Manifiesto de la Sociedad de Tejedores Catalanes ante la prohibición del Gobierno (1841)

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Algunos días hace que se difunde la voz por esta ciudad de que el Gobierno ha decretado la disolución de las sociedades de socorros mutuos.

Si así fuese, no
podemos concebir qué motivos puede alegar el gobierno para ello a no ser porque
a su tiempo no le hagamos responsable ante la Nación de la espantosa miseria que
tanto tiempo nos tiene sumergidos, o con el fin de poder llevar a cabo con mas
seguridad el tratado de comercio con la Inglaterra, que tanto tiempo nos
amenaza: nosotros, como representantes de la Asociación de Tejedores,
recomendamos encarecidamente a los asociados que altamente desprecien voces tan
misteriosas y de intenciones muy dañadas. Por otra parte, no contamos que el
gobierno haya pensado en eso, a la par que sabemos el empeño que tienen nuestros
adversarios de disolvernos, que para lograrlo se desprenden hasta del oro que
poseen, y aún cuando fuese así que lograsen sus deseos, su triunfo seria
perjudicial a ellos mismos.

Así pues,
tejedores y demás jornaleros asociados, no os dejéis sorprender, nuestra
Asociación no necesita la aprobación ni la reprobación del gobierno ni de nadie;
con los derechos que nos concede la naturaleza y la ley tenemos bastante; y
los que digan lo contrario son nuestros perturbadores
; de consiguiente,
nuestra Asociación es un lazo recíproco y voluntario que no esta sujeta a
disolución.

Mucha firmeza y
mucho silencio es lo que debemos guardar, y vengan decretos.

Prudencia y
confianza con los individuos que habéis puesto al frente, ellos os marcaran la
senda que debéis seguir; no escuchéis mas voz que la nuestra; considerad que hay
muchos enemigos que están minando nuestro edificio; permaneced tranquilos en
vuestros talleres y descansad al celo y la vigilancia de nuestros protectores.

 

Barcelona, 20 de
diciembre de 1841.

Juan Muns,
director.

José Sugrañés,
vocal primero.

Pedro Vinyets,
secretario