¿Qué es el MOVIMIENTO CULTURAL CRISTIANO?

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«… Para que este servicio del amor esté por encima de toda excepción y se manifieste como tal, es necesario ver en el prójimo la Imagen de Dios, según la cual fue creado, y a Cristo Señor, a quien se ofrece realmente cuanto se da a los necesitados; respetar con la máxima delicadeza la libertad y la dignidad de la persona que recibe la ayuda; no manchar la pureza de la intención con la búsqueda de alguna utilidad propia o con el deseo de dominar; satisfacer ante todo las exigencias de justicia, de modo que no se ofrezca como ayuda de caridad lo que se debe a título de justicia; suprimir las causas, y no solo los efectos de los males, y organizar la ayuda de modo que quienes la reciben se liberen paulatinamente de la dependencia externa y lleguen a ser autosuficientes…»(Decreto Apostolicam Actuositatem, Concilio Vaticano II)

RAICES HISTÓRICAS

El Movimiento Cultural Cristiano no es fruto del presente sino continuación de la historia de los empobrecidos y de su liberación. Sus raíces se asientan en:

  1. La Historia de los Pobres del siglo XIX y principios del XX, en la que aparece el grito de los explotados «ASOCIACIÓN O MUERTE» como expresión de la irrupción de la conciencia social en la Historia a través de los pobres.
  2. La militancia del apostolado obrero nacido en los años 40 con Guillermo Rovirosa y Tomás Malagón como representantes más caracterizados. La espiritualidad de encarnación y la vivencia misionera de la fe cristalizó en una promoción de grupos de militantes cuyo eje era la fidelidad a Cristo, la Iglesia y los Pobres.
  3. Los inicios del apostolado privado a través de la Editorial ZYX en los años 60 sirviendo a la sociedad luchando por la CULTURA SOLIDARIA y AUTOGESTIONARIA como bien universal y accesible a todos.

Tras este largo recorrido nace el M.C.C. con el fin de formar grupos y familias militantes cristianas para la evangelización de la sociedad postindustrial del siglo XIX.

MILITANTE CRISTIANO:

El que culmina un proceso progresivo compuesto por:

  1. Conocimiento de la realidad a modificar
  2. Asimilación de una estrategia.
  3. Inmersión en la actuación transformadora.

Y hace de su vida un proceso de conversión a Jesús de Nazaret, sostenido en la contemplación y la lucha transformadora del mundo, desvinculado de gratificaciones económicas.

EN UN MUNDO INJUSTO

Nuestro mundo vive una situación trágica como nunca se había dado en la historia de la Humanidad. Mientras en el Hemisferio Norte los excedentes de alimentos constituyen un problema, tres cuartas partes de la Humanidad se ven abocadas al hambre y a la miseria progresivos.La dimensión internacional de los problemas exige una nueva mentalidad a la hora de abordarlos. Ante el paro, el hambre y la esclavitud infantil no podemos responder desde el asistencialismo o la resignación que perpetúan la situación.

“Un mundo… donde en lugar de la interdependencia y la solidaridad, dominan diferentes formas de imperialismo, no es más que un mundo sometido a estructuras de pecado”, Juan Pablo II

LA SOLIDARIDAD COMO UNICA RESPUESTA

Para dar una respuesta solidaria el Movimiento Cultural Cristiano ha puesto en marcha una serie de experiencias, sin ánimo de lucro, que quieren ser una cerilla en medio de tanta oscuridad:

  1. Ediciones de vídeos y libros «Voz de los Sin Voz»
  2. Casa Emaús en Torremocha de Jarama (Madrid) con biblioteca y cursos de formación histórica, política, económica, cultural, social, teológica y de espiritualidad.
  3. Campaña por la Justicia en las Relaciones Norte-Sur.
  4. Red de Casas de Cultura y Solidaridad en toda la geografía española.
  5. Camino Juvenil Solidario
  6. Proyecto de promoción en Iberoamérica.

“Solidaridad es compartir incluso lo que necesitamos para vivir”, Juan Pablo II

Creemos que es posible luchar contra la manipulación de la conciencia, la mediocridad y el individualismo imperante en nuestra sociedad si nos decidimos a ser protagonistas de nuestra vida personal y colectiva, siendo testimonio solidario en medio del mundo.Los laicos estamos llamados a vivir nuestra vocación sin complejos y sin reduccionismos. Vivir una espiritualidad de encarnación nos ha de llevar a vivir la fidelidad a Jesús, la Iglesia y los Pobres de manera radical.

“El cristianismo no es una cosa más en la vida del cristiano, algo así coo “las sobras” de lo que las otras cosas permiten: sino que es lo único necesario, de tal manera que todo lo demás toma su dimensión en función del vivir cristiano. Guillermo Rovirosa

La promoción de grupos y familias de militantes es el mejor servicio que podemos hacer para que la Iglesia cumpla su labor evangelizadora. Ello exige que los laicos cultivemos el espíritu asociativo porque solos no podemos avanzar y ser respuesta a un mundo imperialista.El Movimiento Cultural Cristiano se pone a disposición de todas aquellas personas, grupos o instituciones de cualquier tipo para continuar el diálogo sobre estos temas o para ofrecer más información acerca de sus actividades.

Nota: Información sobre esta organización apostólica de la Iglesia Católica en el formulario de contacto o en las Casas Cultura y Solidaridad.