Las guerras por recursos en África: una herencia del colonialismo

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No sólo Estados Unidos es el responsable de las guerras en el mundo, también Francia, Cuba, Rusia, Bélgica etc… son responsables de las más de 70 guerras y de la inestabilidad democrática en Africa. Los recursos naturales como el petróleo suelen ser fuente de estos conflictos.

Los países colonialistas europeos ocuparon el continente Africano para saquearlo. Cuando los nuevos países alcanzaron su independencia, muchos conflictos quedaron sin resolverse, y se crearon nuevos. Los antiguos imperios quisieron seguir lucrando de sus ex colonias, de mantener el control sobre sus recursos. Esto ha impedido que muchos de los países africanos puedan alcanzar una estabilidad política, una democracia que respete los derechos colectivos y la sustentabilidad social, económica y ecológica; pero sobre todo, muchos no han podido liberarse del flagelo de la guerra.

Este ha sido el caso de la guerra en Angola, uno de los principales productores de petróleo de Africa.

En este país, el control de los recursos hicrocarburíferos han estado siempre en manos del Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA) hoy en el poder, en tanto que los diamantes en manos de UNITA, organización guerrillera financiada por Estados Unidos. La perpetuación de la guerra en este país, ha estado muy relacionada con la necesidad de controlar el petróleo, y a la vez, los dos ejércitos han utilizado los recursos financiados por el petróleo y los diamantes para mantener sus gastos de guerra.

Los principales objetivos militares de UNITA han sido las áreas productoras de petróleo (que significan el 90% del presupuesto del gobierno). Los nuevos campos, especialmente en aguas profundas han atraído a las empresas transnacionales petroleras, que dejan réditos importantes al Gobierno para continuar financiando la guerra.

Ya desde las épocas coloniales, Portugal mantuvo un ejército fuerte en Angola para controlar los recursos hidrocarburíferos y los diamantes, hasta desplegar la mayor concentración militar en el Africa en épocas de la independencia. Eso condujo a 13 años de una guerra sangrienta de liberación nacional, en la que Portugal se alineó al Gobierno racista de Africa del Sur, donde se sentaron las bases para la creación de UNITAS que emergió en 1966.

Con la independencia en 1975, surgen tres grupos: el MPLA con el apoyo de la URSS, Cuba y el bloque del Este de Europa, UNITA y FNLA con el apoyo de Estados Unidos y Africa del Sur. El Gobierno reconocido por la Naciones Unidas fue el de MPLA, pero se desató una guerra civil con UNITA apoyada por Africa del Sur y Estados Unidos quien entregó a este grupo, a través de la CIA, mil millones de dólares entre 1970 y 1980. La herencia de estas acciones fueron miles de muertos y campos minados plantadas en el país, y unos 3,3 millones de discapacitados por la guerra.

Mientras tanto, bajo la protección del ejército portugués, Gulf-Oil (ESTADOS UNIDOS) expandió sus operaciones de US$ 150 millones en 1969 a US$ 300 millones en 1975, lo que le significó una ganancia del 50% a Portugal. Otras empresas petroleras estadounidenses fueron Union Carbide, Texaco, Mobil y Argo Petro; así como las empresas no petroleras Universal Leaf and Tobacco, First National City Bank of New York, Firestone, Chase Manhattan Bank, General Electric e IBM.

En 1991 se firmó la paz y en 1992 el MPLA ganó las elecciones. UNITA, luego de una pausa volvió fortalecida, con el apoyo de ESTADOS UNIDOS y Africa del Sur. Este grupo armado financia sus actividades del contrabando de diamantes, mientras que el Gobierno utiliza las rentas petroleras para financiar la guerra. La guerra en Angola, es el resultado de la política de guerra fría llevada a cabo por Estados Unidos.

Al momento, las empresas petroleras más importantes en el mundo tienen inversiones en Angola.

Las ex colonias francesas han sido también víctimas de empresas petroleras de ese país, a quienes se les puede atribuir un alto grado de responsabilidad en la falta de estabilidad política de la región. De acuerdo al diario “Liberation”, corporaciones como Elf han sido un instrumento secreto de la política exterior del gobierno francés.

La guerra de liberación de Argelia, una de las más sangrientas del Africa, y que duró casi una década, tenía como causa subyacente, los ricos yacimientos petroleros argelinos, que hasta 1968, en que fueron nacionalizados, fueron explotados por empresas petroleras francesas. Este país petrolero adquirió su independencia cuando otras ex-colonias francesas ya lo eran, por ejemplo Marruecos y Túnez.

La caída de Mobutu Sese Soko en el Zaire significó un cambio en el control de la economía del país, de empresas francesas y belgas a empresas estadounidenses, que apoyaron la subida de Kabila.

Mobutu estuvo en el poder tres décadas, al que accedió luego de asesinar a Patricio Lubumba con el apoyo de la CIA y se mantuvo por la ayuda de países occidentales. Estados Unidos prolongó el gobierno de Mobutu, a quien le dio más de US$ 300 millones de dólares en armas y US$ 100 millones en entrenamiento militar.

Treinta años más tarde, fue derrocado por Laurent Kabila, dejando al país con una deuda externa de 14 mil millones de dólares. Se dice que empresas petroleras norteamericanas estuvieron tras la caída de su ex-aliado. Cuando Kabila subió, Clinton rápidamente le ofreció ayuda militar. Hoy, las reservas petroleras de la nueva República Democrática de Congo (ex Zaire) son exploradas por empresas como Chevron y UNOCAL de Estados Unidos, aunque también tiene intereses la empresa franco belga TotalFinaElf.

En Congo, el Presidente francés Jacques Chirac, llamó a su contraparte, Denis Sassou Nguesso para felicitarlo inmediatamente después de su victoria, que fue alcanzada mediante una guerra civil sangrienta de 4 meses. Esta felicitación vino a pesar de que Sassou había derrocado al presidente electo democráticamente Pascal Lissouba, y había causado en el proceso, serios daños a la capital, Brazzaville.

Entre fuentes diplomáticas occidentales se dice que Lissouba encendió una alarma en París cuando el negoció secretamente un pago anticipado de crudo con la empresa norteamericana Occidental Petroleum Corp. Lissoube recibió una gran cantidad de dinero, y a cambio otorgó derechos sobre las reservas petroleras del Congo a Occidental. Esto condujo a una fuerte presión diplomática francesa que obligó a Lissouba a cancelar el convenio con Occidental. Las mismas fuentes diplomáticas señalan que ha raíz de esta desavenencia, la empresa Elf inició una agresiva campaña en contra de Lissouba, que terminó en combates urbanos que finalizaron con su derrocamiento.

De acuerdo a investigaciones hechas por los periódicos franceses Libération y Le Canard Enchâiné, Elf pagó al ejército de Lissouba, al mismo tiempo que dio dinero a Sassou, y envió armas a Congo a través de Gabón, otra importante fuente de petróleo para Elf.

La empresa francesa Elf obtiene el 60% de su producción global de petróleo del Golfo de Guinea, y justo antes de la guerra en el Congo inaguró la plataforma submarina más grande del mundo, costa afuera de Congo. Francia, siempre ha considerado al Congo como un importante fuente de recursos, no sólo petroleros, sino también minerales y forestales.