El número de los expedientes de regulación de empleo (ERE) crecieron entre enero y mayo un 66 % en comparación con un año antes, en tanto que los no pactados se dispararon un 567 %. La mayoría de los ERE se produjeron en empresas de menos de 9 trabajadores. El 11 de febrero entró en vigor la reforma laboral.
En los cinco primeros meses del año se autorizaron o comunicaron un total de 13.518 ERE, que afectaron a 176.085 trabajadores, frente a los 8.106 expedientes de regulación para 114.917 trabajadores del mismo periodo del pasado año, lo que en número de empleados supone un incremento del 53 por ciento.
En el caso de los no pactados han sido seis veces más, al haber pasado de 728 a 4.859, con 69.510 trabajadores implicados este año y 11.416 el anterior.
Por tipologías, los que más crecen son los de reducción (4.995, 79 % más), seguidos de los de suspensión (6.370, un 70 % más) y de los de extinción (2.153, un 36 % más).
Principalmente se han alegado causas económicas (9.456), frente a las organizativas o de producción (3.742), las de fuerza mayor (177) y las técnicas (124).
Por tamaño de empresa, la mayoría de los ERE se produjeron en empresas de menos de 9 trabajadores (6.739), de 10 a 24 (3.159) y de 50 a 249 (1.366), en tanto que las compañías con entre 25 y 49 empleados fueron las que sumaron menos expedientes (1.190).
En lo que atañe a los sectores, 1.555 expedientes concernieron al de servicios, 904 a industria, 499 a construcción y 39 al agrario.