Los obispos, contra la clonación terapéutica

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Sobre dicha norma estiman necesario «recordar algunos principios fundamentales que tutelan el derecho a la vida de toda persona, desde su concepción hasta su muerte natural, y el deber que incumbe a todos de promover leyes justas».

La Razón
18 de octubre de 2006


Los obispos andaluces expresaron  su rechazo al proyecto de ley andaluza de clonación terapéutica «por los problemas éticos que plantea». Lo hicieron desde Córdoba, en el marco de la CVI asamblea de los obispos de las diócesis andaluzas del sur de España. En un comunicado, los obispos andaluces, que están celebrando la citada asamblea en la Casa de Espiritualidad de San Antonio en Córdoba, dedicaron una «especial atención» al proyecto de ley que regula la investigación en reprogramación celular con finalidad terapéutica, aprobado por el Consejo de Gobierno de la Junta el pasado 12 de septiembre. Sobre dicha norma estiman necesario «recordar algunos principios fundamentales que tutelan el derecho a la vida de toda persona, desde su concepción hasta su muerte natural, y el deber que incumbe a todos de promover leyes justas».


Además, subrayaron que, «ante los problemas éticos que plantea el proyecto de ley», se han visto obligados a manifestar su «preocupación y rechazo», abogando por «la necesidad de regular la ciencia al servicio del ser humano mediante una legislación que impida poner en manos de la ciencia el uso de seres humanos en atención a intereses reproductivos, terapéuticos o comerciales». «En cada investigación e inversión que se realice con el fin de conservar y mejorar la calidad de vida de los seres humanos debe regir el respeto a su inviolable dignidad, a sus derechos inalienables y, sobre todo, el derecho a la vida», indicaron.


El proyecto de ley «es usado para abrir la puerta a la llamada «clonación terapéutica», es decir, producir seres humanos clónicos a los que, además, no se les dejará nacer, sino que se les quitará la vida utilizándolos como material de ensayo científico a la búsqueda de posibles y poco probables terapias futuras», explicaron. «Es un atentado a la dignidad» y «alimenta la idea de que es lícito que algunos hombres tengan un dominio total sobre otros», afirmaron los obispos.