Durante los días 21 de agosto al 25 agosto, se celebró un curso sobre el abismo Norte-Sur, entre países enriquecidos y empobrecidos, dentro del Aula de verano Malagón Rovirosa.
Aula Malagón Rovirosa que este año se dedicaba a la memoria de Julián Gómez del Castillo, militante cristiano que falleció el pasado mes de Octubre. El acto lo organizaba el Movimiento Cultural Cristiano en la Casa Emaús (Torremocha del Jarama- Madrid).
A lo largo de los días, se analizaron los mecanismos del empobrecimiento en Iberoamérica, África y Europa, dedicando una jornada a cada continente: En Iberoamérica se está acentuando el aplastamiento por parte del imperialismo, también bajo nuevas formas de populismo, que perpetúan la miseria, destruyen la familia y la juventud. África sufre el saqueo permanente por parte de los EE.UU., la U.E. y China y es condenada a un genocidio silenciado y planificado. En Europa el predominio del Capital sobre el Trabajo ha hecho reaparecer la esclavitud: esclavitud de los inmigrantes, explotación laboral cada vez más salvaje y esclavitud infantil, con la complicidad tanto de los partidos políticos y sindicatos, como nuestro propio silencio.
El imperialismo actual es totalitarismo, falazmente encubierto bajo apariencia de democracia. Su dominación integral incluye una propuesta antropológica que socava de manera irreversible los fundamentos mismos de la moral y la convivencia humana. La respuesta a la agresión sistemática, permanente y organizada del imperialismo es la promoción integral y colectiva. Sólo la solidaridad que irrumpe en la historia con el movimiento obrero de empobrecidos es respuesta al imperialismo.
Hoy la Iglesia es mayoritariamente pobre y perseguida. Es la voz de los sin voz. Por eso los ataques contra ella van en aumento. En el siglo XX ha habido más mártires que en el resto de siglos juntos. La Iglesia es la esperanza para los empobrecidos de la Tierra. Nuestra labor pasa por la promoción de militantes cristianos que vivan en permanente proceso de CONVERSIÓN, desde la ASOCIACIÓN y la REVOLUCIÓN, tal y como la vivieron Guillermo Rovirosa y don Tomás Malagón y la profundizó Julián Gómez del Castillo.
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