Más de 2 millones de refugiados sirios en otros países

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Viven hacinados, en condiciones insalubres, bajo la dictadura del miedo y de las mafias de los mismos campos. Se han convertido en inmigrantes «sin papeles» en los países limítrofes. Se espera la cifra alcance en 2014 a los 4 millones.

La ONU espera que a lo largo de 2014 aumente en dos millones el número de refugiados (hasta superar los cuatro millones a finales de ese año) y en 2,25 millones el número de desplazados internos (hasta los 6,5 millones).

Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) hay 2.180.000 refugiados sirios. Ningún otro conflicto en el mundo ha desplaza a tanta gente.

El Líbano acoge a 797.903 (refugiados registrados y pendientes de registro), Jordania a 549.092, Turquía a 502.719, Iraq  a 197.585 y Egipto a 126.081. De todos ellos hay registrados 2.064.090 y un 51,4% son menores, en concreto 1.098.482.

El gobierno libanés asegura que no hay cerca de 800.000 sirios, sino más de 1,3 millones, a los que hay que sumar 60.000 palestinos. En Turquía, que comparte 900 kilómetros de frontera con Siria, habría más de 600.000 según la agencia de desastres otomana; y 400.000 estarían viviendo fuera de los campos.

En este caso hablamos sólo de refugiados que han abandonado el país. La mayoría viven hacinados en campos de refugiados donde la aglomeración hace que las condiciones sean insalubres. La gente no tiene acceso a vacunas ni medicamentos. Los niños no reciben educación escolar, y las mafias armadas son otro poder dentro de los campos.

En Egipto, otro de los países que recibe más refugiados, más de 900 sirios han sido detenidos desde agosto por intentar cruzar sus fronteras de manera irregular, según la ONU.

De los 140 que han sido deportados a otros países, 44 eran niños. Más de 700 siguen en arresto administrativo, incluidos 84 menores, informan. Amnistía Internacional (AI) ha alertado de las condiciones “deplorables” de su arresto y denuncia que “padres e hijos no suelen ser expulsados al mismo tiempo”. El gobierno egipcio, por su parte, niega estas acusaciones y califica los informes de AI como “erróneos”.