Encuentro sobre Familia y Fraternidad ¡Familia, sé lo que eres!

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“¡Familia, sé lo que eres!” – exclamaba con frecuencia y fuerza el papa San Juan Pablo II. Este grito reflejado en “Familiaris Consortio” (nº 17), hace de esta importante exhortación una invitación a redescubrir la familia y a encontrar, nuevamente, su verdad. 

Esta frase del Papa Juan Pablo II estuvo presente el pasado fin de semana, en la sede del obispado de Córdoba, donde se celebró el encuentro-homenaje a dos militantes cristianos pobres que entregaron su vida por los últimos de la tierra: Guillermo Rovirosa y Julián Gómez del Castillo. El encuentro trató el tema de Familia y Fraternidad, con un enfoque basado en la aportación de Guillermo y Julián, además de la experiencia y doctrina de la Iglesia sobre la familia.

El Sr. obispo de Córdoba, D. Demetrio, dio la bienvenida a los asistentes a las jornadas, resaltando en su intervención la aportación del testimonio de militantes como Rovirosa y Julián, testimonio que pueden ser luces a seguir por las familias cristianas. Militantes que pusieron la solidaridad por encima de los propios intereses, entregados al ideal.

En el encuentro comenzó analizando el nuevo sistema totalitario al que tienen que hacer frente las familias, realizado por Víctor García (Ingeniero y militante del MCC). Un capitalismo digital salvaje, que provoca y maneja los instintos y sentimientos de las personas, que se alimenta de nuestros datos y reacciones, que configura desde nuestro cerebro hasta nuestras relaciones personales y pulsiones más irracionales.

También se puso encima de la mesa del curso una exposición sobre las familias frente a los totalitarismos en la historia, a cargo de Guillermo Navarro (historiador). Ha habido ejemplos en la historia, ejemplos de familias que entregaron sus vidas frente a los totalitarismos, desde la entrega diaria de su trabajo y sus bienes a un ideal solidario, hasta aquellas que dieron sus vidas por organizarse asociadamente, y hacer frente a los totalitarismos del siglo XX (nazismo y comunismo).

La familia es el centro del edificio social, es el lugar donde la persona descubre su dignidad

D. Antonio Prieto, Vicario General de Córdoba, tuvo una bonita intervención sobre la familia y la DSI, marcando los puntos en los que se sostiene la institución familiar desde la doctrina cristiana. D. Antonio presentó a la familia como centro de la vida social, donde cada uno descubre su dignidad como persona. Los fines y los bienes del matrimonio no se construyen con convenciones humanas, como la cultura actual intenta hacerlo. Ningún poder humano puede modificar la esencia de la familia, ni desfigurarla.

Este amor entre los esposos, bendecido por el Señor, se abre a la realidad del mundo y la purifica. Incluso portando y asumiendo el propio pecado. En la familia se da la primera comunión de personas, donde se nos quiere “porque existimos”. Y donde se quiere a la humanidad entera, donde se desea trasladar la fecundidad de la vida familiar, a la fecundidad política y social, a la transformación de las estructuras y de la cultura.

Dos matrimonios del MCC, Carmelo Mármol y Consolación Vidal desde Córdoba, así como Diomar y Jeniffer desde Venezuela, expresaron su vivencia de familias militantes al servicio de los empobrecidos y de la promoción de militantes. Carmelo y Consolación relataron su experiencia militante, el entusiasmo vivido con otras familias asociadas, familia de familias en la difusión de cultura solidaria, en la celebración de las eucaristías, en las campañas solidarias, en las plataformas propias, y el aporte de militantes como Julián Gómez del Castillo a su matrimonio, que les mostró también a Rovirosa y su apostolado…

El matrimonio venezolano aportó su vivencia de la militancia cristiana en un país con grandes dificultades, con ausencia a menudo de lo básico, incluso con la enfermedad presente en la familia; pero con la confianza puesta en el Señor, en los sacramentos (Eucaristía cada domingo) y en la asociación. En la asociación militante que promociona a los empobrecidos en Iberoamérica. Una Iberoamérica que necesita familias, que cultiven la fidelidad y la solidaridad, como nos enseñan militantes como los homenajeados, los militantes obreros pobres en la historia, y por supuesto la misma Iglesia.

Para finalizar el encuentro, D. Luis Argüello, Secretario de la Conferencia Episcopal Española, y obispo auxiliar de Valladolid, hizo una reflexión sobre la Misión de la familia en el siglo XXI desde G. Rovirosa y Julián G. del Castillo, donde cosió las líneas que unen la razón de ser de la familia desde la Doctrina Social de la Iglesia. Una familia abierta al mundo, una familia que es Don y Proyecto de Dios, abierta a la realidad del mundo, ejerciendo la Caridad Política desde lo más íntimo, a lo más institucional/estructural, haciendo una propuesta cultural liberadora.

Los papas han marcado también este necesario camino de la familia, frente a una cultura de muerte, que impone o desea imponer, un nuevo totalitarismo.

Redacción solidaridadnet