Regularización de inmigrantes: una necesidad para España

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Aunque la Unión Europea se muestre enfadada con la última regularización, «por no haberle avisado», los que vivimos en España sabíamos que resultaba una medida insalvable y necesaria…

Periodista Digital.-


Los datos son apabullantes: España necesitará duplicar la presencia de inmigrantes de aquí al año 2020, según un informe realizado por el Institut d’Estudis Autonòmics (IEA) que depende del gobierno autonómico de Cataluña, el déficit de mano de obra se debe a la baja natalidad y a la pujanza económica registrada en España.


«España 2020: un mestizaje ineludible«, es el nombre del estudio, dirigido por Josep Oliver quien estima que «La sociedad española decidió no tener hijos», y que «si no llegan nuevos inmigrantes», en el año 2009, los que se jubilen superarán en número a los que se incorporan al mercado laboral, tendencia que el autor calcula que se prolongará hasta superado el año 2020.


Esto demuestra entre otras cosas que aunque la Unión Europea se muestre enfadada con la última regularización, «por no haberle avisado», los que vivimos en España sabíamos que resultaba una medida insalvable y necesaria, como lo seguirá siendo porque sino ¿qué tratamiento se le dará el más de millón de personas que actualmente viven en esta tierra, trabajan, compran, comen, viven y limpian las casas de los mismos que no quieren regularizar su condición? La doble moral opera con cinismo de lo correctamente político y la canallada de llamar a estas medidas «efecto llamada», lo único que hace es poner de manifiesto la ignorancia sobre los reales móviles de la inmigración, sobre todo de la más pobre, y estos son ni más ni menos que el hambre y la búsqueda de un mundo mejor para los hijos de los arriesgados que cruzan océanos y culturas.


Quizás haya una mejor manera que las regularizaciones para hacer que los hombres y mujeres que trabajan hoy sin papeles en España sean reconocidos con los mismos derechos de cualquier español, ojalá la haya y pueda ponerse en marcha. Lo que es seguro es que a los ilegales, a esos trabajadores que España necesita hoy, habrá que darles repuesta, porque sin ellos este país, simplemente, no seguirá creciendo al ritmo actual.