Las fuerzas armadas se apropian de tierras de los Rohingya en Birmania

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Amnistía Internacional ha criticado que las Fuerzas Armadas birmanas está construyendo bases para el Ejército y la Guardia Fronteriza, así como helipuertos, tras arrasar zonas donde se levantaban aldeas rohingya.

«Lo que estamos viendo en Rajine es un apropiamiento de tierras por parte de las Fuerzas Armadas de una magnitud dramática», ha declarado la directora de respuesta a crisis de Amnistía Internacional, Tirana Hassan. «Nuevas bases están siendo construidas para alojar a las mismas tropas que han cometido crímenes contra la Humanidad contra los rohingya», ha añadido Hassan.

La ONG ha documentado varios ejemplos de saqueo, incendios provocados y demoliciones de viviendas y mezquitas de esta etnia en la provincia. Las imágenes de satélite recogidas por la organización muestran cómo, en cuestión de pocos meses, se han destrozado varias poblaciones hasta tal punto que se ha arrancado la vegetación circundante a las mismas y se han levantado al menos tres bases para las fuerzas del orden encima.

«Esto provoca sospechas de que las autoridades birmanas están tratando de destruir las pruebas de que se han cometido crímenes contra esta minoría, lo que podría complicar futuras investigaciones», ha destacado Amnistía Internacional en un comunicado.

La base militar más grande es la de la aldea de Ah Lel Chaung. Varios testigos han señalado a la ONG que las Fuerzas Armadas birmanas han expulsado a los rohingya de la zona para tener espacio para construir y que muchos aldeanos han optado por huir a Bangladesh.

La gente está aterrorizada.

Nadie se quiere quedar por miedo a ser objeto de ataques

«La gente está aterrorizada. Nadie se quiere quedar por miedo a ser objeto de ataques», declaró un aldeano a la ONG en enero, cuando el Ejército birmano levantó una cerca y un puesto de vigilancia cerca de su localidad.

EL «APARTHEID» DE LOS ROHINGYA

Amnistía Internacional también ha denunciado que los nuevos centros de recepción de refugiados, destinados a acoger a los rohingya que vuelvan de Bangladesh, están situados en las cercanías de zonas con una gran presencia militar y están rodeados de vallas de seguridad. «Se teme que las autoridades de Birmania tengan previsto alojar a los rohingya en los centros por un largo periodo de tiempo y que restrinjan su libertad de movimiento», ha manifestado la ONG.

Varios testigos han señalado que hay personas no rohingya viviendo en las nuevas poblaciones construidas sobre los antiguas aldeas rohingya. «Rajine es una de las provincias más pobres de Birmania y necesita desesperadamente inversión para el desarrollo», ha criticado Tirana Hassan. «Sin embargo, estos esfuerzos tienen que beneficiar a todo el mundo sin importar su etnia, no afianzar un sistema de ‘apartheid’ contra los rohingya», ha añadido Hassan.

Las autoridades birmanas han llevado a cabo una campaña contra esta minoría como respuesta a los atentados perpetrados el 25 de agosto por Ejército de Salvación rohingya de Arakán, un grupo miliciano, contra las fuerzas del orden birmanas.

Más de 670.000 rohingyas han tenido que huir a Bangladesh, según Amnistía Internacional. Varias ONG han recogido testimonios de los refugiados sobre la violencia extrema de las tropas birmanas y han tildado la operación contra esta etnia de «limpieza étnica».

«Todo esto hace que el retorno voluntario, seguro y digno de los refugiados rohingya sea una posibilidad todavía más remota», ha criticado la representante de Amnistía Internacional. «No es solo que sus viviendas hayan sido destruidas, sido que la construcción (de bases militares) está afianzando la discriminación deshumanizadora a la que tienen que hacer frente en Birmania», ha concluido.

Fuente: Europa Press