Libro de diálogo abierto. «¿En qué creen los que no creen?» Promoción de la lectura

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En 1996 Umberto Eco y Carlo María Martini se enzarzaron en un intenso diálogo epistolar, en el que reflexionaban cuestiones que preocupan e interesan tanto a los que creen como a los que no creen.

Umberto Eco, fue considerado como  uno de los principales intelectuales italianos de la segunda mitad del siglo XX: Semiólogo, filósofo y escritor. Seguro que le conoceréis por  su obra El nombre de la rosa , de 1980, un thriller ubicado en la Edad Media y llevado al cine, el que le dio fama mundial. Fue un reconocido ateo, siempre interesado en la religión. Llegó a reconocer: «Ya no creo en Dios, pero quizás Dios aún crea en mí».

Una vez que Umberto Eco pierde la fe, busca sentido a su vida y es curioso lo que llega a afirmar en el año 2007 al Daily Telegraph: “Fui criado como católico, y aunque he abandonado la Iglesia, este diciembre, como de costumbre, pondré un belén para mi nieto. Lo haremos juntos, como mi padre hacía conmigo cuando yo era niño. Tengo un profundo respeto por las tradiciones cristianas, que como rituales para hacer frente a la muerte, todavía tienen más sentido que sus alternativas puramente comerciales”

Este interés por la religión le llevó a mostrarse abierto al diálogo con la fe en un intercambio epistolar con el cardenal Carlo María Martini. En este diálogo,  Eco advierte que el mundo está nutrido por el cristianismo, pero el mundo no creyente lo niega.

Para Eco, el diálogo entre el mundo no creyente  y el mundo católico debe darse sobre todo en torno a asuntos éticos. La ética propuesta por Eco se sostiene en lo que llama “ética del reconocimiento de la importancia de los demás”.  El Cardenal Martini le responde en la última carta que reconoce que en la ética hay una confluencia, pero que siempre debe abrirse a la existencia de la verdad.

Este estilo de diálogo abierto quisiéramos verlo mucho más. Soñamos para que  España sea un país en el que  las próximas generaciones rompan con los sectarismos antirreligiosos que tanto daño han hecho y que aún continúan de forma más mordaz.

Este libro puede ayudarnos a ello. Es un libro curioso pues no pretende convencer, sino proponer.  Un diálogo que no busca apabullar al otro, sino poder enriquecer el pensamiento del otro. Nos vamos a encontrar con dos posturas y perspectivas diferentes, pero desde un encuentro sincero de diálogo que va a poner de manifiesto la  riqueza que supone un diálogo que quiere borrar el sectarismo.

Un pueblo educado en el diálogo,  en la promoción y el protagonismo, educado en la formación y  la lectura social podemos esperar una sociedad que coopere, y desde la cooperación podemos impulsar una sociedad solidaria que trabaja por el bien común, bien que deseamos para el mundo.

 “¿Qué cimenta la dignidad humana sino el hecho de que todos los seres humanos están abiertos hacia algo más elevado y más grande que ellos mismos?” ´(Carlo María Martini)

 “Como hasta las más laicas de entre las ciencias humanas nos enseñan, son los demás, es su mirada, lo que nos define y nos conforma”. (Umberto Eco)