Carta enviada por el obispo de Bangassou, en la República Centroafricana, Mons. Juan José Aguirre. Aún seguimos asfixiados pero, por el momento, hemos evitado el saqueo, las violaciones, las agresiones y robos y la destrucción de muchos edificios que ya realizaron en otros sitios.
Desde el mes de diciembre me he quedado en Bangassou, sin querer moverme, a causa de la situación política del país, la llegada de un grupo de rebeldes islámicos que han querido tomar el poder, han ocupado las principales ciudades del país, han bloqueado la ruta desde Bangui hasta cerca de Bangassou, nos han asfixiado y aún continuan desde entonces.
Yo he podido subir ayer a un avión del PAM (ha sido una odisea encontrar un sitio) y bajar unos días a la capital. Desde diciembre no tenemos carburante, ni medicinas, ni alimentos en las tiendas… todo cuesta una fortuna y atravesamos la estación seca con mucho calor y un poco de angustia. Los rebeldes llegaron a estar a 30 km de la diócesis con la intención de atacar Bangassou.
Felizmente, después de que yo hablé en RFI, no llegaron a entrar en el último instante y los militares de Centroáfrica que llegaron «in extremis» a Bangassou, los fueron rechazando hasta 400 Km de aquí. Aún seguimos asfixiados pero, por el momento, hemos evitado el saqueo, las violaciones, las agresiones y robos y la destrucción de muchos edificios que ya realizaron en otros sitios.
Destruyeron las alcaldías con todos sus documentos (la memoria histórica del país), las sedes de las ONGs, y luego las misiones católicas como en Mobaye que ha sido saqueada habitación por habitación, la iglesia también saqueada, el sagrario profanado, los bancos de la iglesia que sirvieron para el fuego… Varios religiosos fueron golpeados, muchos coches robados, bienes personales…. etc. desde que llegó la Seleka (conjunto de 5 grupos islámicos que han venido desde el Chad para tomar el poder en diciembre) a Centroáfrica, no ha habido ni ley ni construcción ni orden, sino que han traído el desorden, la violencia, la destrucción, buscando llegar al poder e instaurar un gobierno islámico en RCA.
No se cómo Francia no ha querido saber nada aquí, porque un gobierno islámico jihaddista como es éste inflamará toda la zona. ¿Por qué Malí sí y República Centroafricana no? Yo me quedé siempre en Bangassou y tuve que suspender un viaje a Europa y varios por aquí para no dejar sola a la población civil y al personal de la misión. Pero seguimos ahogados: los padres de alumnos no pueden pagar los colegios, un saco de harina cuesta casi 100 euros, un litro de gasolina casi 4 euros, no tenemos formas para las misas porque no hay carburante para el grupo que las fabrica en el seminario, las tiendas están vacías, los teléfonos casi no funcionan y las visitas apostólicas de cuaresma son imposibles por falta de gasoil para los coches.
Así que acabo de llegar a Bangui y desde hace 3 meses no abro mi dirección mail. Tengo más de 400 mails no leídos. Varios de los grupos rebeldes que se unieron para presionar al gobierno y entrar uno de ellos como ministro de la Defensa, se están disgregando otra vez y atacando ciudades nuevas. La carretera seguirá entonces cortada y volveré a no tener internet en Bangassou a mi vuelta. Ahora intentaré responder a los que me habéis escrito preguntando noticias y luego me volveré a Bangassou con una avioneta del PAM a seguir allí junto a mi gente hasta que los rebeldes liberen la carretera y se vuelvan por donde han venido. Cuando acabará esta encerrona? Habéis leído el artículo de Mundo negro de este mes en donde ya aparece nuestro problema centroafricano?
Un saludo fraterno
+ Juan José Aguirre