Tras el desalojo en la madrugada del domingo pasado de un millar de extranjeros indocumentados que se encerraron en la Catedral de Barcelona, el Arzobispado catalán reiteró la solidaridad de la Iglesia con los inmigrantes «sin papeles» pero rechazó los abusos contra los templos. Fuentes del Arzobispado afirmaron que el encierro en la Catedral de Barcelona se saldó con la rotura de varios bancos y lámparas, y con la presencia de charcos de orines en varios puntos del templo, incluida la zona junto al altar. El Arzobispado afirmó que no denunciará lo hechos, pero se indignó con los resultados de su solidaridad para con los inmigrantes prestándoles el lugar. Defendió la necesidad de desalojar la Catedral, al asegurar que ´lo primero que debe respetarse es el carácter religioso´ de los templos, algo que ´no se hizo porque el pasado sábado se interrumpió la celebración de una Misa´…
MADRID, 07 Jun. 04 (ACI).-Tras el desalojo en la madrugada del domingo pasado de un millar de extranjeros indocumentados que se encerraron en la Catedral de Barcelona, el Arzobispado catalán reiteró la solidaridad de la Iglesia con los inmigrantes «sin papeles» pero rechazó los abusos contra los templos.
Después de calificar de «injusto» que ciertos colectivos pongan en duda la solidaridad de la Iglesia con los inmigrantes, un portavoz del Arzobispado de Barcelona aseguró que la Iglesia es solidaria «a través del trabajo diario de nuestras parroquias y del esfuerzo económico y social que dedica Cáritas a potenciar programas de inserción para estos colectivos».
El Arzobispado de Barcelona defendió la necesidad de desalojar la Catedral, al asegurar que «lo primero que debe respetarse es el carácter religioso» de los templos, algo que «no se hizo porque el pasado sábado se interrumpió la celebración de una Misa».
Además, el vocero indicó que el desalojo fue permitido para proteger el patrimonio «histórico y monumental» de la Catedral. «Tiene obras de arte de gran importancia como el coro, situado en la zona central del templo, que está hecho de madera y que sólo con una colilla puede encenderse», señaló su portavoz.
«En el caso que el Arzobispado de Barcelona hubiera permitido que un millar de personas pasara la noche en el interior del templo y se hubiera quemado el coro, entonces qué habría dicho la ciudadanía?», se preguntó el mismo vocero.
Por su parte, el Arzobispo de Barcelona, el Cardenal Ricard Maria Carles, aseguró el domingo ver «manipulaciones interesadas» sobre los inmigrantes que el pasado sábado se encerraron en la Catedral y en la Iglesia del Pi y consideró inoportuno ocupar los templos.
Asimismo, el Purpurado agradeció a las administraciones, sindicatos y entidades el documento que firmaron en la madrugada del domingo y en el que consideraban que «no era oportuna la ocupación de templos, cuando están en curso negociaciones para resolver el problema de los «sin papeles», tanto a nivel autonómico como estatal».
Acusan a los inmigrantes encerrados de romper bancos y orinar en la Catedral
La Razón 08/06/2004
Fuentes del Arzobispado afirmaron ayer que el encierro de los más de mil inmigrantes en la Catedral de Barcelona ocurrido el sábado se saldó con la rotura de varios bancos y lámparas, y con la presencia de charcos de orines en varios puntos del templo, incluida la zona junto al altar. El Arzobispado afirmó que no denunciará lo hechos, pero se indignó con los resultados de su solidaridad para con los inmigrantes prestándoles el lugar. Por su parte, el Gobierno calificó la actuación policial como «correcta» mientras la Generalitat advirtió que actuará igual ante futuros episodios similares.
Los inmigrantes que la noche del pasado sábado se encerraron en la Catedral de Barcelona en reclamo de «papeles» para el millón de irregulares que presuntamente y según sus propias cifras habitan en España, causaron varios daños dentro del templo. Según afirmaron ayer fuentes catedralicias, el colectivo rompió varios bancos cuando los pusieron a modo de barricada contra las puertas del mismo para evitar la entrada de la Policía, algunas lámparas, e incluso orinaron junto al altar, pese a que el Arzobispado les permitió pasar la noche en las instalaciones con las únicas condiciones de que lo respetasen todo, que hicieran el mínimo ruido posible, y que lo abandonasen a las nueve de la mañana. De hecho, la Catedral los ubicó en el claustro, desde donde tenían acceso a un aseo para, precisamente, conservar la limpieza en el templo, además de ofrecerles mantas y comida para evitar que pasaran frío y hambre durante su encierro.
Aún así, un portavoz del Arzobispado quiso añadir que, aunque los daños provocados por los inmigrantes fueron «mínimos», desde la institución no se quiere «echar más leña al fuego» y anunció que no se interpondrá ninguna denuncia ni harán pagar a nadie los desperfectos, aunque «este es un lugar de culto y se debería ir con mucho cuidado al hacer algunas cosas que son muy desagradables», explicó al respecto, alertando de que si vuelve a producirse otro encierro similar al ocurrido todo «puede acabar en un desastre».
Detenciones. La intervención de la Policía en el templo, sobre las cuatro de la madrugada del sábado, se saldó con varias detenciones cuyo número no quiso especificar el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel, aunque ayer el Subdelegado en Barcelona, Eduard Planells, especificó que a algunas personas que se encerraron en la Catedral de Barcelona se les han expedido la orden de expulsión del país, entre ellos a los cabecillas convocantes de la manifestación previa al encierro.
La Policía afirmó al respecto que en total fueron detenidas 29 personas, pero todas éstas se produjeron antes de que el colectivo de inmigrantes entrase en el templo como medida de protesta por su situación, y que se llevaron a cabo en «un proceso habitual de identificación a personas que residen en España en situación irregular».
El subdelegado del Gobierno aprovechó para denunciar que aún quedan por resolver 20.000 expedientes de permisos de residencia abiertos en la provincia de Barcelona desde principios de año. Para aliviar este «embudo», la Delegación y el departamento de Trabajo e Industria acordaron que a partir del próximo 1 de julio las 73 oficinas de trabajo de la Generalitat colaborarán en la renovación de permisos de residencia.
«Inmigración ordenada». Tras el encierro, episodio que ha abierto nuevamente la polémica sobre inmigración, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, dejó claro que no habrá una regularización generalizada y advirtió de que «la inmigración ordenada es la legal», calificando como «correcto» el desalojo, mientras desde la Generalitat se alertó de que si vuelve a ocurrir otro encierro se actuará igual, tras el anuncio del colectivo de continuar sus reivindicaciones el fin de semana.