La Pandemia X. (III) ¿Prolegómenos de un nuevo totalitarismo biopolítico? Nuevo control de población global e integral

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Se llama pandemia a la propagación mundial de una enfermedad. El vocablo procede del griego  πανδημία, de παν (pan, todo) y de δήμος (demos, pueblo), expresión que significa reunión de todo un pueblo.  Por tanto, es fundamental conocer cómo es la situación de la población mundial para entender las claves político-demográficas de esta crisis[1].

Control demográfico

Desde los tiempos de Israel en Egipto se sabe que el control demográfico de los empobrecidos[2] por parte de los poderosos de cada época ha sido una clave política fundamental a lo largo de la historia.

Ya en los orígenes de la Revolución Industrial nació la ideología malthusiana[3], que afirmaba falsamente que la población crecía más deprisa que los alimentos. Actualmente la tierra tiene recursos para más del doble de la población actual.

Esta ideología se ha revestido de ropajes cientifistas pero no ha conseguido ocultar la realidad de que es una estrategia para el control de la población empobrecida.

En el siglo XX, después de la II Guerra Mundial, el control demográfico de los empobrecidos ha sido una constante geopolítica de los países «desarrollados» camuflada fundamentalmente bajo el mito de la superpoblación.[4] Apenas nadie sostiene hoy desde el punto de vista científico esta afirmación.

A instancias del presidente norteamericano J. F. Kennedy, comienza el apoyo oficial e institucional del gobierno norteamericano a las políticas de control natal.

Tras el fracaso del programa de ayuda económica a Latinoamérica, la “Alianza para el Progreso”, promovido por el presidente Kennedy, su sucesor, Johnson, en el célebre discurso en las Naciones Unidas dijo que “actuaría sobre el hecho de que cinco dólares invertidos en control natal equivalen a cien dólares invertidos en crecimiento económico”, lo cual implicó que a partir de ese momento la Agencia Internacional para el Desarrollo (AID), organismo oficial de ayuda norteamericana, volcara un volumen importante de sus recursos a los programas antinatalistas. La guerra contra la población había sido declarada por los Estados Unidos[5], y en el propio seno de las Naciones Unidas… Posteriormente Johnson declaró:

«Existen 3 mil millones de personas en el mundo y solamente 200 millones son nuestras. Tenemos una desventaja de 15 a 1. Si la fuerza tuviera razón, inundarían Estados Unidos y se llevarían lo que tenemos. Nosotros tenemos lo que quieren. Es decir, el enemigo es el mundo entero y si no lo hacemos bien, se abalanzarán sobre nosotros para quitarnos lo que es nuestro»      

Apenas un año después, en 1967, se crea el Fondo de las Naciones Unidas para Actividades en Materia de Población (FNUAP), del que se nombra director en 1969 a Rafael M. Salas[6], quien le da un fuerte impulso. En junio de 1973 ya disponía de un capital de más de 100 millones de dólares.

A partir de finales de la década de los sesenta, el Banco Mundial ,  está dirigido por Robert McNamara hasta 1981. En 1970  otorga su primer préstamo para control demográfico y se suma a diversas agencias de las N.U. (especialmente el FNUAP, PNUD, UNICEF, OMS y la FAO), para promover campañas mundiales de control natal. Así, por ejemplo, en el discurso inaugural como nuevo Presidente del Banco Mundial, Robert McNamara se dirigió a la Junta de Gobernadores, el 30 de septiembre de 1968 en la ciudad de Washington, en estos términos:

«El rápido crecimiento demográfico es una de las mayores barreras que obstaculizan el crecimiento económico y el bienestar social de nuestros Estados miembros».

El 18 de Julio de 1969, el presidente de EEUU, Richard Nixon dirigió al Congreso su “Mensaje especial para el Congreso sobre Problemas de Crecimiento de la Población“, en el que declaró que:

«Durante algún tiempo, el crecimiento de la población ha sido visto como un problema de los países en vías de desarrollo. Sólo recientemente la presión demográfica se ha manifestado como un problema para los países industrialmente avanzados (…) Es por todos estos motivos que hoy propongo la creación, por parte del Congreso, de una Comisión sobre el crecimiento de la Población y el Futuro de América. El Congreso debería de otorgar a dicha Comisión la responsabilidad de investigar y hacer recomendaciones sobre tres áreas específicas:

Primero, el curso probable del crecimiento de la población, las migraciones internas y los desarrollos demográficos desde ahora hasta el año 2000.

Segundo, los recursos en el sector público de la economía que se requieran para abordar el crecimiento de población anticipado.

Tercero, modos en que el crecimiento de población puede afectar a las actividades del Gobierno Federal y de los gobiernos locales».

 «Uno de los retos más serios del destino humano en el último tercio de este siglo será el crecimiento de la población. Que la respuesta del hombre a este desafío sea digna de orgullo o de desesperanza en el año 2000, dependerá mucho de lo que hagamos hoy en día. Si ahora comenzamos nuestro trabajo de la forma adecuada, y seguimos prestando considerable atención y energía a este problema, entonces la humanidad será capaz de superar este reto como ha superado otros muchos a lo largo de la civilización».

Dicha Comisión, estuvo encabezada y presidida por John D. Rockefeller III quien presentó así el informe final:

«Tengo el honor de transmitir para su consideración el Informe Final que contiene los resultados y recomendaciones de la Comisión sobre el Crecimiento de la Población y el Futuro de América, Sec.8, PL 91-213.»
«Después de dos años de concentrado esfuerzo, hemos concluido que, a largo plazo, no se obtendrán substanciales beneficios del continuo crecimiento de la población de la Nación, por el contrario, la gradual estabilización de nuestra población a través de métodos voluntarios, contribuiría significativamente a la capacidad de la Nación de resolver sus problemas»

Los «Rockefeller» han sido uno de los principales promotores mundiales del control demográfico de población, especialmente de los empobrecidos. En estos momentos encabeza, junto con los Gates (Microsoft), diversas iniciativas en relación a la investigación y desarrollo de vacunas y respecto al proyecto de identidad digital universal en el marco de la nueva «gobernanza». Es decir, su estrategia se sigue proyectando en la actualidad mediante el control de la sanidad global como más adelante podremos profundizar.

A principios de los años 70 el presidente Nixon pidió al Congreso mayores fondos para financiar las actividades de población.

En su carácter de secretario de estado del gobierno norteamericano, Henry Kissinguer suscribió el 24 de abril de 1974, el documento titulado “Memorandum de Estudio para la Seguridad Nacional nº 200 (NSSM 200) – “Implicaciones del Crecimiento Poblacional Mundial para la Seguridad de Estados Unidos e Intereses de Ultramar”.
En 1989 estos documentos fueron desclasificados. Esto permitió descubrir como el Informe Kissinger recomendaba al Ejecutivo del gobierno de Richard Nixon declarar de máxima prioridad el control de natalidad en 13 países. Brasil aparecía en primer lugar; los otros países eran India, Bangladesh, Paquistan, Nigeria, México, Indonesia, Filipinas, Tailandia, Egipto, Turquía, Etiopía y Colombia. Se alegaba que la “explosión” demográfica era una “amenaza” para la seguridad de de los EE.UU. Entre otras cosas, recomendaba a las agencias del gobierno de EE.UU. no usar el término “control de la natalidad” para no asustar a los políticos, sino expresiones como “planificación familiar” o “paternidad responsable”. El objetivo era garantizar el acceso de los EE.UU. a las materias primas de esos países, minimizando el consumo interno en ellos. Dicho de otra forma, generar un de déficit crónico de lo indispensable para vivir, al mismo tiempo que se expolian sus riquezas naturales y humanas.

Desde entonces todos los países enriquecidos, sus corporaciones trasnacionales, las fundaciones y ONGs vinculadas han desarrollado y extendido la estrategia de control poblacional a través de muchos instrumentos: créditos y  donaciones condicionadas; la Ayuda Oficial al Desarrollo; programas humanitarios ejecutados por ONGs y agencias de Naciones Unidas; los Objetivos de Desarrollo Sostenible y sus predecesores los Objetivos del Milenio… Cumbres Mundiales sobre Población, Mujer, Cambio Climático,… etc.

Nuevo control global e integral de población

En este sentido actualmente partimos de este punto ampliamente conocido y documentado:

Todos los organismos gubernamentales, agencias internacionales, especialmente la OMS, empresas transnacionales y sus respectivas fundaciones y ONGs[7]  están orientados hacia un creciente control de la población tanto cuantitativo como cualitativo[8].

Los ODS, pero más específicamente el objetivo nº 3 dedicado al tema de la salud, recogen una pléyade de actuaciones, metas y objetivos en este sentido[9]. Y este control no es por la falta de recursos[10] o más modernamente por el cambio climático antropogénico sino porque el sistema económico actual se basa en que una minoría de la población mundial mantenga unos niveles de vida altos a costa de la inmensa mayoría del planeta[11].

El sistema así constituido pivota sobre el control de:

  • los recursos naturales;
  • el comercio internacional;
  • las finanzas mundiales;
  • la ciencia y la tecnología
  • la información y la opinión pública
  • lo militar

Por eso, el control demográfico ha sido y es una pieza fundamental que debemos tener en cuenta históricamente para comprender el momento actual de la estructura [12] político-financiera internacional.  El poder hegemónico de cada época y cada sociedad debe siempre controlar la base social porque es de donde pueden surgir las diferentes propuestas de transformación social.

Durante miles de años el crecimiento demográfico ha sido lentísimo (tasa anual próxima a cero) a partir de 1650 experimentó una aceleración tan vertiginosa que podría ser calificado como el hecho más destacado de la historia contemporánea. La población mundial seguirá aumentando pero los países enriquecidos[13]  están estancados y todo el crecimiento estará en los países empobrecidos.[14]

Respecto a la distribución de la población. El 82% se encuentra en países empobrecidos y el 18% en países enriquecidos. Las tasas de fecundidad en países ricos están por debajo del nivel de reemplazo y la fecundidad sigue siendo alta en los países empobrecidos, aunque se prevé que descienda. En muchos ha descendido desde finales de los 70 del siglo XX y para el 2050 la mayoría de ellos estará por debajo del nivel de reemplazo generacional, por ejemplo Brasil[15].

El control de la población para limitar el acceso a los recursos es uno de los puntos neurálgicos del momento geopolítico actual que haría de una pandemia global un arma estratégica. Con ello nos estamos refiriendo tanto a la supresión directa de población como al sostenimiento y promoción de  condiciones sociales que facilitan la propagación de enfermedades.  Y estas enfermedades generadas por unas condiciones de injusticia social son, al mismo tiempo, un falso argumento «humanitario» para potenciar las intervenciones políticas y económicas que se estimen necesarias en las zonas empobrecidas.

Veamos cómo está la situación[16].

Solo los empobrecidos crecen algo

Se estima que la población mundial alcance los nueve mil millones en 2050. Prácticamente todo este crecimiento se producirá en países empobrecidos de Asia y África, lo que originará una presión sobre los recursos básicos que actualmente controlan los países enriquecidos. Más de la mitad de la población mundial prevista para 2050 se agrupará en solo nueve países: India, Nigeria, Pakistán, República Democrática del Congo, Etiopía, Tanzania, In­donesia, Egipto y Estados Unidos. Este crecimiento va a ser es­pecialmente relevante en el África subsahariana ya que se estima que, en 2040, en esta región, la población de edad comprendida entre 15-24 años será tres veces mayor que la de EE. UU. y Eu­ropa juntos y el doble que la de China.

Envejecimiento

Este crecimiento contrasta con la inversión de las pirámides de población en los países enriquecidos ya que un tercio de estos países tendrá más de sesenta años en el 2050[17].  La División de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la Secretaría de Naciones Unidas afirmaba en 2007 que el actual envejecimiento de la población es un proceso que no tiene precedentes en la historia de la humanidad. Los ancianos sobrepasarán por primera vez a los jóvenes antes del año 2050.

Este proceso afectará a todos los países del mundo, también al Tercer Mundo debido fundamentalmente a la caída de los niveles de fecundidad, que se han hecho prácticamente universales. El envejecimiento parece irreversible puesto que es  improbable que las tasas de fecundidad aumenten. En 2007 había 9 trabajadores por cada persona mayor de 65 años. En 2050 habrá 4 trabajadores por cada persona mayor de 65 años.

En los últimos años, la esperanza de vida ha aumentado y se estima que esta tendencia continuará en el futuro pasando de los 72,6 años a 77,1 en 2050, lo que significa que habrá un mayor número de población vulnerable que ejerza una gran presión sobre los sistemas socio- sanitarios. Esto evidentemente es un problema financiero para el estado y al mismo tiempo un gran negocio farmacéutico. Suponemos que el sistema buscará un equilibrio dinámico entre ambos.

La implantación de leyes pro eutanasia en países enriquecidos podría ser un elemento clave de gran impacto económico, social y cultural para eliminar población anciana o enferma.  La OCDE ya se ha planteado que es económicamente inviable sostener tantos viejos y tantos enfermos crónicos. Se habla de 150 millones de demencias en el mundo para el año 2050[18]. La mayoría Alzheimer en poblaciones de países enriquecidos.

Urbanización suburbial

Otro factor demográfico será el aumento de la urbanización. El porcentaje de po­blación que vivía en ciudades en 2015, que era del 54 %, pasará a ser del 66 % en 2050. Este cambio tendrá lugar en su mayoría en el hemisferio sur empobrecido, donde se espera que casi el 37 % del aumento tenga lugar en solo tres países: India, China y Nigeria. La con­centración de la población en las megaciudades plantea grandes desafíos como la necesidad de proporcionar los servicios básicos como el agua, el transporte, el tratamiento de los residuos y la aparición de desigualdades que pueden generar sociedades muy conflictivas. Conviene recordar que casi dos tercios de la población que vive en las urbes africanas lo hace en suburbios. En el caso de Sierra Leona, se está urbanizando a un ratio del 3 % cada año y en 2005 más del 97 % de su población urbana vivía en suburbio. Estas condiciones fomentaron la propagación del ébola.

Control biométrico de inmigrantes

Los desplazamientos humanos debido a situaciones políticas y económicas intolerables para la población afectada es otro de los factores demográficos que también convierten a las enfermedades en armas estratégicas que al mismo tiempo que eliminan población vulnerable generan una presión política sobre la sociedad receptora provocando un cierre de fronteras controlado, y sobre todo, justificado por la opinión pública.  Las poblaciones en general, tanto enriquecidas como empobrecidas,  verán a los inmigrantes no como víctimas de un sistema sociopolítico injusto sino como fuente de transmisión de enfermedades contagiosas.

El filtrado de población, por tanto, será mucho más efectivo y estará dotado aún más de toda una infraestructura tecnológica no solo represiva sino también biométrica[19], es decir que controle las constantes biológicas de los inmigrantes tanto a la salida como a la llegada. Al mismo tiempo, otros sectores de población privilegiados dispondrán de una mayor libertad de movimientos global garantizada por su identificad digital biométrica.

En resumen, los nuevos desafíos demográficos no pasan desapercibidos para las elites financieras y políticas.  Forman parte de su agenda desde hace décadas. En un mundo globalizado, el control integral, cuantitativo y cualitativo, de la población es fundamental.

Esta crisis está poniendo encima del tablero medidas  muy agresivas desde el punto de vista social, político y tecnológico. Sin embargo, la implementación tan rápida de estas directrices como la geo-localización, los sistemas biométricos de identificación o incluso la fumigación generalizada (que podría tener efectos secundarios muy importantes para la fertilidad humana) nos hacen pensar que de alguna forma ya estaban previstas o programadas en algún ámbito sin que hubiera un conocimiento de la opinión pública. Solo hacía falta que un fuerte impacto y una situación excepcional las pusiera en funcionamiento haciendo que se aceptaran sin apenas reacción crítica.

Por ello, nos tememos que estás medidas excepcionales[20] no solo no se van a retirar sino que se van a quedar con la excusa de «prevenir» o «controlar» por anticipado.  Por eso, no debemos bajar la guardia ni dimitir de la responsabilidad política solidaria que todos tenemos por el Bien Común.

Carlos Llarandi y Alberto Mangas

Militantes del Movimiento Cultural Cristiano

Miembros de Profesionales por el Bien Común

(Fin parte III)

La Pandemia X. (II) ¿Prolegómenos de un nuevo totalitarismo biopolítico? Una pandemia global muy «anunciada»

La Pandemia X ¿Prolegómenos de un nuevo totalitarismo biopolítico? Descubriendo la verdad


[1] Cf. Junta de Vigilancia Mundial de la Preparación (GPMB). Un mundo en peligro. Informe anual sobre preparación mundial para las emergencias sanitarias. 14. Septiembre 2019.  https://www.gpmb.org/

[2] Utilizamos el término «empobrecidos» (no pobres, ni subdesarrollados, ni en vías de desarrollo) para referirnos al sector mayoritario de la población mundial (80-90%) cuya situación de pobreza no es consecuencia de desastres naturales o desgracias accidentales sino fruto de un sistema socio económico injusto.

[3] Cf. EL MALTHUSIANISMO (1789-1822).  Muy interesante para el seguimiento de este tema.

[4] Cf. El mito de la superpoblación. El mito de la Superpoblación

[5] Evidentemente los EEUU no eran los únicos,  encabezaban al conjunto de los llamados países desarrollados

[6] Rafael M. Salas

[7]  Cf. Llarandi, Carlos. United Nations Global Compact como estructura de pecado del sistema neocapitalista. Ediciones Voz de los sin Voz. Madrid. 2018.  Esterilizaciones, abortos, ideología género impuesta, etc. forman una pléyade de medidas contra la población

[8] No solo se trata de controlar la cantidad de personas que nacen o mueren sino de instilar una mentalidad utilitarista y materialista propicia para conformar un determinado tipo de individuo.

[9] Cf. Goal 3: Ensure healthy lives and promote well-being for all at all ages

[10] El nivel de desigualdad en la distribución de la riqueza a nivel mundial es brutal. Ya en la crisis financiera de 2008, con el 1-2% del dinero que recibieron los bancos para paliar la crisis que ellos mismos habían creado  se podría haber erradicado el hambre en el mundo “Con el 2% del dinero gastado en salvar la banca se podría haber acabado con el hambre”. Lo cual demuestra que el virus puede provocar un genocidio en aquellas poblaciones sometidas a la dictadura del hambre, la miseria,…que son la mayoría de la humanidad.

[11]Cf. Lessenich, Stephan. La sociedad de la externalización. Herder. Barcelona 2019. «La sociedad de la externalización»

[12] Cf. Sánchez Barricarte, Jesús Javier. El crecimiento de la población mundial. Implicaciones socioeconómicas, ecológicas y éticas. (2008)

[13] Utilizamos el concepto «enriquecidos»  porque son países cuya riqueza proviene de ocupar un puesto hegemónico en la directriz del sistema económico mundial.

[14] Cf. La población mundial superará los 8.500 millones en 2030

[15] El 50% de la población mundial tiene tasas de fecundidad por debajo del nivel de reemplazo. Al final del siglo XXI diversas organizaciones pronostican que la humanidad tendrá crecimiento cero. Durante años diversas organizaciones han sobreestimado el crecimiento demográfico, por lo que las revisiones a la baja han sido constantes. Esta sobreestimación más que obedecer análisis científicos estaba basada en la defensa de los intereses políticos.

[16] Cf. https://population.un.org/wpp/

[17] Cf. El número de personas mayores de 65 años en el mundo ya supera al de niños menores de cinco: el envejecimiento en nueve gráficos

[18] Cf. La OMS advierte que para el 2050 se triplicará la cifra de personas que padecen demencia

[19] Cf.  La Unión Europea aprobó la base de datos biométricos para el control de inmigración

[20] No nos referimos solamente a las medidas  que se están tomando para controlar el virus sino otras incluso de tipo socioeconómico que bajo apariencia de bien social sirven para destruir la dignidad del trabajo y de los trabajadores y por tanto de toda la sociedad.