Hemos asistido estos días a la reprobación por parte de la mal llamada izquierda española a la venta de armas a países como Arabia Saudí. Arabia Saudí, lejos siquiera parecerse a una democracia, usa su armamento contra pueblos como el de Yemen, con terribles consecuencias. Esto está bastante claro sin entrar en otros asuntos como el terrorismo y su financiación. Los gobiernos españoles han hecho negocio con la venta de armas sin parar, con países como Arabia Saudí y otros tan poco democráticos como éste. La venta de armas es un gran negocio mundial.
Lo que resulta patético e inmoral, es que esa denuncia no se extienda a otras ventas de armas que han beneficiado o benefician al bancos, empresas, y favorecen el clientelismo político y del voto.
No podemos olvidar, que el pasado año (Febrero 2016) los partidos de “izquierdas” en Andalucía se encontraron con la cruda realidad de elegir entre prioridades, y eligieron la que más se ajustaba a sus intereses partidarios, lo que los alemanes definen como la realpolitik. Tanto IU como Podemos apoyaron la propuesta del PSOE de acelerar y apoyar la venta de corbetas de guerra a Arabia Saudí. Recordemos que José María González “Kichi”, actual alcalde de Cádiz, se mostró a favor de la venta del material de guerra a la dictadura saudí por parte del Estado español que será construido en las factorías de Navantia situadas en la Bahía de Cádiz y Ferrol.
Ahora la pregunta es, ¿esta denuncia apareció en las pancartas de la manifestación de Barcelona?, pues no…. Era políticamente incorrecto.
Y tampoco hemos escuchado decir ni pío de la represión del pueblo venezolano con materiales antidisturbios, algunos de ellos, de origen español.
Recordamos que en el año 2014, España vendió a Venezuela armas de calibre igual o superior a 20 milímetros por valor de más de 2,8 millones de euros. En esta categoría se incluyen rifles, obuses, cañones, morteros, armas contracarro, lanzaproyectiles, lanzallamas, rifles sin retroceso, proyectores o generadores militares para humos, gases, material pirotécnico, visores y montajes y cargadores desmontables…
Luego el Gobierno español sintió algo de vergüenza, y decidió en 2014, suspender cautelarmente y por tiempo indefinido la exportación de material antidisturbios a Venezuela. Las razones aludidas son la “situación de inestabilidad interna” y el riesgo a que pueda ser utilizado contra población civil, como así aparece reflejado en un informe, si bien esto no “afectaba” al material de defensa, que en 2014 se continuó exportando.
Pero España ha vendido también armas a Irán y a otros países, más amigables con algunos de estos partidos, países con sequía democrática y de libertades, desde tiempos inmemoriales. Pero esto también se ha silenciado.
Por eso, es necesario mirar la realidad completa, y poner el orden moral y de principios, por encima de los intereses de turno, haciendo de la política algo más digno. Pero parece que esto no es rentable.
Juan Rodríguez
“Si el honor fuera rentable,
todo el mundo sería honorable”.
Tomás Moro