El Centro de Análisis de Datos de la OIM sobre la Migración Mundial (GMDAC por su sigla en inglés), emitió el día (24/11) un nuevo informe que revisa la evidencia de Cuatro Décadas de Migración Indocumentada a Europa por el Mediterráneo y llega a la conclusión de que la frontera europea del Mar Mediterráneo es “sin dudas la más mortal de todo el mundo.”
Apoyándose en el análisis de estimaciones del Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM, el informe establece que se informó al menos acerca de 33.761 migrantes que han fallecido o desaparecido en el Mediterráneo entre los años 2000 y 2017 (al 30 de junio). El Profesor Philippe Fargues del Instituto de la Universidad Europea, autor del informe, destaca que tal cifra está por debajo de la escala real de esta tragedia humana, incluso si el número de muertes de migrantes comenzó a descender en 2017 en parte debido a la cooperación entre la Unión Europea y Turquía y ahora Libia, destinada a contener los flujos de migrantes.
El informe analiza la migración irregular a lo largo del Mediterráneo desde la década del 70. Destaca que las llegadas irregulares a Europa han aumentado en respuesta a políticas migratorias más restrictivas de parte de algunos países europeos.
Entre los ejemplos principales mencionados por el informe se encuentra la migración irregular desde el norte de África y Turquía a Europa en la década del 70, luego de que se introdujeran requisitos relacionados con las visas de los migrantes temporarios laborales procedentes de tales regiones. Estas políticas incentivaban a quienes ya se encontraban en Europa a quedarse, aumentaban la migración irregular de miembros de la familia para reunirse con sus parientes en Europa y favorecía el negocio de contrabando de migrantes. La ausencia de caminos legales para solicitantes de asilo y refugiados para viajar a Europa y procurar asilo también incrementó desde 2009 las llegadas por vía marítima a lo largo de las rutas este, oeste y central del Mar Mediterráneo.
El estudio destaca también las diferencias entre el patrón actual de migración de África a Italia, en su gran mayoría desde Libia, y la de Medio Oriente a Grecia a través de Turquía. Por ejemplo, el Profesor Fargues llega a la conclusión de que desde el 2009, “las llegadas a Grecia desde Turquía son principalmente de nacionales de los estados de origen afectados por el conflicto y la inestabilidad política (Iraq, Afganistán, y Siria), a quienes podría llegar a reconocérsele el estatus de refugiados en la UE”. Estos solicitantes de asilo no tenían la opción de obtener visas o de lograr migrar regularmente en sus países de origen, dice el informe.
Las llegadas a Italia desde el norte de África se originan en su gran mayoría a lo largo de África Subsahariana en respuesta a profundas presiones migratorias – desarrollo de la población conjuntamente con oportunidades de subsistencia limitadas, alto desempleo y pobre gobernanza como así también inestabilidad política y económica.
Las personas que proceden de los principales países proveedores de refugiados eran una minoría de migrantes que llegaban a Italia, excepto por un corto período de 2013 a 2014. Sin embargo, la cantidad de permisos de primera residencia emitidos en Europa en el período 2009-2016 a nacionales de África – que es un indicador de la migración irregular – fue más alta que la de los migrantes africanos que llegaron irregularmente por mar. El informe también destaca que la mayor parte de los migrantes en Libia proceden de países que no están entre los principales países de origen de migrantes traficados a Italia.
El informe concluye aceptando las limitaciones de los datos disponibles sobre migración irregular e identificando la necesidad de más datos e investigación.
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