Entrevista a Jaime Larrínaga: víctimas del terrorismo, negociación con ETA, retos éticos, Iglesia y sociedad.

1972

Una vez celebrada la manifestación convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo, el pasado 4 de junio de 2005 en Madrid, en contra de la negociación del Gobierno con la organización terrorista ETA, hemos entrevistado a D. Jaime Larrínaga, cofundador de Foro El Salvador, al objeto de conocer algunas de sus reflexiones en torno al futuro del País Vasco y la situación política actual…

por Fernando Vaquero Oroquieta
Arbil, nº 94

D. Jaime Larrínaga, en su día, alcanzó una notable celebridad mediática, aunque no buscada, por su decidido posicionamiento público en defensa de las víctimas del terrorismo. Ello le llevó, junto a otros, a la fundación de Foro El Salvador (entidad vasca que agrupa a católicos movilizados en defensa de las víctimas del terrorismo y frente al nacionalismo excluyente); a que le fuera asignara escolta policial (primer caso de sacerdote vasco en semejante situación); y a dejar finalmente su querida parroquia de Maruri, en Vizcaya, a causa de la presión totalitaria desplegada por el nacionalismo vasco excluyente en contra de su persona y de quienes le apoyaban. Transcurridas, ya, unas semanas desde la celebración de la multitudinaria manifestación convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo en contra de la negociación del Gobierno con la organización terrorista ETA, hemos querido entrevistarle para que nos expusiera algunas de sus reflexiones en torno al futuro del País Vasco y la situación política actual.

Pregunta: ¿Siguen vigentes las razones que le impulsaron a la fundación, en su día y junto a otros compañeros y amigos vascos, Foro El Salvador?

Respuesta: Son tiempos importantes los que vivimos. Por esa razón, mis respuestas a la entrevista no quiero que sean «correctas políticamente» sino más bien, «correctas a mi conciencia». El Foro EL SALVADOR empezó su andadura, demasiado tarde, dos años después de la liberación de lo que quedaba de Ortega Lara y del vil asesinato de Miguel Angel Blanco. El Foro EL SALVADOR denuncia, con todas las fuerzas, las barbaridades y atrocidades de ETA y de sus cómplices: los nacionalistas, muchos de los empresarios que siguen pagando el impuesto revolucionario y la Iglesia vasca por su conducta generalmente nacionalista. Al mismo tiempo, el Foro quiere, sin tibiezas, apoyar a las víctimas, los más pobres de nuestra sociedad, así como darles el calor cristiano que pedían y no encontraban por ninguna parte.

Todos somos conscientes de cómo la sociedad española ha rectificado positivamente su relación con las víctimas, como recientemente demostró en la manifestación del 4 de Junio en Madrid. Pero no nos podemos dormir y por esta razón el Foro EL SALVADOR, cumpliendo con su misión de ser la voz de las víctimas, denuncia y protesta de que el Gobierno de España está a punto de cometer el mayor atentado contra las víctimas del terrorismo, negociando y sólo escuchando a los terroristas de ETA. Dialogar con ellos es darles una parte de la razón, y cómo un Gobierno, mínimamente digno, puede hablar precisamente con los asesinos que quitaron para siempre la palabra a tanta gente. No se puede construir la paz sin justicia, y la justicia debe ser independiente a quien esté en el poder: la derecha o la izquierda. Escuche el Gobierno a las víctimas, y no a ETA y a Ezquerra Republicana.

La dignidad de un pueblo está en las víctimas. El Gobierno que las olvida, pierde toda su dignidad y su credibilidad.

P.: Transcurridos varios años desde la creación de Foro El Salvador, según su criterio, ¿se observan indicios de cambio, en la Iglesia vasca, orientados a la acogida de las víctimas del terrorismo y en contra de la polarización social provocada por un nacionalismo excluyente que, al parecer, también sedujo en el pasado a un sector significativo de la misma?

R.: Actualmente la sociedad vasca esta fracturada, está rota, por obra y gracia del terrorismo de ETA, con la complicidad activa y pasiva de las jerarquías políticas -Gobierno vasco- y eclesiásticas. En ella, algo menos de la mitad, según las estadísticas, es nacionalista y, además, separatista, y tiene todos los derechos. El otro grupo, más de la mitad de la población, es constitucionalista, no puede hablar libremente ni expresarse, y siempre bajo la amenaza del atentado contra sus bienes o contra sus vidas. Hay un tercer grupo -una minoría- que se declara nacionalista separatista y terrorista, y que habla con la fuerza bruta de las pistolas y de las bombas.

La mayor parte de los textos de los obispos vascos adolecen de la ambigüedad, las evasivas, los eufemismos y la equidistancia entre víctimas y verdugos. Sin embargo, a finales del año 2.000 D. Ricardo Blázquez tuvo un recuerdo para las víctimas y pidió perdón «por la falta de atención que ha podido tener la Iglesia de Vizcaya con las víctimas del terrorismo». Incluso D. Ricardo ha decidido presidir, contra el parecer del presbiterio, los funerales de todas las víctimas del terror.

Mns. Setién en el Club Siglo XXI de Madrid en 1.991 defendió el reconocimiento del derecho de autodeterminación como solución al problema de la violencia -la Iglesia vasca nunca utiliza el término terrorismo -.

En 1.995 los prelados vascos apoyan una negociación entre ETA y el Gobierno en la que la propia Iglesia vasca se prestaba a hacer labores de mediación. Y pese a la indignación de los sectores no nacionalistas, la Conferencia Episcopal salió en defensa de los obispos vascos.

La Iglesia vasca nunca ha dicho que la coincidencia con los fines de ETA contamina la actividad de cualquier partido nacionalista. En general los obispos vascos no han sido mucho más generosos con las víctimas de ETA, ni más duros con los asesinos encarcelados. Todos, en mayor o menor medida, se han mostrado comprensivos con los etarras y poco piadosos con las víctimas.

P.: El nuevo movimiento cívico vasco viene sufriendo sucesivas derrotas: los partidos constitucionalistas no lograron expulsar al PNV del Gobierno vasco en las elecciones autonómicas, se ha roto la unidad constitucionalista, el PSE-PSOE se deja arrastrar en una verdadera deriva táctica e ideológica, José Luis Rodríguez Zapatero y sus aliados nacionalistas han desmontada buena parte de la arquitectura antiterrorista edificada desde los gobiernos del Partidos Popular, se ha dividido artificial y sectariamente a las víctimas del terrorismo… En estas durísimas circunstancias, la manifestación convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo en Madrid, el pasado 4 de junio, ¿puede suponer un punto de inflexión en esta dramática trayectoria?

R.: A partir del 4-Junio cada uno sabe dónde esta. Con las víctimas o con los intereses de algunos partidos políticos. El 4 de Junio pudimos manifestar claramente nuestra situación: los que fuimos a la manifestación y apoyamos totalmente a las víctimas, y los que no fueron, plegándose a los intereses de los partidos. La crisis que ha surgido en estos últimos tiempos en los movimientos cívicos servirá para fortalecernos más aún a los que nos hemos quedado con las víctimas y su memoria: VERDAD, JUSTICIA, PERDÓN Y PAZ. No se puede alcanzar la paz fuera de esta memoria.

Ahora, cuando el Gobierno quiere establecer su política terrorista con los nacionalistas, para quienes las víctimas son molestas, es precisamente ahora cuando no les debemos fallar. Los que estamos con las víctimas protestamos y denunciamos la política del Gobierno, nefasta para los que sufren la pérdida de un ser querido. Después del 4-J, y después de la crisis y de la espantada de algún movimiento, los que nos hemos quedado con las víctimas, nos hemos fortalecido.

P.: El movimiento cívico vasco sufre una profunda crisis en parte derivada de la renuncia del socialismo oficial español a algunos de sus presupuestos ideológicos más importantes. Al quedar el Partido Popular como principal valedor del constitucionalismo, ¿no se corre el riesgo de que este movimiento sea instrumentalizado por el Partido Popular y pierda frescura, iniciativa y anclajes sociales?

R.: Es verdad que algunos movimientos han sucumbido a los encantos de nacionalistas y socialistas. En este último año las víctimas han ido perdiendo el calor y el apoyo y no quisiéramos que sufran la soledad y el olvido por parte de la sociedad, como en los años ochenta. Los medios de comunicación en España, en su mayoría, se han plegado a los intereses de los poderosos, del Gobierno y de las minorías nacionalistas. ¡Qué horror, estar con los terroristas antes que con las víctimas! El PSOE, cuando estaba en la oposición, tuvo una política digna con el Gobierno del PP, en la política antiterrorista y en la defensa y apoyo de las víctimas, como es la Justicia restaurativa.

Todas las víctimas de ETA, también las del bando socialista, tienen que sufrir de nuevo esta afrenta por parte del Gobierno. Que el PP, con esa masa social que representa al 40% de la población española, nos apoye en nuestros planteamientos, no significa que vayamos a perder nuestra independencia ni traicionar a nuestros principios. Dentro del amplio programa del PP, el problema de las víctimas, un problema concreto y puntual, coincide fundamentalmente con el de los movimientos cívicos. Nosotros no nos hemos adaptado, ellos se han adaptado a nuestro programa y exigencias, de la misma forma en la que se adaptaron los socialistas cuando estaban en la oposición. Pero ahora en el poder, se han alejado de nuestro programa y se han aliado con los nacionalistas y sus defendidos, los terroristas.

P.: Desde que, personalmente, se implicó en la defensa de las víctimas del terrorismo, ¿ha mejorado su situación?, ¿se ha avanzado en el reconocimiento social de su dolor y heroica aportación a la construcción de la convivencia nacional?

R.: Sin ninguna duda. Como se demostró en la manifestación del 4-J. Actualmente las víctimas no son las personas olvidadas o tapadas de la sociedad española. Son reconocidas y queridas en gran parte de España. Aunque queda mucho por hacer por ellas en el País Vasco, por la política nacionalista del Gobierno y la actuación, poco clara y valiente, de la Iglesia vasca.

P.: Los grandes medios de comunicación españoles, ¿están contribuyendo a la clarificación social y moral de la sociedad española o, por el contrario, algunos de ellos, están impulsando cierto oscurecimiento de su conciencia ética y la desmovilización social?

R.: En la gran manifestación del 4-J, las víctimas y los miles de españoles que llenaron las calles de Madrid no cesaron de agradecer, a lo largo de todo el recorrido, a la Cadena COPE, por su postura clara a favor de las víctimas. No nos tenemos que olvidar de otros medios, como ONDA CERO, INTERECONOMÍA y otras emisoras más modestas, todos ellos con una actuación digna y honesta con las víctimas.

Otras emisoras, poderosas, privadas y públicas, financiadas además por todos los españoles, incluidas las víctimas, se dedican a dividir, a debilitar y a ofender a las pobres víctimas, así como a desmantelar todo el trabajo realizado en estos últimos años por los distintos movimientos cívicos españoles.

El 4-J la manifestación de cerca de un millón de españoles en Madrid, un hecho sin precedentes contra la política antiterrorista del Gobierno, el que sólo fuese TELEMADRID el que informase toda la manifestación, significa que la libertad así como la democracia actualmente en España están en grave crisis. Fuera de la Comunidad de Madrid no pudieron enterarse de lo que pasó en Madrid. El Gobierno, como hacen todas las Dictaduras, informa sólo de lo que le interesa. Y los diarios, la mayoría plegados a los intereses del Gobierno, publicaron que sólo se manifestaron 60.000 personas. De auténtica risa. ¡Cómo manipulan y tergiversan la realidad! Da pena que en España -no podemos olvidar que estamos en Europa- tengamos esta democracia bananera. Tenemos poca tradición democrática; aún tenemos que trabajar mucho. Tenemos poca prensa independiente y que informe bien.

P.: Son unos hechos objetivos, y fácilmente perceptibles, la ausencia de compromiso social y la desmovilización ciudadana de buena parte de la sociedad española ante los graves dilemas históricos que se le han planteado en la última década ¿Qué razones explican, a su juicio, esta realidad?

R.: Hasta hace más o menos 40 años, la sociedad española era una sociedad primitiva, arcaica, subdesarrollada. Es en los últimos años del franquismo cuando se da una fuerte transformación en la sociedad española. Se da el paso del subdesarrollo al desarrollo, en el que nace una clase media, alta y media, numerosa y fuerte y que empieza a tener cada vez más protagonismo en la vida pública española. Es gracias a esa clase media por la que se hace pacíficamente la transición de la dictadura o dictablanda, a la democracia. Pero la clase media española, que cada día vive mejor, carece de tradición reivindicativa.

Actualmente se nota en este sector una gran preocupación por consolidar una verdadera vertebración de nuestra España plural, como una política clara exterior, sin olvidarnos de los grandes temas como son la familia, la educación, el matrimonio,…

No puede funcionar una España de autonomías o federal sin solidaridad. Y actualmente España, sometida y dirigida por la política nacionalista de los catalanes y vascos, carece de esa solidaridad necesaria.

Para mí, la clase media española, que es la que da estilo, la que marca las pautas, debería de participar más en consolidar la forma de Estado, así como en establecer las bases políticas y sociales de igualdad de derechos y deberes de todos los españoles, no de los territorios, como ocurre en toda Europa.

P.: El PSOE, particularmente el vasco, ¿tiene posibilidades de un recambio, en su liderazgo, coherente con la tradición política de izquierdas que aseguraba buscar la justicia social y la igualdad ante la Ley de los españoles?

R.: Los socialistas vascos que podrían liderar un cambio están «anulados» o en dique seco, como es el caso de Nicolás Redondo, Gotzone Mora, Rosa Díez, Maite Pagaza… Los actuales líderes del PSOE en el País Vasco están tan afectados por el «virus nacionalista», que están totalmente «vacíos» como socialistas. Deplorable la conducta reciente de Patxi López, candidato socialista a Lehendakari, con María San Gil, líder del PP, y con los representantes políticos de ETA. La línea oficial del socialismo vasco ha perdido su identidad y no se ha librado aún de su tradicional odio a la derecha, pero a la derecha española, no a la derecha vasca nacionalista, a la que es capaz de hacer cualquier trabajo sucio, porque las dos odian a la derecha española por distintos motivos.

P.: ¿Qué ha hecho mal el centroderecha español para merecer la situación de marginación en que se encuentra?

R.: Los socialistas no supieron digerir la derrota del Gobierno de Felipe González, basada fundamentalmente en la gran corrupción que había en su Gobierno, como en los aledaños del poder. Tampoco muchos de la izquierda se han olvidado aún de la guerra civil, por lo que el odio a la derecha es ya congénito para ellos.

Cuando el centroderecha español gozó de la mayoría para gobernar con Aznar, el Gobierno infravaloró el poder de los medios de comunicación, entregándolos a grupos de poder que actualmente se han convertido en el mayor enemigo del centroderecha y al mismo tiempo en los grandes aliados y cómplices del poder socialista actual.

Y el Gobierno actual, que nace viciado el 14-M del año 2.004, es un sometimiento a la dictadura de las minorías nacionalistas, cuyos fines no son la unidad de la nación española con su pluralidad regional y con la solidaridad entre sus distintas tierras, sino la fractura de España, un volver a la Edad Media, una auténtica irracionalidad de los nacionalistas. Pero lo más grave de todo esto es que, sabiendo cómo piensan los nacionalistas catalanes y vascos, el Gobierno socialista siga las directrices nacionalistas. Todo por intentar marginar y aislar al PP, que representa a un gran sector de la población española. Con esa mentalidad, muy difícilmente se puede gobernar. ¡Qué odio debe tener la izquierda! Muchas veces me pregunto si les interesa España a los socialistas.

P.: ¿Cuáles son las raíces, a su juicio, de las constantes muestras de anticatolicismo militante de amplios sectores sociales españoles encabezados por el actual Gobierno y el partido que le sustenta?

R.: El papel positivo de la Iglesia en la normalización de la vida política española en los últimos años del franquismo y en la transición a la democracia, ha sido reconocido públicamente por todos. Las relaciones de la Iglesia con el gobierno de Felipe González fueron normales. Pero actualmente en el Gobierno de Rodríguez Zapatero están aflorando muestras de anticatolicismo por parte de muchos socialistas, nostálgicos de aquel sectarismo de la 2ª República que a la postre condujo a la guerra civil española.

España, uno de los países europeos más católico, y sin embargo no hay en Europa un país en el que el anticatolicismo sea mayor que en España, especialmente por parte de la izquierda. Una raíz sería esa tradición de la izquierda.

También en España hay una gran incultura religiosa, y sin embargo todos discuten de religión, todos creen saber de religión y de política. La realidad es que la ignorancia religiosa en España es muy grande, y el futuro que se nos avecina, muy negro. Las leyes de Educación del Gobierno socialista agravarán aún más la situación.

Otra de las raíces es el falso concepto del progresismo que la izquierda nos vende. El progreso, en vez de acercarnos a la libertad, a la verdad y a la justicia, el concepto que nos quieren vender nos encadena a la barbarie, al error y a la injusticia.

Y para terminar, hay que decir sin miedo que en los últimos tiempos, en el campo social, la Iglesia española no ha dado motivos para justificar, de alguna forma, ese anticatolicismo.

P.: ¿Todavía tiene algo que aportar la Iglesia católica al hombre posmoderno, satisfecho, consumista, hipercrítico y nihilista de hoy?

R.: Sin ninguna duda. A pesar de que el hombre actual pueda gozar de todos los logros materiales, sin embargo no es feliz, no es un hombre satisfecho. Tiene mucha sed de amor, de felicidad, de libertad, de verdad. La vida no es sólo materia, tiene un profundo sentido trascendental, que viene a dar un pleno sentido a la vida. Esta es la misión de la Iglesia, por mandato de Cristo: ser Luz y Camino para los hombres, satisfacer las grandes necesidades de los hombres y de las mujeres, descubriéndonos la gran misión que tenemos en nuestro mundo. El plan que Dios tiene para los hombres y las mujeres es apasionante y totalmente feliz: desarrollarnos plenamente en un mundo en el que somos los señores y a la vez responsables de toda la creación.

Esta es la gran misión y el servicio de la Iglesia a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo.

P.: La Iglesia española, ¿tiene alguna capacidad para impulsar la regeneración ética y ciudadana de la vida social, cultural y política españolas?, ¿debe hacerlo?

R.: Nadie duda de la capacidad de la Iglesia para impulsar una regeneración ética en toda la vida española. Yo diría más, es obligación de la iglesia ser luz del mundo y sal de la tierra. Pero no para imponerse y tener todo bajo su poder, sino para cumplir con el gran mandato de Cristo: SERVIR a todos los hombres y a todas las mujeres, ayudar a cada uno a desarrollarse plenamente, recordándonos que somos IMAGEN y SEMEJANZA de Dios.

La Iglesia no olvida nunca que en todo hombre y en toda mujer está Dios, Nos recuerda la Iglesia que la persona humana es el icono de la Divinidad.

P.: Por cierto, D. Jaime, pero ¿no estábamos todos de acuerdo en que «los curas no deben meterse en política»?

R.: A los políticos no les gusta que los curas u otras personas ajenas al mundo político, les molestemos. Los curas, que se queden en la sacristía, dicen los políticos. No hay que olvidar que en el País Vasco «meterse en política» es criticar al nacionalismo, mientras que defenderlo, que es lo que hacen la mayoría de los sacerdotes, no supone intervenir en política.

No se puede llevar el Evangelio, la Buena Nueva, si no se respetan los derechos humanos, como el derecho a la vida como ocurre en Euskadi desde hace muchos años. Sin derechos humanos, es difícil llevar a Dios. Tenemos que recuperar al hombre en su plenitud de derechos, para encontrar a Dios. El hombre y la mujer me interesan, y mucho, lo que más. En ellos esta Dios.

El Papa Benedicto XVI, cuando era cardenal Ratzinger, decía que sin libertad no puede haber una verdadera revelación de Dios. Es muy difícil llevar a Dios a hombres y mujeres que carecen de libertad. Sin ninguna duda, Dios nos quiere libres, y todo lo que hagamos a favor de la libertad, recibe todas las bendiciones de Dios. Este es uno de mis «leit-motive» en la lucha por la libertad en el País Vasco; muy importante para mí, pues una sociedad que se acostumbra a vivir sin libertad, se acostumbra también a vivir sin Dios.

Trabajar por los derechos humanos es lo más evangélico.

P.: ¿Nos permite, para terminar una pregunta personal? Para mantenerse en pie, fiel a la Iglesia y al compromiso con los más débiles de nuestra sociedad, ¿en qué -o quien- se apoya Jaime Larrínaga?

R.: En verdad es difícil mantenerte en pie, con dignidad, en contra de gran parte de sociedad «políticamente correcta», incluso perdiendo la amistad de muchos amigos –no pudieron ser verdaderos amigos los que no saben respetar- y familiares. La explicación está en la fuerza interior, en esa fe en Cristo que me hace fuerte para nadar contra-corriente y para ayudar y defender a las víctimas. Por esta conducta, hace tiempo que duermo felizmente. Gracias, víctimas.

«Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por defender la justicia y la libertad de los más pobres», en este caso de las víctimas. «Estad alegres y contentos». Son palabras de Jesús para todos.

También gracias a tanta gente, hombres y mujeres, que venían todos los domingos a participar en la Eucaristía que presidía en Maruri y a manifestarme el apoyo y el cariño. Venían con gran sacrificio para apoyarme en mi lucha por la libertad y por las víctimas, pero volvían también contentos a sus casas y con muchas ganas de luchar, durante la semana, por los derechos humanos, pisoteados en el País Vasco.

Gracias también a tanta gente que me escribió y me escribe felicitándome y animándome a seguir fiel a las víctimas. Gracias a todos.

Aprovecho, finalmente, la entrevista, para compartir unas reflexiones que me parecen fundamentales. Ante los acontecimientos que se precipitan, -decisiones de los jueces con respecto a asesinos de ETA, vuelta del brazo político de ETA a las instituciones, libertad de actuación para los grupos juveniles de ETA…-, que son cesiones del Gobierno a los terroristas, mientras ellos sólo prometen no atentar (¿) a cargos políticos, pero el terror y el miedo siguen y son ellos, los terroristas, los que dirigen la política de Rodríguez Zapatero: lanzo un S. O. S. a la sensatez de la sociedad española. No permitamos locuras por parte del Gobierno.

Muchas gracias.
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Fernando Vaquero Oroquieta
Director de Arbil