Cada cinco minutos un cristiano es asesinado por su fe

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«Cada cinco minutos un cristiano muere asesinado por su fe». Es el escalofriante dato difundido por el sociólogo Massimo Introvigne en su intervención en la Conferencia internacional sobre diálogo interreligioso entre cristianos, judíos y musulmanes, que se celebra en Gödollö (Budapest) promovida por la presidencia húngara de la Unión Europea.





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Introvigne,
representante de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa
(OSCE) para la lucha contra la intolerancia y la discriminación contra los
cristianos, señaló que 105.000 cristianos son asesinados cada año por su fe,
contando sólo propiamente los verdaderos martirios, llevados a la muerte por ser
cristianos, sin considerar las víctimas de guerras civiles o entre naciones.

«Si no se
gritan al mundo estas cifras, si no se pone fin a esta masacre, si no se
reconoce que la persecución de los cristianos es la primera emergencia mundial
en materia de violencia y discriminación religiosa, el diálogo entre las
religiones producirá sólo encuentros muy bonitos pero ningún resultado concreto»
,
declaró el experto.

En el encuentro,
participaron personalidades importantes como el presidente de los obispos
europeos, el cardenal Péter Erdo; el custodio de Tierra Santa, el padre
Pierbattista Pizzaballa; el presidente del Consejo Pontificio de la Pastoral
para los Migrantes y los Itinerantes, el arzobispo Antonio Maria Vegliò; el
arzobispo maronita de Beirut Paul Matar; el «ministro de Exteriores» de la
Iglesia ortodoxa rusa, el metropolitano Hilarion; el representante del Congreso
Judío EuropeoGusztav Zoltai; el de la Organización de la Conferencia
Islámica,Ömür Orhunn, y el secretario general de la Comisión para el diálogo
islamo-cristiano en el Líbano, Hares Chakib Chehab.

El diplomático
egipcio Aly Mahmoud declaró que en su país están por llegar leyes que protegerán
a las minorías cristianas, persiguiendo como delito los discursos que incitan al
odio y vetando las reuniones hostiles en el exterior de las iglesias.

«Pero el
peligro -destacó el cardenal Erdő – es que muchas comunidades cristianas en
Oriente Medio mueran por la emigración, porque todos los cristianos sintiéndose
amenazados escaparán».

«Que Europa se
prepare para una ola de inmigración, esta vez de cristianos que huyen de las
persecuciones», advirtió.

Por su parte, el
metropolitano Hilarion recordó que «al menos un millón» de cristianos víctimas
de persecución en el mundo son niños.