Militante del Movimiento Cultural Cristiano desde los inicios.
Junto a su mujer Capi, impulsaron la militancia cristiana, en Jaén, siendo incansables en presentaciones, convirtiendo su casa en Casa de Cultura y Solidaridad donde se celebraron centenares de reuniones y cursos, donde los pobres y su promoción estaban en primer lugar.
La Casa de Cultura y Solidaridad Guillermo Rovirosa de Jaén ha sido casa de reunión, de oración, de reflexión y acción, sobre los grandes problemas de la humanidad: hambre, paro, esclavitud infantil… lugar de distribución de las ediciones Voz de los sin Voz, revistas, exposiciones…
Con un entusiasmo que contagiaba, José, difundía cultura solidaria permanentemente: libros, revistas, carteles, productos solidarios…; en la calle, en las casas, en las instituciones; a cualquier hora del día o la noche, con calor, frío o lloviendo.
Sufrió en su cuerpo el hambre de los pobres de la tierra, provocada por una grave enfermedad digestiva que se detectó en estado avanzado y contra el pronóstico médico, (que le daba pocos meses de vida), esta se alargó inexplicablemente durante treinta años de sacrificio, ofrecido en solidaridad con los últimos. La amistad de Julián Gómez del Castillo fue sostén en su vida militante.
Todo lo realizó desde la pobreza y sostenido en el Señor Jesús. Jamás cobró por el trabajo militante, ni en las situaciones más desesperadas. Era muy consciente de que en la Iglesia se vive el Amor desde la gratuidad.
Según avanzaba la enfermedad sus fuerzas se debilitaban, y sin embargo su trabajo solidario y gratuito por los más pobres continuaba cada vez con mayor seriedad y responsabilidad. Nunca desfalleció. Se sabía muy débil, pero con toda humildad seguía; era consciente, que en los pobres, en los débiles ha puesto Dios la esperanza del mundo, y con esa fuerza trabajaba.
Su testimonio dio y dará muchos frutos de vida solidaria. Descanse en la Paz del Señor de los Pobres.