Mientras que un eurodiputado cobra 7.000 euros mensuales, más de la mitad de nuestros ancianos viven con menos de 720 euros al mes, ¡¡diez veces menos!!, y aún así, nadie protesta, nadie hace huelgas, los seguimos votando,…
No queremos esperar a que salga en las noticias un nuevo caso de otro anciano que ha muerto solo y que ha sido descubierto varios días después, porque nadie lo echaba de menos.
Una gruesa cortina de silencio se corre diariamente tras este tema; quizás aquí mismo, en nuestro mismo portal, en nuestro mismo bloque haya algún anciano que vive solo y abandonado de los suyos los últimos años de su vida.
Cerramos los ojos ante este drama, no nos interesa, vivimos demasiado bien, inmersos en este mercado mundial en el que sólo interesa lo que genera beneficios y lo demás lo dejamos tirado en las cunetas.
Nuestras ancianas son las más pobres de la rica Europa, detrás de las italianas. Mientras que un eurodiputado cobra 7.000 euros mensuales, más de la mitad de nuestros ancianos viven con menos de 720 euros al mes, ¡¡diez veces menos!!, y aún así, nadie protesta, nadie hace huelgas, los seguimos votando,…
Es cierto, vivimos en un mundo que permanentemente ataca a los más débiles, y esto con nuestro silencioso consentimiento. Son unos tiempos que están destrozando a la familia, porque ¿qué familia en su sano juicio abandona a sus abuelos?, sólo familias rotas, enfermas.
A nosotros nos toca no cerrar los ojos, a nosotros nos toca engendrar familias solidarias con los suyos y con los ajenos, a nosotros nos toca exigir a nuestros gobernantes que tengan vergüenza, a nosotros nos toca.
Ester M. P.