación representa un deseo de libertad y de integración que ya ha reunido más de 50.000 firmas y despierta el desprecio y la violencia de todos  aquellos sectores políticos que defienden que la decisión sobre el idioma en las escuelas no corresponde a los padres, sino a los poderes públicos.

 


1-  ¿Cuando nace y por qué Galicia Bilingüe (GB.)? ¿Cuál es la situación real de bilingüismo en Galicia?


Galicia Bilingüe nace a partir del movimiento de protesta surgido para impedir la aprobación de un nuevo Decreto de uso del gallego en el sistema educativo de Galicia, y que suponía una nueva vuelta de tuerca hacia el arrinconamiento del castellano en la enseñanza en Galicia. Un grupo de ciudadanos, padres y profesores en su mayor parte, nos reunimos en torno a un manifiesto de protesta y conseguimos reunir más de 20.000 firmas de apoyo. Un parte muy importante de las personas que participamos en la recogida de firmas decidimos constituir la asociación Galicia Bilingüe, con unas propuestas muy claras sobre lo que debería ser la política lingüística de Galicia, tanto en la enseñanza como en el resto de la Administración. Para apoyarlas hemos elaborado un nuevo manifiesto, con el que estamos recogiendo firmas para conseguir la derogación del actual Decreto, y que se reconozca el derecho de los padres o los alumnos a elegir la lengua docente, entre otras cosas.


En Galicia siempre ha habido una buena intercomunicación por bilingüismo pasivo entre los ciudadanos, al margen de que una buena parte de ellos puedan utilizar las dos lenguas en mayor o menor grado. La asignatura pendiente era reconocer el carácter de oficial de la lengua gallega y tratar de prestigiarla para superar lo que los sociolingüistas llaman situación de diglosia. El problema es que para lograr prestigiar al gallego se ha elegido una vía equivocada por vulnerar los derechos lingüísticos de los castellanohablantes y que puede provocar efectos de rechazo hacia la lengua gallega por parte de muchos ciudadanos. Esto es algo que ya estamos percibiendo y es para preocuparse, porque se están creando conflictos donde no los había.


 


2- ¿Hay libertad en Galicia para expresarse en castellano?


En el ámbito privado sí, aunque está tramitándose en el Parlamento un proyecto de Ley de Comercio interior que pretende obligar a los comerciantes a redactar la oferta de sus servicios y productos en gallego, con sanciones de hasta 3.000 euros en caso de incumplimiento. Además, el artículo 8.1 del citado proyecto de Ley está redactado de tal manera que permite un desarrollo reglamentario más intervencionista y que puede llegar a que los establecimientos comerciales tengan personal capaz de atender en gallego a los clientes que así lo soliciten. Esto es una intromisión en la actividad privada, en la que carece de sentido hablar de lenguas oficiales.


En el ámbito oficial a nadie, a  ningún ciudadano se le impide utilizar el castellano; pero ocurre que en la inmensa mayoría de las dependencias de la Administración autonómica y local las informaciones sólo están disponibles en gallego, incluida la información hospitalaria. En el ámbito educativo sí que se restringe la libertad para expresarse en castellano por parte de los alumnos, o para recibir la enseñanza en esta lengua. En el caso de los funcionarios se les obliga a redactar todos los documentos o informes en lengua gallega.


 


3-     Esta situación de «imposición» lingüística, ¿ya existía cuando gobernaba el PP? Todos sabemos que la Mesa de Normalización Lingüística no nace con este nuevo gobierno de coalición (PSG-BNG)


La Ley de Normalización Lingüística fue aprobada en 1983, con el PP de G en el poder, y sigue vigente en la actualidad. No nos gusta esta Ley porque está basada postulados que beben en el nacionalismo organicista decimonónico, y para verlo no hay más que leer su preámbulo, en el que se dice que el gallego es la fuerza espiritual del pueblo gallego, y da a entender que el gallego es la lengua propia de todos los gallegos, en una tergiversación del concepto de lengua propia, y en una vinculación lengua-pueblo-tierra que es poco compatible con un sistema democrático y con el moderno concepto jurídico-político de pueblo. Se pone a los ciudadanos al servicio de una lengua y no, como debería de ser, a las lenguas al servicio de los ciudadanos.


Esa Ley fue aprobada en un momento en el que había que desarrollar el carácter de lengua oficial que el Estatuto había conferido, con toda justicia, al gallego y comenzar a lograr para el gallego un prestigio social equiparable al del castellano; pero, como ya he dicho, se cayó en el defecto de basarla en las ideas del nacionalismo romántico y de la lengua como factor identitario de todos los gallegos, y se redactó de tal manera que permite desarrollos reglamentarios que prácticamente arrinconan al castellano de la vida oficial y académica. El PP ya aprobó reglamentos muy intervencionistas, pero guardaba cierto equilibrio y, por otra parte, no se preocupaba mucho de un cumplimiento estricto de los reglamentos que aprobaba; pero creó las bases ideológicas de la autopista por la que ahora, con los nacionalistas en el poder, la situación ha degenerado hacia una imposición que promete ser asfixiante. Tal vez el PP creyó que siempre estaría en el poder para modular ciertos excesos y ahora se ha caído del guindo, aunque les resulta difícil reconocer que metieron la pata.


 


4-     ¿Qué tipo de denuncias o campañas ha venido realizando su asociación desde su nacimiento?


Pues para los medios de que disponemos creo que hemos hecho muchas cosas. Por ejemplo:


1) Hemos presentado un recurso contencioso-administrativo contra el Decreto del gallego en la enseñanza para paliar al menos sus efectos y que aún no se ha resuelto.


2) Hemos creado una web en la que los ciudadanos pueden encontrar informaciones sobre política lingüística y asesoramiento para combatir vulneraciones de sus derechos, complementado con un servicio de descargas de modelos de escritos. También se pueden encontrar informaciones de prensa y artículos de opinión relacionados con políticas lingüísticas en España y en otros países.


3) Hemos remitido al Secretariado de la Carta de las Lenguas Regionales o Minoritarias del Consejo de Europa un informe sobre la situación lingüística en Galicia, que dista de la que se ofrece en informes oficiales.


4) Hemos requerido por escrito a la Consellería de Educación para que haga públicos los resultados de las encuestas que se han llevado a cabo en muchos centros sobre las preferencias lingüísticas de padres y alumnos. También la hemos requerido para que publique un informe de cómo se está aplicando, centro por centro, el Decreto que regula el uso del gallego en la enseñanza. Es cierto que hasta ahora no hemos obtenido respuesta.


5) Estamos llevando a cabo una campaña de divulgación de nuestras ideas y  propuestas por toda Galicia con un autobús informativo y que sirve de escaparate ambulante para nuestra asociación. Hemos finalizado esta campaña el día 1 de marzo.


6) Hemos asesorado a mucha gente, no sólo padres, que veían vulnerados sus derechos lingüísticos a través de nuestro correo electrónico de forma personalizada. Incluso a extranjeros que tienen propiedades en Galicia y sólo les enviaban la documentación en gallego.


7) Hemos alertado sobre la intromisión que significa en las actividades privadas el anteproyecto de Ley del comercio interior de Galicia, que, cumpliendo con nuestras predicciones, pretende establecer la obligatoriedad de rotular por parte de los comerciantes en gallego.


8) Hemos encargado una encuesta sobre las preferencias de los gallegos en materia de política lingüística, pero centrando las preguntas en los hablantes, no en las lenguas. Haremos públicos los resultados tras las elecciones.


9) Hemos celebrado charlas y conferencias en varias localidades para dar a conocer  a los ciudadanos nuestras propuestas, sin dejar de oír las sugerencias que nos hacían para ir modificando nuestro mensaje y adaptando nuestras demandas a las necesidades que nos expresaban los ciudadanos. En la conferencia de Pontevedra logramos reunir a casi 800 personas y en la de La Coruña asistieron casi 500. Nuestra reválida ha sido la conferencia de Vigo en el Centro Cultural Caixanova, a la que asistieron unas 1.200 personas.


 


5-     Han tenido varias agresiones violentas… ¿Que ha pasado exactamente? ¿A que son debidas? ¿Quién se ha solidarizado con ustedes?


En cuanto hemos empezado a tener relevancia social y apariciones frecuentes en los medios, determinados sectores de ideología ultranacionalista e independentista han reaccionado de manera violenta y nos han acosado. Lo que les ha puesto muy nerviosos es la presencia de nuestro autobús informativo recorriendo Galicia. En Vigo se organizó una manifestación no autorizada y vinieron a insultarnos, acosarnos y a provocarnos a ver si reaccionábamos de manera violenta; pero aguantamos el tipo hasta el final y seguimos recogiendo firmas con una respuesta admirable de la mayoría de la gente que presenció los incidentes. En Narón pintaron el autobús y zarandearon a una de las colaboradoras de GB. En Lugo, de madrugada y con el conductor dentro, lo pintaron más extensamente e incluso pincharon algunas ruedas. Algunos de nuestros colaboradores han sido acosados en las calles.


Pero el día con los incidentes más graves fue el de la celebración de nuestra conferencia en Vigo el día 20 de febrero. De no ser por el eficaz dispositivo diseñado por la Policía y las autoridades en el exterior del edificio, y de las precauciones que tomamos dentro con la participación de algunos colaboradores para evitar enfrentamientos, los sucesos podrían haber sido muy graves. Grupos de independentistas fanáticos querían a toda costa que el acto no se celebrase y crearon situaciones muy delicadas. Menos mal que el público reaccionó con indignación, pero con mesura.


La causa de estos incidentes es que hay personas que no pueden tolerar que alguien piense que en Galicia hay dos lenguas y que debe de haber libertad para utilizar ambas. Partidos como el PP, UPyD y Ciudadanos se han solidarizado con nosotros, así como diversas asociaciones y han condenado los hechos. Lamentablemente, salvo en el caso de los incidentes de Lugo, y a nivel local, en los que sí todos los partidos estuvieron a la altura de las circunstancias, el PS de G y el BNG no han condenado, en general, estos ataques contra la libertad de expresión con la claridad y contundencia que cabría esperar. Incluso nos acusan a de crispar artificialmente a la sociedad, lo cual pudiera hacer creer a algunos que está legitimado acosarnos empleando la violencia física o verbal.


 


6-    ¿Tienen alguna vinculación con algún partido político? ¿Que opinión les merece las posturas de los partidos políticos del parlamento gallego?


Rotundamente no tenemos ninguna vinculación con ningún partido político, lo cual no quiere decir que no estemos dispuestos a dialogar con sus representantes para exponerles nuestras ideas en materia de política lingüística. Hemos apreciado un cierto cambio hacia nuestras posiciones en el PP de G; pero  los otros dos partidos con representación en el Parlamento gallego siguen anclados en una política lingüística de arrinconamiento del castellano en la vida oficial y de un intervencionismo que no tiene parangón en el resto de los países europeos con más de una lengua oficial, aunque somos conscientes de que hay votantes y simpatizantes del PS de G que están mucho más cerca de nuestras propuestas que de la política seguida por este partido en las instituciones. En le caso del BNG sabemos que hay votantes que discrepan de tanta intervención e imposición lingüística, pero creemos que son minoría. Ahora han surgido otros partidos, como UpyD o Ciudadanos cuyas propuestas de política lingüística se acercan a las que propone GB; pero es por propia iniciativa de esos partidos, ya que GB no tiene ninguna vinculación con ellos.


 


7-     El problema lingüístico no deja de ser una de los pilares fundamentales de todo nacionalismo. ¿Qué consecuencia puede tener para la sociedad gallega que siga avanzando el nacionalismo?


El problema que plantean los nacionalismos es que su concepto de nación es un concepto romántico y organicista y que mantiene, como ya he dicho, la vinculación lengua-pueblo-territorio, en contraposición con el concepto de nación surgido de la Ilustración y que acepta que un pueblo, como sujeto jurídico-político, puede estar formado por personas que no tengan la misma lengua. Si se habla del gallego como «nuestra lengua» o «la lengua propia de los gallegos» se está ofendiendo o, de facto, excluyendo de la categoría de verdaderos gallegos a los habitantes de Galicia que prefieren hablar castellano. En nuestra opinión ésa no es una concepción democrática de la sociedad. Si estas ideas nacionalistas se extienden en la sociedad gallega iremos a una sociedad menos libre y, por supuesto, menos próspera. No es cuestión de analizar aquí todos los inconvenientes que plantean las políticas de imposición lingüística, un verdadero arancel, pero hacen que muchos profesionales desistan de venir a ejercer a Galicia, ya no por tener que ejercer su profesión toda o en parte en gallego, sino por la incomodidad y el perjuicio que supone para él y sus familias el hecho de que todos los servicios públicos, educación y sanidad incluidos, se presten casi exclusivamente en gallego


 


8-    ¿Cuánto dinero –que sale del bolsillo de todos los ciudadanos- se esta regalando y a que  asociaciones vinculadas al nacionalismo para imponer el gallego?


Pues hay mucho dinero en juego. En GB, y en sintonía con lo dispuesto en la Carta Europea de las Lenguas Regionales o Minoritarias estamos de acuerdo con que se aprueben ayudas para que los gallegohablantes tengan acceso a ciertos servicios y actividades sociales que el mercado no cubre por falta de rentabilidad; pero lo que no creemos aceptable es que se cree una red clientelar, con connotaciones políticas determinadas, o que se utilice el dinero público para presionar a los particulares, empresas incluidas, a que empleen el gallego. Es decir, que se entregue dinero público por encima de los costes que realmente tiene el empleo del gallego por parte de las empresas, o que se subvencionen obras literarias o campañas carentes de todo interés cultural o científico, y cuyo único «mérito» es que se hayan escrito en gallego. En nuestra web hay información al respecto, pero creo recordar que el año pasado se dedicaron directamente, porque indirectamente hay más, alrededor de 23.000.000 de euros. El número de webs y asociaciones vinculadas a la «promoción» del gallego se ha disparado en los últimos años y todas tienen su parte en el presupuesto. No es el caso de GB evidentemente.


 


¿Qué opinión les merecen  las galeescolas?


Galicia Bilingüe no está de acuerdo con que se cree una red específica de galeescolas para atender a los niños de cero a tres años. Creemos que hay que seguir con el modelo de guarderías (o escuelas infantiles si se prefiere) que ya existe, ampliando la red en lo que sea necesario, y que se utilice el gallego con los niños gallegohablantes y el castellano con los castellanohablantes. Además, tal y como están planificadas, no sólo pretenden atender a niños gallegohablantes, sino que forman parte de una estrategia para forzar a padres de niños castellanohablantes a utilizar sus servicios, a falta de otras opciones, para intentar cambiar los hábitos lingüísticos de estos niños a una edad tan temprana, y eso sí que es reprobable y rechazable. Por otra parte, el puro adoctrinamiento político más allá de la lengua en niños de cero a tres años dudo de que sea muy eficaz; pero el «adoctrinamiento lingüístico» puede ser el primer paso del político, y de que los niños perciban el español como un idioma ajeno a la escuela y a Galicia. Aparte de esto, no creemos que sea bueno que los niños de ambientes gallegohablantes no tengan contacto en absoluto con el castellano, mediante la segregación en centros en los que sólo se utilice el gallego, de la misma manera que es bueno que los niños castellanohablantes convivan en el mismo centro con niños gallegohablantes. Esta convivencia beneficiaría a ambos, siempre que los docentes respetasen la lengua de cada niño al dirigirse a ellos.


 


9-    El problema del bilingüismo suele generar confusión entre dos lenguas muy parecidas, como es el caso de gallego y castellano…pues se mezcla la gramática, la ortografía…¿como ve este problema?


La cuestión de la «confusión de códigos» entre lenguas parecidas es un riesgo no menor. Cuando dos lenguas son tan parecidas como el gallego y el castellano se tiene la ventaja de poder intercomunicarse bien entre los hablantes de ambas por bilingüismo pasivo; pero tienen el problema del «cruce de códigos». Al traducir de una a otra hay problemas con la ortografía (palabras como voda, avogado o varrer se escriben con b en castellano) y con los giros y las perífrasis. En Cataluña ha surgido una jerga llamada «catañol» como consecuencia de la mezcla de códigos, sobre todo en castellanohablantes inmergidos obligatoriamente al catalán en la escuela. Por eso es tan importante, como reconoce la UNESCO, que la primera enseñanza sea en lengua materna, para asentarla y luego empezar a aprender y a utilizar otras lenguas. Pero, claro, esto va en contra del objetivo «estratégico» de implantar hábitos lingüísticos en la llamada «lengua propia», y los alumnos son víctimas de este proceso sin parangón en ninguna democracia. En la cúspide de la escala de valores no se sitúa el bien de los alumnos, sino una irracional «conservación» a ultranza de una lengua a la cual hay que hacer todo tipo de «sacrificios», y que, además, se trata de una lengua «de laboratorio», y que cuando se van introduciendo modificaciones se intenta que cada vez se aleje más del castellano, de tal manera que nos estamos encontrando con gallegohablantes casi exclusivos de cierta edad que tienen serias dificultades para entender el gallego normativo, y si nos vamos a la rama lusista la situación se torna delirante. Un verdadero experimento de ingeniería social, más propio de regímenes totalitarios.


 


10-Cada vez más en Galicia, como en el resto de España, aumenta el número de inmigrantes….Estáis pensado en ellos cuando planteáis la  libertad del idioma? ¿GB es consciente de las dificultades  de los no gallegos en estos momentos?


Cuando planteamos nuestras ideas sobre política lingüística pensamos en todas las personas que viven o puedan venir a vivir a Galicia. Vaya por delante que, según el Estatuto, goza de la condición política de gallego todo ciudadano español que tenga residencia en Galicia. Pero los inmigrantes, vengan de donde vengan,  son uno de los colectivos que más sufre por estas políticas de imposición lingüística. Los extranjeros que vienen a España suelen estar sometidos a una alta movilidad geográfica y les provoca grandes perjuicios el no poder utilizar los servicios públicos en la lengua común del Estado, y no sólo me refiero a la educación. El caso más sangrante es el de los emigrantes provenientes de países hispanoamericanos, que se encuentran con que sus hijos no pueden estudiar en su lengua materna, siendo ésta oficial en toda España, con los inconvenientes que ello supone y agravados porque suelen tener un nivel académico más bajo a igual edad. Pero quizás el caso más llamativo para ellos es que la enseñanza de adultos, a partir de la ESO ha de impartirse íntegramente en gallego, lo que puede disuadir a muchos inmigrantes de baja o nula titulación académica a intentar lograr una mejor formación que le permita aspirar a mejores puestos de trabajo y tener salarios más elevados. No nos parece que se busque el bienestar de muchos emigrantes con estas políticas impositivas. De nuevo se pospone el bienestar y la mejora en el nivel cultural de los más desfavorecidos a la imposición de hábitos lingüísticos, que por otra parte, suelen tener bajos o nulos resultados en personas de cierta edad y bajo nivel de instrucción. Se fomenta el fracaso escolar y se penaliza el acceso a la cultura de los sectores económicamente más débiles, lo cual no parece muy progresista.


 


12 –  ¿Cuál es su propuesta en política lingüística?


Las propuestas de Galicia Bilingüe tienen como núcleo la derogación de la LNL y la aprobación de una Ley de Política Lingüística basada en los siguientes principios:


A) Que todos los anuncios, informaciones y señalizaciones de dependencias oficiales en Galicia estén redactados en las dos lenguas oficiales, al igual que todos los impresos.


B) Que se reconozca el derecho de elección de lengua docente, dentro de las oficiales, a los padres o, si es el caso, a los alumnos. No se descarta que exista una tercera vía, sin perjuicio de las otras dos, en la que haya un reparto equitativo de las materias impartidas en gallego y en castellano.


C) Que el conocimiento del gallego no sea requisito indispensable para acceder a un empleo público, salvo para puestos de trabajo muy específicos que justifiquen tal exigencia. Además el conocimiento del gallego para el desempeño de cualquier empleo público no podrá ser valorado de manera desproporcionada frente a los méritos relacionados con la competencia profesional requerida para el ejercicio del puesto de trabajo en cuestión. La Administración sólo debe garantizar que en su conjunto es bilingüe y que los ciudadanos serán atendidos en la lengua de su elección, dentro de las oficiales.


D) Que las ayudas o subvenciones que se concedan a entidades privadas para promocionar el uso del gallego se limiten al coste real que suponga el empleo de esta lengua en su actividad, de manera que no acaben siendo subvenciones encubiertas que atenten contra la libre competencia entre empresas.


Las bases de la propuesta de política lingüística que hace Galicia Bilingüe resisten cualquier análisis en derecho comparado con leves matices de un lugar a otro. En GB queremos una política lingüística moderna y homologable a la de los países europeos con más de una lengua oficial en todo o parte de su territorio.