Un reciente informe de Oxfam titulado “Gobernar para las elites” desvela como sigue creciendo la desigualdad económica en nuestro mundo. En todos los países excepto dos (Colombia y los Países Bajos), el porcentaje del total de ingresos que está en manos del percentil más rico ha aumentado.
El 1% de las familias del mundo posee casi la mitad (el 46%) de la riqueza mundial. Por su parte, la riqueza de la mitad más pobre de la población es menor que la de las 85 personas más ricas.
La riqueza del 1% más rico de la población mundial asciende a 110 billones de dólares, una cifra 65 veces mayor que la de la riqueza total que posee la mitad más pobre de la población.
La crisis ha hecho que su riqueza creciera. En EEUU por ejemplo, el 1% más rico de la población ha acaparado el 95% del crecimiento económico posterior a la crisis financiera entre 2009 y 2011, mientras que el 90% con menos recursos se ha empobrecido en este período.
Las políticas de austeridad han aumentado la desigualdad.
La base de datos de los ingresos más elevados del mundo (The World Top Incomes Database) abarca 26 países, con información sobre el porcentaje de ingresos que va a manos del 1% más rico de la población desde la década de 1980. En todos los países excepto dos (Colombia y los Países Bajos), el porcentaje del total de ingresos que está en manos del percentil más rico ha aumentado.
El 1% más rico de la población de China, Portugal y EEUU ha más que duplicado su participación en la renta nacional desde 1980. Incluso en países más igualitarios como Suecia y Noruega, la participación en la renta del 1% más rico de la población se ha incrementado en más del 50%.
El 10% de la población mundial posee el 86% de los recursos del planeta según Credit Suisse, mientras que el 70% más pobre (más de 3.000 millones de adultos) sólo cuenta con el 3%. Puede afirmarse que los multimillonarios más ricos de la actualidad no tienen parangón en la historia.
Una dictadura económica. Las elites controlan y manipulan las reglas políticas.
El informe presenta datos estadísticos de peso que demuestran que las preferencias políticas de los estadounidenses acaudalados están mayoritariamente representadas en el Gobierno del país, en comparación con aquéllas de las clases medias. Por el contrario, las preferencias de los ciudadanos más pobres no demuestran impacto estadístico alguno sobre la distribución del voto de sus representantes electos.
La concentración de la riqueza en manos 0de las elites, da lugar a una influencia política indebida que, en último término, arrebata a los ciudadanos los ingresos procedentes de los recursos naturales, genera políticas fiscales injustas, fomenta las prácticas corruptas y desafía el poder normativo de los gobiernos. Todo ello provoca un aumento de las desigualdades y de la pobreza. El informe expone una serie de ejemplos significativos
Comprar la política: el dinero sesga la representación política e impulsa la desigualdad en EEUU.
A partir de la década de 1980, los sectores financiero y bancario inyectaron millones de dólares destinados a deshacer las normativas puestas en marcha tras la quiebra bursátil y la Gran Depresión de la década de 1930. La desregulación ha tenido dos ramificaciones: por un lado, los directivos de empresas vinculadas a los sectores bancario y financiero se han hecho excepcionalmente ricos, y por otro lado ha aumentado el riesgo de los mercados mundiales, lo cual ha culminado en la crisis económica mundial que empezó en 2008. Existe una correlación directa entre la desregulación financiera y la desigualdad económica en EEUU.
En 2010 el Presidente Obama promulgó la ley de reforma de Wall Street y de protección del consumidor (Ley Dodd-Frank), cuyo objetivo es regular los mercados financieros y así proteger la economía de una segunda gran crisis. Sin embargo, en 2012 las cinco mayores asociaciones de consumidores utilizaron los servicios de 20 personas dedicadas a defender la Ley Dodd-Frank, mientras que los cinco grupos financieros más importantes enviaron a 406 personas para abogar por su derogación. Esta ley se promulgó hace más de tres años, sólo 148 de sus 398 disposiciones se han terminado, y el sistema financiero sigue siendo tan vulnerable a las crisis como lo era en 2008.
El origen de los multimillonarios indios
En la última década el número de multimillonarios en la India ha pasado de 6 a 61. En un país donde viven 1.200 millones de personas, la elite formada por los diez más ricos, posee un porcentaje de la riqueza nacional que se ha incrementado vertiginosamente, pasando del 1,8% en 2003 al 26% en 2008.
La mitad de los multimillonarios indios han forjado su fortuna en sectores, cuyo acceso es posible exclusivamente a través de permisos del Gobierno, y por lo tanto susceptibles de corrupción. La promoción inmobiliaria es el negocio más opaco de la India: se mueven enormes sumas de dinero ilegal y apenas se recaudan impuestos. Gobierno y grupos de poder se unen y crean normativas económicas en favor de las elites.
Las fortunas amasadas por los nuevos multimillonarios indios suelen ocultarse a través de sociedades ficticias establecidas en otros países, de modo que les resulta fácil evadir impuestos. Sin embargo el gasto gubernamental dedicado a las necesidades de los colectivos más pobres y vulnerables de la sociedad sigue siendo notablemente bajo. El gasto público dedicado a la asistencia sanitaria, sólo asciende al 1% de su PIB…
Autor: Ángela Elósegui