Cientos de miles de iberoamericanos han sido torturados, violados, asesinados, desaparecidos, masacrados y obligados a refugiarse por soldados y oficiales entrenados en esa Escuela. Los militantes noviolentos en un acto de desobediencia civil manifiestan: «Las autoridades dicen que estamos violando la ley cuando lo hacemos, pero nosotros decimos, por supuesto, que hay una ley más alta que dice ‘no mataras’, una ley que dice que nosotros debemos estar en solidaridad con nuestras hermanas y hermanos en Iberoamérica».