MATRIX: un canto a la libertad

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Por Pablo Tejada

Los que tenemos en torno a los cuarenta, recordamos con agrado los cine club o cine-forum que se organizaban en nuestra juventud sobre las buenas películas de entonces.

Hoy la sociedad ha cambiado y tenemos vídeo club donde alquilamos películas y las vemos en casa solos o acompañados de algún que otro amigo o familiar y al final del vídeo terminamos diciendo “que película más bonita” o “que rollo” por todo comentario.

En ocasiones este empobrecimiento cultural llega a extremos dolorosos como el perdernos la posibilidad de comentar entre amigos películas como la de “El Señor de los Anillos,” “Bichos” o “Matrix” y no me refiero, lógicamente, a comentar las cuestiones técnicas de la película o de su rodaje, sino de sus contenidos y la relación con la realidad del mundo en que vivimos.

”Matrix te posee”

Ahora que ya tenemos la trilogía en el mercado podemos hacer esta reflexión sobre Matrix. Intentaré explicar como las tres entregas tratan desde distintas perspectivas el problema de la libertad o de su carencia en el mundo de hoy. Tal como lo entiendo yo, Matrix es un canto a la libertad en medio de una alegoría de la sociedad en la que vivimos.

Al comienzo de la primera entrega se afirma que “Matrix te posee,” ¿absurdo, exageración o realidad? Veamos: El 80% de la población del mundo sobrevive con la amenaza del hambre sobre sus cabezas, acompañada inexorablemente por el paro o la esclavitud mas o menos encubierta que cada vez afecta a más niños. “Matrix los posee”.

Si miramos a nuestro mundo enriquecido descubrimos que no es tan perfecto ni somos tan libres, un ejemplo: Hace tres años al entregar las notas del la primera evaluación como tutor de un curso de 2º de bachillerato les pregunte a los que habían suspendido varias asignaturas que es lo que harían en Navidades, todos me dijeron que estudiarían lo que les había quedado suspenso, les pedí que concretasen por escrito la programación de estudios para esos días, siendo realistas y teniendo en cuenta que había fiestas por medio; me quedé con una copia asegurándoles que no serían capaces de cumplir ni la mitad, porque sus vacaciones ya otras personas las habían programado contra los intereses de ellos, todos lo negaron, pero a la vuelta de las vacaciones los hechos me dieron la razón, únicamente dos habían cumplido sólo el 10% de la programación: ninguno recuperó las asignaturas suspensas en esa evaluación. “Matrix nos posee”.

Como profesor he tenido que asumir a veces el papel de Morfeo en las clases, ofreciendo la posibilidad a los alumnos de optar por la pastilla roja o la azul y la mayoría se sorprenden, sonríen y no toman ninguna decisión, prefieren seguir viviendo el sueño de Matrix, no quieren enterarse de quienes y cómo sustentan el mundo de opulencia y consumismo en el que vivimos.

En el fondo el problema está en la conversación que tienen Morfeo y Neo una vez que este despierta del sueño de Matrix y comienza su instrucción, a la pregunta de Neo sobre si Matrix no es real Morfeo reflexiona “Y, ¿qué es lo real?”. Esta es la pregunta ¿qué hay de realidad y de sueño o manipulación en el mundo en que vivimos? ¿En qué medida controlamos nuestras vidas o nos las controlan dejándonos sólo un pequeño margen de libertad que no moleste a los intereses de Matrix?

Morfeo explica cómo en Matrix el hombre ya no nace, “se nos cultiva” para extraernos nuestra energía, en definitiva somos una pila eléctrica. ¿Exageración de nuevo o alegoría? Veamos: en esta sociedad, ¿qué se entiende por ser humano? Los que hemos trabajado para empresas privadas o multinacionales lo tenemos muy claro, se nos trata como objetos de producción y somos válidos en la medida en que producimos más y mejor que otros. ¿Dónde quedó el valorar a la persona en función de su propia condición humana como fundamento de todos los demás derechos a respetar?

Otra reflexión sobre la libertad nos viene de la mano del oráculo: en qué medida somos libres o todo está predeterminado, en qué medida el que otros hallan planificado o conozcan nuestras reacciones puede influir en nuestra libertad personal y en qué medida esta puede condicionar el futuro. Esta reflexión se mantiene y repite en las otras dos entregas en los distintos diálogos con el oráculo y el arquitecto y creo que es el nudo gordiano de toda la obra.

Por ahora nos quedaremos con la idea esencial de la primera entrega: Neo debe elegir entre salvar su vida o la de Morfeo, es una decisión que supone, primero creer en el oráculo y, en segundo lugar, estar dispuesto a dar la vida por el amigo que te liberó del sueño de Matrix.

Aunque no sabemos si Neo cree o no en el oráculo lo cierto es que se arriesga a perder su vida por salvar a la de su amigo, este es el máximo gesto de libertad y de amor, tomar en plenitud de conciencia el destino de tu vida en tus manos y arriesgarlo por amor a tu amigo. A poco que conozcamos el Nuevo testamento la cita nos suena: “No hay mayor prueba de amor que la de dar la vida por el amigo”, pero esta reflexión nos abriría a otro tema que no es el propuesto inicialmente ni en la primera entrega de Matrix; dejémoslo para la última entrega.

Antes de llegar a las conclusiones que abran el debate si quiero hacer otra observación para los mas experimentados en el tema del lucha por la libertad, me refiero a Cifra.

La conversación de Cifra con el agente Smith en que traiciona a sus amigos es muy rica en contenidos: Cifra está harto de las consecuencias negativas de luchar por la libertad, de comer siempre la misma comida, de sufrir la persecución permanente de mayor o menor intensidad, de haber perdido la fe en el ideal, de haberse quedado sin esperanza.

Cifra prefiere negar la realidad, a sabiendas de que es mentira el filete que se está comiendo, y sobre todo quiere matar su conciencia, no quiere recordar el sufrimiento que va a provocar en sus amigos, quiere comenzar su nueva vida sin el obstáculo del recuerdo que remuerda su conciencia, desea ahogarlo en el lujo y el consumismo, curiosas coincidencias con las experiencias de traición propia o ajena que algunos tenemos, ¿verdad?

Pasemos a las conclusiones para el debate:

  • El desconocimiento de la realidad y de la historia nos impide ser libres.
  • Las máquinas que controlan Matrix no son personas pero las personas que controlan el mundo de hoy se han deshumanizado y pretenden des humanizar al resto de la humanidad, somos meros objetos de producción y consumo.
  • La manipulación de la conciencia es la forma actual de la esclavitud.
  • El ejercicio de la libertad puede ser un bien o un mal para nosotros y los que nos rodean, pero el no tomar decisiones es siempre un mal.
  • Es tan difícil ser libre en medio de la miseria como en medio de la opulencia.
  • No podemos ser libres sin una reflexión seria sobre qué es la persona humana.
  • ¿Estamos predeterminados y somos siervos del destino o la libertad del hombre es la que construye y transforma la historia?
  • La libertad es un ejercicio que nadie puede hacer por ti, la libertad es necesario conquistarla y siempre supone algún sacrificio.
  • El ejercicio de la libertad debe tener en cuenta la posibilidad de la traición.
  • El amor es un motor fundamental de nuestra libertad.

¿Qué estamos dispuestos a hacer para despertar del sueño de Matrix?


2º PARTE DEL ARTÍCULO