El informe de la ONU alerta del aumento en la trata de mujeres y niñas en los países más empobrecidos.
El documento, titulado «Tráfico de mujeres: otra manifestación de violencia contra las mujeres», concluye que en todo el mundo un alto porcentaje de mujeres y niñas son víctimas de la trata de personas y que varios países latinoamericanos se han convertido en naciones de destino de víctimas captadas en la misma región.
«Los países de destino de las víctimas captadas en Latinoamérica son principalmente Europa y Estados Unidos, si bien se ha constatado que Brasil, Colombia, República Dominicana y México también reciben a mujeres» del hemisferio occidental, explica el informe.
Asimismo, en el caso concreto de Centroamérica, el documento de la OIM concluye que la explotación «ocurre dentro de la misma región», si bien algunos países son fundamentalmente de origen de víctimas y otros de destino.
Nicaragua, El Salvador y Honduras son mayoritariamente países de captación de mujeres, que en gran parte de los casos tienen como destino México, Guatemala y Costa Rica.
El estudio advierte además de que aunque el fin principal del tráfico de mujeres es la explotación sexual, también existen casos de explotación laboral, mendicidad y extracción de órganos, así como de explotación de los hijos de las víctimas.
La OIM lamentó que la información sobre el tráfico de personas en Latinoamérica es «muy escasa», debido a que existe un porcentaje muy pequeño que logra escapar y una cifra aún menor de personas que deciden hablar del problema.
Escapar de sus captores y volver a su hogar no supone «el fin de la pesadilla» para las mujeres que han sido captadas por las redes de tratas de personas. Una vez en casa se enfrentan a reprimendas violentas o a volver a ser víctimas del tráfico, a verse estigmatizadas por la familia y la comunidad, y puede que tengan que pagar las deudas contraídas para migrar.