El 24 de junio de 1981 por iniciativa del Partido Radical, se difundió en las grandes capitales de Occidente un documento contra el exterminio causado por el hambre firmado por numerosos Premios Nóbel. A pesar de no hablar de la responsabilidad que tiene la ciencia y la universidad en este holocausto, han pasado 23 años de aquel manifiesto, y hoy presenta una plena actualidad. Declaran que: ´Está teniendo lugar un holocausto sin precedentes, cuyo horror abarca en un sólo año el espanto de las masacres que nuestras generaciones conocieron en la primera mitad de este siglo y que desborda por momentos el perímetro de la barbarie y de la muerte, no sólamente en el mundo, sino también en nuestras conciencias´
MANIFIESTO CONTRA EL HAMBRE
Los abajo firmantes, mujeres y hombres de ciencia, de letras y diferentes entre nosotros por la religión, la historia o la cultura, que hemos sido premiados porque buscamos, honramos y veneramos la verdad en la vida y vida en la verdad, a fin de que nuestras obras sean un testimonio universal de diálogo, de fraternidad y de civilización común en la paz y en el progreso.
Dirigimos un llamamiento a todos los hombres y todas las mujeres de buena voluntad, a los poderosos y a los humildes, cada uno de ellos con sus propias responsabilidades, para que cientos de millones de personas que agonizan a causa del hambre y del subdesarrollo, víctimas del desorden político y económico internacional que reina en la actualidad, puedan volver a la vida.
Está teniendo lugar un holocausto sin precedentes, cuyo horror abarca en un sólo año el espanto de las masacres que nuestras generaciones conocieron en la primera mitad de este siglo y que desborda por momentos el perímetro de la barbarie y de la muerte, no sólamente en el mundo, sino también en nuestras conciencias.
Todos aquellos que denuncian y combaten este holocausto están unánimemente de acuerdo en que el motivo principal de esta tragedia es de carácter político.
Es necesaria una nueva voluntad política y una nueva forma de organizar esta voluntad, que tenga como objetivo prioritario superar las causas de este exterminio y evitar sus efectos.
Es necesario elaborar, escoger y realizar inmediatamente un método y un procedimiento adecuado, tanto si se trata de los ya existentes como de los que se puedan imaginar. Es necesario que un conjunto de proyectos convergentes y que correspondan con la pluralidad de las fuerzas, de las responsabilidades y de las conciencias asegure la vida en donde no se halla más que muerte.
Es necesario que las más altas autoridades internacionales, los Estados y los pueblos – tan a menudo mantenidos en la ignorancia sobre las posibilidades concretas de una política de vida y de salvación – tal y como reivindicaron angustiadas algunas de las más altas autoridades espirituales de la Tierra, actúen, uniéndose o unidas por la acción, con objetivos determinados, seguros y adecuados con el objeto de atacar y vencer la muerte que se extiende, acosa, y condena a gran parte de la humanidad.
Hay que sublevarse contra el falso realismo que incita a resignarse a una fatalidad, que en realidad es el producto de la política y del «desorden establecido».
Es necesario luchar de manera realista para que se realice lo posible en vez de desperdiciarlo – tal vez para siempre.
Es necesario que se conviertan en algo positivo esas modas y esos gestos de asistencia que tan fácilmente dejan la conciencia tranquila pero que no salvan a aquellos a quienes están destinadas, así como esas utopías crueles y estériles que sacrifican a los hombres de hoy en aras de un proyecto de hombre, y a la sociedad de hoy en aras de un proyecto de sociedad.
Es necesario que los ciudadanos y los responsables políticos elijan y voten, en sus respectivos niveles, electorales o parlamentarios, de gobierno o internacionales, nuevas leyes, nuevos presupuestos, nuevos proyectos o nuevas iniciativas que sean inmediatamente puestas en práctica para salvar a millones de seres humanos de la malnutrición y del subdesarrollo y cientos de millones de seres a cada nueva generación, de la muerte a causa del hambre.
Es necesario que todos y cada uno demos valor de ley al deber de salvar a los seres vivos y de no matar y no exterminar aunque sea por inercia, por omisión o por indiferencia.
Los poderosos de la tierra son responsables, pero no son los únicos.
Si los que no tienen ni el poder ni las armas no se resignasen a la apatía; si fueran cada vez más los que declarasen no obedecer ninguna otra ley que la ley fundamental de los derechos humanos y de los pueblos, que es ante todo el Derecho y el derecho a la vida; si éstos mismos se organizasen y utilizasen sus pocas pero duraderas armas – las armas de la democracia política, las grandes acciones no violentas, al estilo de Gandhi – proponiéndose e imponiendo posibilidades y objetivos cada vez más delimitados y adecuados; si todo ésto sucediese, nuestra época dejaría de ser una época catastrófica. Y ya no sería una posibilidad sino una certeza.
Nuestro saber no puede limitarse únicamente en contemplar impertérritos e irresponsables el trágico final que se avecina.
Nuestro saber, que nos dice que la humanidad corre peligro de muerte, debe ser ciencia de la esperanza y ciencia salvadora, sustancia de las cosas en las que creemos y confiamos.
Si los medios de información, si los poderosos que nos han querido honrar con las muestras de agradecimiento con las que nos han agasajado consienten en escuchar y en hacer escuchar en esta ocasión nuestra voz, nuestra obra, así como la de todos aquellos que actúan por una misma causa, si mujeres y hombres supieran, si se les informase, no nos cabe la menor duda de que el futuro sería diferente de ese que hoy por hoy se muestra indefectible.
Es necesario tomar una decisión, actuar, crear, vivir y hacer vivir.
Firman el Manifiesto-llamamiento los siguientes Premios Nóbel:
Vicente Aleixandre Literatura 1977
Hannes Halfven Física 1970
Americans Friends
Service Committee Paz 1947
Philip Anderson Física 1977
Christian Anfinsen Química 1972
Kenneth Arrow Economía 1972
Julius Axelrod Medicina 1970
David Baltimore Medicina 1975
Samuel Beckett Literatura 1969
J. Georg Bednorz Física 1987
Saul Bellow Literatura 1976
Baruj Benacerraf Medicina 1976
Heinrich Boll Literatura 1972
Norman E. Borlaug Paz 1970
Joseph Brodsky Literatura 1987
Bureau International
de la Paix Paz 1970
Elias Canetti Literatura 1981
Owen Chamberlain Física 1959
Subrahmanyan Chandrasekhar Física 1983
Stanley Cohen Medicina 1986
Mairead Corrigan Paz 1976
André Cournand Medicina 1956
Jean Dausset Medicina 1980
Gerard Debreu Economía 1983
John Carew Eccles Medicina 1963
Odysseus Elytis Literatura 1979
Ernst Otto Fischer Química 1973
Paul John Flory Química 1974
William A. Flower Física 1983
Alfonso G. Robles Paz 1982
Sheldon L. Glashgow Física 1979
William Golding Literatura 1983
Ragnar Granit Medicina 1967
Roger Guillemin Medicina 1977
Haldan Keffer Física 1964
Hartline Medicina 1967
Odd Hassel Química 1969
Dudley Hershbach Química1986
Gerhard Herzberg Química 1971
Dorothy Hodkin Física 1979
Robert Hogfsdater Química 1964
David Hubel Medicina 1981
François Jacob Medicina 1965
Brian Josephson Física 1973
Alfred Kastler Física 1966
Jean Marie Lehn Química1987
Rita Levi Montalcini Medicina 1986
Wassily Leontief Economía 1973
Salvador Luria Medicina 1969
André Lwoff Medicina 1965
Sean Mc Bride Paz 1974
Cweslaw Milosz Literatura 1980
César Milstein Medicina 1984
Franco Modigliani Economía 1985
Eugenio Montale Literatura 1975
Rudolf Massbauer Física 1961
Nevill Mott Física 1977
Gunnar Myrdal Economía 1974
Daniel Nathans Medicina 1978
Louis Neel Física 1970
Marshal Nierenberg Medicina 1968
Philip Noel-Baker Paz 1959
Severo Ochoa Medicina 1959
Linus Pauling Química 1954 y
Paz 1962
Arno Penzias Física 1978
Adolfo P. Esquivel Paz 1980
John Polanyi Química 1986
Rodney R. Porter Medicina 1972
Ilya Prigogine Química 1977
Quaker Peace and
Service Pace 1947
Isidor Isaac Rabi Física 1944
Tadeus Reichstein Medicina 1950
Burton Richter Física 1976
Heini Rohrer Física 1986
Carlo Rubbia Física 1984
Martin Ryle Física 1974
Anwar El Sadat Paz 1978
Andrei D. Sajarow Paz 1975
Abdus Salam Física 1979
Frederik Sanger Química 1958 y 1980
Arthur Schawlow Física 1981
Jaroslav Seifert Literatura 1984
Kai Siegbahn Física 1981
Clude Simon Literatura 1985
Robert M. Solow Economía 1987
Albert Szent Gyorgy Medicina 1937
Henry Taube Química1983
Hugo Theorell Medicina 1955
Jan Tinbergen Economía 1969
Nikolaas Tinbergen Medicina 1973
Sir Alexander Todd Química 1957
Susumu Tonegawa Medicina 1987
Desmond Tutu Paz 1984
Simon Van Der Meer Física 1984
Ulf von Euler Medicina 1970
George Wald Medicina 1967
Lech Walesa Paz 1983
Ernest Walton Física 1951
James Dewey Watson Medicina 1962
Patrick White Literatura 1973
Elie Wiesel Paz 1986
Torsten Wiesel Medicina 1981
Maurice Wilkins Medicina 1962
Betty Williams Paz 1976
etc….