La Bankia que pagamos los españoles, sin cláusula suelo

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No había “clausula suelo” para el agujero generado en la entidad, entidad que existía gracias al sudor y del ahorro de muchos españoles. Muchos de ellos emigrantes de una España que todavía era tierra de pobres

Todo indica que en el caso Bankia, el Banco de España y la CNMV no hicieron sus deberes en los procesos de fusión (Cajamadrid y seis cajas más) y salida a bolsa, inmortalizada por Rodrigo Rato y la famosa campanita.

Seis años después, la Audiencia Nacional toma partido. Los altos responsables de entonces en ambos órganos supervisores y sus principales colaboradores están bajo sospecha porque, según la sala segunda, hay “bastantes, múltiples y concurrentes” indicios de criminalidad.

En ciertos medios se reprocha una supuesta sobrevaloración de datos puestos extraoficialmente sobre la mesa del entonces gobernador del BdE, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, Véanse los famosos correos electrónicos de sus propios inspectores.

Es incierto que el engaño de Bankia a cientos de miles de inversores se acredite solamente en esos correos, que desaconsejaban la salida a bolsa y denunciaban el desastroso estado patrimonial y contable de la entidad.

Aunque fuese ‘a posteriori’ (diciembre de 2014), dos peritos del Banco, designados a petición del juez Andreu, emitieron un informe que cuestionaba la validez de las cuentas y la limpieza del proceso. Allí se dice que Bankia, sedienta de capitalización, salió a bolsa con unas cuentas maquilladas que no reflejaban su situación. Y además, se explica cómo inversores institucionales, grupos financieros y empresas ligadas a Bankia participaron en la compra de acciones para generar un efecto llamada. Pero estos se retiraron inmediatamente, dejando a los pies de los caballos a más de 300.000 pequeños ahorradores. Y a todos los contribuyentes, que pagamos a escote 22.000 millones de euros en rescate y nacionalización.

Es el fondo de la cuestión: la factura a pagar por el sometimiento político de unos servidores públicos cuyo papel funcionarial y teóricamente independiente se plegó a unas directrices dictadas por el Gobierno de turno. La consigna era apoyar la salida a bolsa de Bankia. Su eventual éxito hubiera camuflado su situación patrimonial y la imagen de la banca española en los difíciles días de la crisis.

Ahora mismo, la banca cierra filas en torno a la labor de los inspectores del Banco de España durante la salida a bolsa de Bankia, en julio de 2011, y culpa de las presuntas irregularidades a la presión que los políticos ejercieron sobre los técnicos, en un momento en el que la OPS (Oferta Pública de Suscripción) fue definida como “una cuestión de Estado” por el Gobierno socialista. En ese momento, Elena Salgado estaba el frente del Ministerio de Economía.

El organismo ordenó el lunes 13 de Febrero al juez Fernando Andreu que llame a declarar en calidad de investigados (antigua figura del imputado) al ex gobernador, Miguel Ángel Fernández Ordoñez, y al ex presidente de la CNMV, Julio Segura, como corresponsables de la estafa cometida a los inversores. (y a los españoles que han pagado el poner a flote la entidad)

Junto a ellos, imputó a Fernando Restoy y Javier Aríztegui, ambos ex subgobernadores del Banco de España; y a Jerónimo Martínez Tello, ex director de supervisión.

La conversión de Cajas en Bancos se ha completado. El objetivo en definitiva era liquidar la experiencia solidaria de ahorro del pueblo llano para manejar una banca más poderosa ante el futuro incierto para las grandes entidades bancarias. Entre todos la mataron…

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Redacción: Solidaridadnet