Esperanza Aguirre se ve obligada a presionar al Círculo de Bellas Artes tras el estreno de la obra de su cuñado: «Me cago en Dios»

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El Círculo de Bellas Artes fue un regalo del Partido Popular a Polanco (Grupo PRISA) y la Comunidad de Madrid subvenciona sus actividades con dos millones de euros anuales. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, tras la presión de la opinión pública ha decidido revisar las ayudas que se destinan al Círculo de Bellas Artes tras el estreno el pasado 21 de abril de la obra «Me cago en Dios». La obra esta dirigida por su propio cuñado, Iñigo Ramírez de Haro.

El arzobispado de Madrid pide a los fieles que sigan protestando

El arzobispado de Madrid considera «ultrajante» el título de la obra «Me cago en Dios» que se representa actualmente en el círculo de Bellas Artes madrileño, pide su retirada inmediata e insta a los fieles a continuar manifestando su protesta y a denunciar a los promotores de la misma.

(EFE) En un comunicado difundido por su gabinete de prensa, el Arzobispado afirma que en la obra se incurre «en un delito grave contra los sentimientos religiosos de la mayoría de los madrileños», y pide a los fieles que denuncien a los promotores, el director Pedro Forero y el escritor del guión, Iñigo Ramírez de Haro.

Para el arzobispado, «Me cago en Dios» constituye «la mayor ofensa a la dimensión humana más sublime de la persona. Se trata sin duda de un gravísimo delito punible, por el simple hecho de que el título es la expresión más abrupta de la blasfemia, lo que supone herir la sensibilidad de la gran mayoría de la sociedad».

Considera también el arzobispado que el contenido de la obra «hace extensiva la gravísima ofensa de su título. Basta remitirse a la propia publicidad que los mismos autores y promotores han realizado, en la que literalmente se criminaliza la enseñanza religiosa escolar, equiparando la religión a las sustancias dañinas para los jóvenes, como el tabaco o el alcohol, para comprobar que se trata de una abrupta e insolente manifestación de ofensa contra los más preciados valores y creencias».

El arzobispado «lamenta» además que sea el Círculo de Bellas Artes el lugar de su representación y la institución que la patrocina, cuya financiación mixta proviene de un consorcio integrado por la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento y la Compañía Iberia. Considera que además de las iniciativas ya anunciadas «para evitar incidentes como éste», deberían ejercerse las medidas necesarias para «la clausura inmediata» de esta representación, que es lo que están pidiendo numerosas asociaciones ciudadanas.

En el comunicado, el arzobispado insta a estas asociaciones a «continuar mostrando su indignación y condena ante una forma de discriminación de los españoles por razón de su confesión religiosa, y ante un ataque contra el derecho de la persona a no ser ofendida en sus sentimientos religiosos».

Esperanza Aguirre examinará las ayudas al Círculo de Bellas Artes, tras el estreno de la obra «Me cago en Dios»

(Libertad Digital) Este mismo lunes, la presidenta Esperanza Aguirre dirigió una carta al titular del Circulo de Bellas Artes, Miguel Hernández León, manifestándole su «sorpresa e indignación» por el estreno el pasado 21 de abril de la obra «Me cago en Dios» cuyo autor es Íñigo Ramírez de Haro.

En dicha misiva, Aguirre indica que el título de la mencionada obra es «marcadamente hiriente e insultante para una inmensa mayoría de madrileños, a la vez que ofende sus sentimientos más profundos». Además resulta que el Círculo de Bellas Artes recibe de la Comunidad una fuerte aportación de casi dos millones de euros y el malestar de Aguirre se ha hecho público «por el hecho de que se pueda entender que la Comunidad avala esa programación». Además, según informa el diario ABC, ha pedido a su consejero de Cultura y Deportes, Santiago Fisas, que se reúna este mismo martes con los responsables del Círculo «para adecuar la participación de la entidad que representa y para evitar incidentes como éste».

En dicho periódico, Fisas ha manifestado que «nos encontramos con una situación desagradable ante la que no podemos hacer la vista gorda. Más allá de las creencias de cada cual, nos parece que la obra molesta. Me reuniré con los responsables del Círculo para ver qué se puede hacer en adelante, siempre ateniéndonos a los estatutos. No se trata de retirar la subvención, así como tampoco de controlar su programación. El caso es que hemos recibido muchas protestas y nos parece que una obra con ese título y contenido no se puede programar gracias a la subvención de las instituciones públicas que han sido elegidas por ciudadanos de las más diversas creencias, a los que hay que respetar».

Asimismo, el propio Fisas dijo al diario El Mundo que «ni yo, ni la presidenta hemos visto la obra, pero con ese título y el contenido del folleto está claro que es ofensivo para la Iglesia y para cualquier religión. Nosotros no somos los responsables de la programación, es la junta directiva la que la aprueba. Nosotros sólo formamos parte del consorcio que da el visto bueno al presupuesto del Círculo y lo único que pretendemos es evitar el confusionismo de que con el dinero público se pague eso». En el dossier de prensa de «Me cago en Dios», se le califica como «obra sacra» y en él se encuentra un «Manifiesto de las víctimas de la Religiones». En este documento, se propone que «las religiones sean prohibidas hasta los 18 años» y que, además, el texto de la obra se contemple en la asignatura de Religión.

Íñigo Ramírez de Haro, autor de la obra y cuñado de Esperanza Aguirre

La obra, cuyo autor Íñigo Ramírez de Haro es cuñado de Esperanza Aguirre, ya ha sido estrenada en Nueva York en julio de 2003 bajo el título de «In god we shit» y en la capital de México este mismo mes. Además, según ha informado el diario ABC, es posible que se haga lo propio en París como «Vers toi je chie, Mon Dieu».

Ramírez de Haro, se mostró estupefacto por el ‘lío’ que se ha montado respecto a su obra y aseguró que ‘me cago en Dios’ es sólo una expresión, que decir que hiere sensibilidades ‘es un acto de hipocresía’ y que los que le critican ‘seguro que lo dicen a diario, pero hay una moral muy estrecha en este país’. El dossier de la obra se completa con un ‘Manifiesto de las víctimas de las Religiones’, en el que se propone que ‘estén prohibidas hasta los 18 años’, que ‘textos como «Me cago en Dios» sean el contenido de la asignatura de Religión’ o que ‘se ponga «La religión mata» a todos los productos de consumo religiosos’.

Ramírez de Haro, hasta hace poco responsable de la programación cultural de Casa de América, aseguró que ni él ha llamado a su cuñada ni la presidenta de la Comunidad de Madrid le ha llamado a él. «No he montado ningún escándalo, lo ha montado el clericalismo militante, esa España negra e inquisitorial que todavía existe. Es un problema de libertad de expresión en un país que constitucionalmente es laico».

Niega Ramírez de Haro que el título de su obra persiga la provocación. «Soy escritor -dice- y utilizo el lenguaje de la calle, el habla popular. Y esa expresión se oye constantemente. Yo la he utilizado como podría haber utilizado cualquier otra».

«No me arrepiento ni avergüenzo de ser laico y ateo. Algún día, espero que este país lo sea también», añade Íñigo Ramírez de Haro, quien destaca que la obra ha sido estrenada ya, y con notable éxito, en Nueva York y México, y que próximamente se estrenará en París.

La obra, según Ramírez de Haro, es autobiográfica, y basada en su experiencia como alumno de un colegio de curas, los jesuitas. «Cuando los clericales se rasgan las vestiduras -comenta- pueden ocurrir dos cosas: que te achantes o que, con tranquilidad, y ese es mi caso, reivindiques tu libertad de pensamiento. España no puede seguir padeciendo esa amenaza clerical. Soy víctima de la censura».

Nuestros políticos no tienen vergüenza. Polanco contribuye a ello

La historia empezó el día en el que el entonces presidente de la Comunidad Autónoma de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, regaló el Círculo de Bellas Artes a lo más granado de la élite cultural de Prisa, la megaempresa de don Jesús Polanco.

Ahora, desde la Alcaldía de Madrid continúa financiando al Círculo, aunque el grueso del dinero fluye desde la Presidencia de la Comunidad Autónoma, presidida por Esperanza Aguirre. Para Gallardón, donar el Círculo a la gente de Jesús Polanco significaba otro favor más a don “Vito Polancone” para evitarse problemas con la Cadena SER y el diario El País, comenta Eulogio Lólez en Hispanidad.

Por supuesto, la oposición lanzó su ataque a Aguirre. Dijo que su política es ‘rancia’ y la tildó de ‘censora’, a lo que el Gobierno regional respondió diciendo que ‘el respeto a la libertad de expresión termina donde comienza el insulto y la falta de respeto a la mayoría de los madrileños, sea cual sea la religión que profesen’.

Por cierto, que Iberia y CajaMadrid también protestaron como patrocinadores del Instituto Municipal de Cultura de Barcelona, que también preparó una exposición de pintura con la misma blasfemia por título. Con su amenaza de retirarse se consiguió parar el asunto, pero hubo otro patrocinador que en ningún momento protestó: Prisa, de Jesús Polanco.