Algunos datos expresan la hipocresía de los países enriquecidos, que pretenden eliminar a los pobres ¡para no contaminar!
Sus políticas informativas en las que afirman que «sobran niños» son pura filfa.
En primer lugar el consumo de los países enriquecidos per cápita es altísimo
Por comparar algunos datos, en Guatemala el consumo per cápita de energía en [Kgep/a] es 607 en comparación con los 3228 de España, ¡¡5 veces más!! Estos datos son accesibles en Wikipedia con facilidad, os invito a ello.
No podemos renunciar a los combustibles fósiles, por ahora…
El carbón representa todavía la mayoría de la producción mundial de energía. Hay una gran hipocresía por parte de los países enriquecidos que impulsaron su industria y sus economía, con el carbón, con el gas o la energía nuclear.
En China, todavía en pleno crecimiento industrial, inauguran todos los meses una central térmica. China sabe que no puede impulsar su crecimiento industrial sin carbón (hay mucho carbón en China) este es un valor estratégico para ellos. También sabemos que EEUU impulsó en su momento el gas de lutita con el método de fracturación de rocas y le ha dado gran indepencia energética. Europa depende y se surte del gas ruso o argelino… O países como Francia tienen claro que no van a renunciar a la energía nuclear en muchos años…
Si bien las energías renovables están mejorando su participación en el mix de generación de energía mundial a un ritmo más rápido, el carbón todavía representa la mayor parte de la electricidad mundial. En este contexto, cinco de las diez principales centrales eléctricas de carbón en el mundo por capacidad activa en 2018 eran chinas. Existe una gran cantidad de grandes centrales eléctricas de carbón en todo el mundo con más del 37% de la generación de electricidad global proveniente de este combustible. Los cinco principales países por mayor generación de energía a carbón en orden descendente son China, EEUU, India, Corea del Sur y Japón, que en conjunto representaron casi el 78% de la generación de energía mundial a partir de carbón a finales de 2018.
La economía mundial está montada sobre estos estándares de consumo, de producción y de generación de energía. Esto es lo que hay.
La población mundial crece sin fin. Falso.
Esta gráfica lo dice todo, la tendencia mundial es a equilibrarse, y luego…
La razón de este frenazo demográfico radica en la menor tasa de fecundidad, ya que, si bien en 1990 el número de nacimientos por mujer se situaba en 3,2, en 2019 esta tasa ya bajó a 2,5 y se reducirá hasta 2,2 a la altura de 2050. A este respecto, cabe recordar que, suponiendo ausencia de migración, se necesita un nivel de fecundidad de 2,1 nacimientos por mujer para asegurar el reemplazo generacional y evitar descensos de la población a largo plazo.
La caída de la natalidad y el aumento de la esperanza de vida también se reflejan en un creciente envejecimiento de la población a nivel mundial. Para 2050, el 16% de la población global tendrá más de 65 años, frente al 9% actual. Esta evolución resultará especialmente notable en Europa y América del Norte, donde el 25% de las personas tendrá 65 años o más. Asimismo, en 2018, por primera vez en la historia, las personas de 65 años o más superaron en número a los niños menores de cinco años, y la ONU proyecta que la población con 80 años o más se triplicará, pasando de los 143 millones actuales a 426 millones a mitad de siglo.
Pero la pregunta sigue siendo ¿quién se consume toda esta energía?
Evidentemente los más ricos o enriquecidos, y los países que se han convertido en productores de media humanidad, sobretodo Asia (incluida China e India).
Siempre contaminan más los más ricos
Otro dato reciente que expresa a nivel local el nivel de contaminación de unos y otros es un informe publicado por Oxfam, donde concluye que los hogares más ricos de España contaminan el doble que los más pobres, según Oxfam. Sucede lo mismo a nivel global, pero con menos diferencias, claro.
La tierra tiene capacidad para alimentar a la población mundial varias veces
Según la ONU, cada tres segundos, muere un niño de hambre, aunque son muchos más si tenemos en cuenta otras enfermedades derivadas de la miseria. El hambre produce una matanza diaria similar a todos los muertos que ocasionó la bomba nuclear sobre Hiroshima. Sin embargo, si la humanidad se lo propusiera seriamente, el hambre podría ser derrotada fácilmente: Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) la agricultura moderna está en capacidad de alimentar a 12 mil millones de personas, casi el doble de la población actual. Pero no hay voluntad política para ello. Por ello, Jean Ziegler, exrelator especial de la ONU para el Derecho a la Alimentación, cataloga al actual orden mundial como asesino y absurdo: “El orden mundial no es sólo asesino, sino absurdo; pues mata sin necesidad: Hoy ya no existen las fatalidades. Un niño que muere de hambre hoy, muere asesinado”.
La tierra está vacía
En cifras, el 50% de la población mundial vive en el 1% de la superficie de la Tierra. Creo que el dato lo dice todo. Hay cientos de tierras sin usar en la producción agrícola, y no hablamos de desiertos precisamente.
Existe una gran hipocresía ya que se pretende justificar el aborto con el clima y la contaminación.
Cuando los países enriquecidos estaban creciendo durante los años 50, 60 y 70 no miraban tanto hacia este problema. Tiraron de carbón y petróleo todo lo que pudieron, lo cierto es que no pueden renunciar a él tampoco ahora. Los estándares de confort son tan altos, el nivel de desperdicio de la economía basada en el consumo y el placer es tan elevado, que es imposible sostener la producción y la vida con energías renovables… Los que sobran son los pobres, sobretodo para los que dicen «que sobran», siempre sobran los otros.
El modelo de vida y las políticas
El modelo de vida o de transporte es más importante para reducir el gasto energético y para no contaminar las ciudades. Un modelo de vida basado en el consumo desaforado bloquea constantemente la reducción del consumo energético.
El problema de la contaminación de las grandes ciudades se puede subsanar con un transporte público eficaz, rápido, con aparcamientos disuasorios, cosa que políticamente no se ha hecho en Madrid a pesar de la cantinela política de perfil bajo que tenemos… Todo lo que sea a largo plazo no cuenta en política, cada vez menos por desgracia.
Menos hipocresía de esta gran empresa S.A. que lo justifica todo con tal de aumentar beneficios en cada momento de la historia.
Luis Antúnez